Déficit autonómico
El Consell denuncia un chantaje de Montoro con los créditos estatales
O la Comunitat Valenciana cumple con las normas impuestas por el Ministerio de Hacienda en materia de gasto, o puede quedarse sin los créditos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) concedidos por el Estado, y con los que se pagan las facturas a los proveedores. Así lo aseguró ayer el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, durante la presentación del informe sobre financiación autonómica remitido al Gobierno central.
En el mismo queda patente lo que se viene repitiendo desde hace años: la Comunitat Valenciana está infrafinanciada hasta niveles «inconstitucionales». Es, dijo Soler, un «escándalo democrático» que debe ser tratado «como un problema de Estado». Según los cálculos efectuados por la Conselleria, la Comunitat ha acumulado un déficit de inversión entre los años 2002 y 2013 de 12.433 millones de euros.
Esta cifra, explicó el secretario autonómico de Financiación, Julián López, representa algo más del 50 por ciento de la deuda acumulada por la región durante estos años. Esto significa que si la región hubiera recibido el mismo dinero que la media, se hubiera evitado toda esta deuda, más los intereses que genera. Además, si el dinero percibido hubiera sido como la Comunidad Autónoma mejor financiada, no solo no se tendría ese débito, sino que habría un superávit de 20.000 millones.
Por lo tanto, indicó Soler, buena parte del aumento de la deuda de la Comunitat durante los últimos años se debe a la falta de aportaciones estatales, por lo que el actual Consell «no tiene por qué asumirla». Una situación que puede caldear bastante el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se podría celebrar en septiembre o diciembre.
El informe concluye que para que el saldo de las balanzas fiscales valencianas fuera cero, tendría que recibir 1.453 millones de euros más, pero para que estuviera en el nivel que le corresponde por su renta -la Comunitat está doce puntos por debajo de la media- la cifra que la falta es de 4.424 millones. Es decir, la necesidad de inversiones por parte del Estado asciende a 5.877 millones de euros.
El conseller, quien calificó las cifras de «dramáticas y crueles», reivindicó un cambio de modelo de financiación «sustantivo», ante lo cual no se mostró muy optimista en el caso de que tras las Elecciones Generales siga gobernando el PP. Ahora bien, si hay un cambio de signo a favor de los socialistas, el conseller aseguró que su mensaje en Madrid será el mismo.
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