Bruselas

El alcalde Ribó se lleva a sus escoltas también a los viajes al extranjero

El primer edil dijo que no llevaría guardaespaldas, y ahora le acompañan hasta a Noruega

El viajero Joan Ribó en la foto superior, conversa con las alcaldesas de Roma y de Turín. A la derecha, en Noruega, en un congreso de alcaldes, y abajo en una sesión del Consejo de la FAO
El viajero Joan Ribó en la foto superior, conversa con las alcaldesas de Roma y de Turín. A la derecha, en Noruega, en un congreso de alcaldes, y abajo en una sesión del Consejo de la FAOlarazon

El primer edil dijo que no llevaría guardaespaldas, y ahora le acompañan hasta a Noruega

El alcalde que prometió que no llevaría escoltas porque -dijo- «hablaría con los vecinos para solucionar cualquier problema», ahora lleva protección incluso cuando viaja al extranjero, donde, probablemente, ningún vecino sabe quién es Joan Ribó.

Según ha podido constatar LA RAZÓN, Ribó ha viajado escoltado por policías locales valencianos a Roma en dos ocasiones; otra vez, al Vaticano; también a Bruselas y recientemente a Stavanger (Noruega).

Al menos en estos cinco viajes internacionales, el alcalde ha ido acompañado por policías, además de otros integrantes de su séquito.

El gasto que ha originado a las arcas municipales la protección del munícipe fuera de España supera los 5.500 euros.

La partida destinada a su protección, que aprobará Ribó en los próximos presupuestos para 2018, se acerca a los 700.000 euros.

Por orden cronológico, el primer viaje que ha podido constatar LA RAZÓN (podría haber más), se produjo el 12 de octubre de 2016. Joan Ribó se desplazó a Roma para mantener una reunión con las alcaldesas de Roma y de Turín. Hablaron «de las grandes líneas de la gestión municipal, de urbanismo, de alimentación saludable y de mejora de los servicios sociales». También mantuvo un encuentro con la excomisaria europea Emma Bonino, y el representante de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ante el Vaticano, Fernando Chica.

En ese viaje, Ribó llevó dos escoltas que originaron un gasto de 1.705,5 euros. Además, el séquito estaba integrado por un asesor y por la concejal Consol Castillo. Regresaron el día 16 de octubre. El coste total del viaje fue de, al menos, 4.860 euros.

Dos días más tarde, Ribó marchó a Bruselas para participar en el encuentro Solidacities, fruto del cual se celebraron en Valencia las jornadas «Euromediterráneo de Solidaridad con las Personas Refugiadas-Solimed» los días 25 a 27 de noviembre de ese año.

Al igual que el viaje anterior, el objeto del mismo se asimila difícilmente con las competencias propias del gobierno municipal.

A Bruselas el alcalde también llevó dos escoltas lo que incrementó el precio del viaje en 777,36 euros.

Del ocho al diez de diciembre de 2016, Ribó participó en la cumbre de alcaldes celebrada en el Vaticano, dentro del encuentro internacional «Europa, los refugiados son nuestros hermanos».

En dicha reunión, Ribó dijo que la ciudad de Valencia va por delante de la actitud del Gobierno de España en cuanto a la defensa y ayuda a los refugiados», lamentando que las competencias en esa materia sea de los gobiernos nacionales y de la UE.

Nuevamente, Ribó marchó con dos escoltas al Vaticano lo que supuso un gasto de 1.313 euros.

Además, también se desplazaron un asesor del alcalde, la jefa de Gabinete, Esther Tarín; y el concejal de Cooperación, Roberto Jaramillo. El coste total de este viaje de dos días fue de, al menos, 4.178 euros.

El 25 de abril de 2017, el alcalde asiste en Roma a una sesión del consejo de la FAO en el que Ribó propuso avanzar en una política alimentaria «que garantice la salud y la calidad, además de erradicar la pobreza. En aquella reunión, Ribó invitó a los alcaldes de las grandes ciudades a participar en la cumbre que se celebró en Valencia el mes pasado.

En este viaje, Ribó reduce el acompañamiento de escoltas a solamente uno. Su desplazamiento y alojamiento supone un gasto al erario de 392 euros.

También integran la comitiva del alcalde de Valencia, un asesor y el comisionado para la Capitalidad Mundial de la Alimentación, Vicente Domingo.

El importe total del viaje fue de, al menos, 1.643 euros.

El último de los viajes de los que ha tenido constancia La RAZÓN se produjo el 23 de septiembre y su destino es un curioso encuentro de alcaldes en Noruega, concretamente en la localidad de Stavanger.

Nuevamente, el motivo del viaje no es la política municipal, el urbanismo o el medio ambiente urbano, sino la «alimentación sostenible», competencia difícilmente incardinable en las competencias municipales.

El Global Parliament of Mayors o Asamblea Mundial de Alcaldes fue creada en 2014 en la ciudad de La Haya basada en las ideas del activista norteamericano Benjamin Barber, quien pretendía la colaboración entre ciudades del mundo para hacer frente a los desafíos de la globalización como la inclusión, la migración o el cambio climático. Aparentemente, el Global Parliament of Mayors no cuenta con el respaldo de ningún organismo oficial.

Ribó tuvo una intervención el día 26 en el plenario de alcaldes y los días anteriores participó en encuentros y mesas redondas. Además de Ribó, los únicos ediles españoles asistentes fueron los de Sabadell y Barberá del Vallés.

En este viaje a Noruega, Ribó redujo su escolta nuevamente a solo un agente, lo que supuso un desembolso de 1.317 euros. Le acompañaron un asesor del alcalde, el comisionado Vicente Domingo y la jefa de gabinete de Ribó, El coste total fue de, al menos, 5798 euros.