El urbanismo que viene, ni salvaje ni depredador

En medio año la normativa en materia urbanística volverá a cambiar. El objetivo será poner coto al urbanismo «depredador» que, según la consellera de Viviendas, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, ha dominado la Comunitat Valenciana en los últimos años.

Salvador consiguió adelantarse un día a la decisión de Les Corts y anunció el inicio de los trámites para modificar la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup).

Se trata de una norma aprobada en julio de 2014 que ponía fin a la avalancha de leyes urbanísticas hijas del «boom» inmobiliario. Al equipo de la entonces consellera de Territorio, Isabel Bonig, le llevó tres años unificar las cinco leyes y dos reglamentos existentes en un solo texto legal. El resultado fue el buscado puesto que recibió la bendición de las instituciones europeas, que tanto habían cuestionado el modelo valenciano.

Tampoco recibió el rechazo total del que entonces era el principal partido de la oposición. El PSPV se abstuvo en la aprobación de la misma y el ahora subsecretario autonómico de Conselleria de Vivienda ya dijo en el debate parlamentario que se encargaría de «redondear» la ley cuando accediesen al poder en 2015.

Fue una predicción de lo más acertada. Ahora, sentado en los mandos de este Departamento podrá ejecutar lo prometido, eso sí, con el apoyo de un círculo de 20 expertos agrupados bajo el nombre «Espai Territori: experts per un nou urbanismo», que propondrán cómo hay que reformar la Lotup.

Todos ellos estarán vigilados muy de cerca por Les Corts. Al día siguiente de constituir este foro, el Parlamento valenciano aprobaba una propuesta conjunta de Ciudadanos y Podemos para solicitar al Consell un cambio de legislación.

De entrada, el acuerdo parlamentario ya va más lejos de los objetivos marcados en el foro. Con los únicos votos en contra del PP, Les Corts acordaron instar al Consell a eliminar la figura de la Actuación Territorial Estratégica (ATE).

El grupo de expertos identificaba esta figura como uno de los problemas inmediatos que abordar, aunque no hablaba de su supresión. Entre la lista de prioridades marcaron la actuación sobre los núcleos de vivienda diseminados- que van de la legalidad a la alegalidad- los PAI fantasmas- aquellos que nunca fueron legalmente aprobados pero que se encuentran paralizados o los problemas en las marjales.

A día de hoy, Salvador ya ha tomado decisiones importantes, como la moratoria de un año en los planes urbanísticos del litoral, así como la aprobación de la Estrategia Territorial.