Política

Comunitat Valenciana

El acusado del asesinato de la viuda de la Cam amenazó a su hijo por celebrar el crimen

El niño puso la frase «jaque mate»” en Instagram cuando ocurrió el asesinato

Miguel López, en una imagen de archivo, el día que comenzó el juicio
Miguel López, en una imagen de archivo, el día que comenzó el juiciolarazon

«Te cojo del cuello y te doy dos hostias» le espetó enfadado Miguel López, el único acusado del crimen de su suegra, María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM), a su hijo al conocer que éste había colgado una autofoto con la frase «jaque mate», al poco de morir su abuela.

Así lo han escuchado las seis mujeres y tres hombres del jurado en la decimosexta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Alicante por el asesinato de Martínez, donde Miguel López, uno de los tres yernos de la víctima, es el único acusado.

Se trata de una llamada del 12 de diciembre de 2016 (tres días después del crimen) de la hija pequeña de la víctima y esposa de López, Eva Fuensanta Sala Martínez, conocida como Fanny, a su hijo, Miguel, que en ese momento estudiaba en Estados Unidos, y en la conversación se oyen claramente comentarios que dirige el acusado a éste último.

Fanny informa a su hijo de que se acaba «de enterar de la foto que pusiste el otro día» en Instagram, un «selfie» con la leyenda «Jaque Mate» que retiró al poco de colgarla, y le comenta que es un «gilipollas» porque, recuerda en un tono dolido a su hijo, «era mi madre, Miguel, tu abuela».

Fanny prosigue que ese acto demuestra que es «un inmaduro: lo sigues demostrando», y en este momento se escuchan las recriminaciones del padre y único acusado para que le escuchara su hijo: «Te cojo del cuello y te doy dos hostias».

Después de oír varias veces a su madre pedirle «madura, hijo», la conversación telefónica termina con un «vale» en tono de disculpa del hijo de Fanny y Miguel López.

Negocios en Iberoamérica

Por otra parte y según consta en las grabaciones, Miguel López, atribuía del asesinato a un ajuste de cuentas por la gestión de los negocios familiares en Iberoamérica, que llevaba su cuñado y primogénito de la víctima.

Así se ha escuchado en varias conversaciones intervenidas por la Policía Nacional del teléfono de López que han sido reproducidas hoy.

En uno estos «pinchazos» reproducidos a propuesta del fiscal, López explica cuatro días después a un amigo que «el 80 por ciento de los ingresos vienen de Sudamérica», en referencia a la facturación de Samar, la empresa familiar centrada en el sector del plástico que operaba en varios países iberoamericanos.

Y prosigue que «a alguien le estamos haciendo daño» antes de citar México, Colombia y Perú como algunos de los países donde podía darse esta situación a partir de unas gestiones empresariales que llevaba directamente Vicente Sala Martínez, de quien asegura que «no contaba nada» al resto de la familia de sus actividades en la otra parte del Atlántico.

«Tengo muy claro que viene de ahí abajo», añade López a su interlocutor en referencia a los países iberoamericanos, donde repite que allí «se ha jodido a alguien».

Esto le lleva a conjeturar, incluso, que el asesinato podría ser «un aviso» para su cuñado, Vicente, en el sentido de «machote ¿vas a pagar? O ¿vas a dejar el negocio?».

En otras llamadas critica que su cuñado primogénito de los Sala-Martínez se reuniera con sus abogados y asesores a las pocas horas del asesinato, y confiesa que esta actitud da qué pensar a sus hermanas: «Lo de Vicente no tiene nombre, es vergonzoso».

Aunque en algún momento comenta que Vicente está «muy afectado» por lo sucedido, también opina que su cuñado «es un actor profesional» hasta el punto de añadir que «le van a dar un Óscar».

En esta línea, López expresa en las llamadas su convencimiento de que Vicente Sala Martínez “algo en la cabeza tiene” en torno a de quien puede ser la autoría del crimen y siempre por los negocios en el extranjero: «Por algún sitio, Vicente a alguien ha jorobado».

En un extracto de una llamada del día 17 comenta a un amigo que lo ocurrido en Novocar «le venía de coña» a su cuñado y agrega el refrán de «poderoso caballero es don Dinero».

A partir de ahí, López aclara a sus amistades que las hipótesis que comienzan a aparecer en la prensa que apuntan a las desavenencias familiares son falsas ya que «no ha sido la familia», por lo cual cree que la Policía debería «espabilar» e indagar por otro lado.

Por ejemplo, «como nos ha pasado tantas veces» en su concesionario, Novocar, la opción del robo, sobre la que en una conversación dice que su suegra era «descerebrada» y podría haber, incluso, pegado una «bofetada» al hipotético ladrón, lo cual habría desencadenado los disparos.

En las conversaciones reproducidas ante las seis mujeres y tres hombres del jurado, López tilda a su suegra como una «mujer muy volátil, que hoy dice blanco y mañana negro, o te quiero un montón» y también reitera en numerosas ocasiones: «No sabes lo que me jode que haya sido allí», en referencia a Novocar.

Del mismo modo, insiste en que ha sufrido mucho por el asesinato con comentarios como que ha perdido entre 3,5 y 4 kilogramos de peso en unos días porque no le «entra» la comida, o que a veces cuando conduce se echa «a llorar».

La sesión ha comenzado con el testimonio de dos policías que han indicado que en la mano izquierda de María del Carmen Martínez se hallaron restos de ADN pero que no eran del acusado y que en la derecha se encontraron otros que resultaron ser de uno de los sanitarios que la atendieron cuando yacía en el concesionario.

Han señalado que en las vainas de las balas había rastros biológicos pero tan mínimos que no arrojan resultados concluyentes, en un caso en el que se han tomado muestras de ADN a 32 personas entre empleados de Novocar, policías y personal médico.

Dos policías y otras conversaciones telefónicas «pinchadas» por la Policía Nacional en las horas y días siguientes al crimen han sido reproducidas en la decimosexta sesión de un juicio, que está previsto que concluya mañana con los informes de las partes.

Un día después, el 7, se hará entrega a los miembros del jurado el objeto de veredicto para su deliberación, lo cual se producirá a partir de ese momento en la habitual situación de incomunicación.