Valencia

Fabra consigue la renuncia de Rafael Blasco

El diputado se defenderá para volver a ingresar en el grupo popular. Asegura que no «jugará a la contra»

Blasco salió de su despacho en el grupo popular hacia el mediodía
Blasco salió de su despacho en el grupo popular hacia el mediodíalarazon

valencia- El diputado Rafael Blasco ya es desde ayer, miembro y fundador en esta legislatura, del grupo mixto de Les Corts Valencianes. Y además, por voluntad propia, ya que no permitió que su grupo le expulsara, sino que él tomó la decisión de irse y así lo comunicó mediante escrito ingresado en el registro de la Cámara y dirigido a la Mesa de Les Corts.

En dicho documento, Blasco señala que «el pasado 22 de junio tuve conocimiento, a través de los medios de comunicación, que el Comité de Derechos y Garantías del PP había acordado incoar expediente disciplinario (...), suspender cautelarmente de militancia (...)inhabilitarlo para el desempeño de cargos públicos».

Y lamenta que «en ningún momento se me ha concedido el trámite de audiencia para poder presentar mis alegaciones o al menos saber cuáles son los fundamentos de dicha resolución del Comité». Obvia el diputado que el presidente del Comité de Garantías, Alfredo Castelló, le llamó para comunicarle la decisión tomada y mantuvo con él una conversación de trece minutos. Según el entorno de Blasco, Alfredo Castelló llamó para disculparse. Sí que es cierto que en ningún momento fue requerido para explicarse.

También parece cierto que en la mañana de ayer, Rafael Blasco, no había recibido el pliego de cargos, ya que lo reclamó al diputado Rafael Maluenda con quien coincidió en el pasillo, sin que éste le rebatiera. Sin embargo, desde el partido se aseguró que sí se le había enviado el documento.

Fuentes próximas a Blasco señalaron que dicho documento ni siquiera estaba en Les Corts ayer.

Volviendo al escrito del ya ex popular, éste narra que «en esta misma situación de indefensión se me convoca para el día de hoy (por ayer) a una reunión del grupo parlamentario en la que es imposible defenderse frente al acuerdo del Comité de Derechos sin un conocimiento previo de los motivos de la misma».

Y reconoce que «estas circunstancias están generando una tensión entre los miembros del grupo popular por cuanto hay compañeros que me han manifestado su decisión de no acudir a dicha reunión e incluso algunos de asistir y votar en contra».

Niega que esté en su ánimo «contribuir, en estos momentos de serias dificultades para la sociedad valenciana, a que pueda abrirse en el grupo popular la menor polémica que dé una visión distorsionada del funcionamiento de dicho grupo».

Reitera que en todo momento «he defendido el proyecto político y los compromisos electorales del PP. Así ha sido hasta el momento, y así será mientras continúe de diputado de Corts»

Y por todo ello manifiesta su voluntad de pasar al grupo de los no adscritos (antes llamado mixto), eso sí, dejando patente su voluntad de que, si prospera su recurso contra su expulsión, solicitará su reincorporación al grupo «popular» de Les Corts.

Esta reincorporación debe aceptarla expresamente el síndico portavoz, en este caso, Jorge Bellver, aunque ayer hubo diputados que recordaron que la decisión era de Bellver, siempre que no la ordenara un juez...

Una vez presentó Blasco su escrito, se reunió con la dirección del grupo, en el despacho del veterano Rafael Maluenda, no en el del síndico Bellver. Al cónclave asistieron además del interfecto y Maluenda, Jorge Bellver y la presidenta del grupo, Marisol Linares.

Allí Blasco les reprochó las formas y les echó en cara que ni siquiera tenía los cargos que le imputaban para tirarle del partido, pero les aseguró que no iba a jugar a la contra ni iba a ir contra el Partido Popular en las votaciones, desde su nueva condición de no adscrito. Inmediatamente, la reunión de las seis de la tarde se suspendió.

Desde Presidencia de la Generalitat se sostenía que el poder de Fabra había hecho retroceder a Blasco al darse cuenta de que iba a ser derrotado. Es decir, que el jefe del PPCV había ganado la partida porque el grupo iba a aprobar mayoritariamente su expulsión.

La derrota era obvia, pero las ausencias hubieran dado mucho que hablar. Se daba por seguro que no iría Alfonso Rus que así se lo dijo en persona a Fabra el lunes tras enterarse de todo «por la prensa»; y se elucubraba con las ausencias al menos de Rita Barberá, Francisco Camps, el propio Juan Cotino y Sonia Castedo, aunque solo se había pronunciado públicamente el presidente de la Diputación de Valencia.

En el grupo popular de Les Corts había cierto malestar por la imagen de caos reflejada en la prensa de todo este proceso y se atribuían el diseño preciso del mismo tal y como había resultado. Ellos lo consideraron todo un logro.

Si hubieran presentado 28 firmas

La propuesta original que el lunes se puso sobre la mesa de recoger las 28 firmas necesarias para constatar una mayoría absoluta suficiente para expulsar a Blasco, y de la que ya nadie asume la paternidad, podría haber incurrido en tres delitos o faltas. Administrativamente podría haber sido un acto nulo. Amparándose en la doctrina constitucional, el diputado Blasco podría haber alegado indefensión, y además de todo ello, la Mesa de Les Corts podría haber incurrido en prevaricación si hubiera aceptado las firmas. Así se lo explicó la Mesa a la dirección del partido y del mismo grupo parlamentario cuando su opinión fue requerida hacia el mediodía. La explicación de la Mesa se basó en el criterio unánime de los letrados del Parlamento que, al parecer, tampoco habían sido consultados hasta ese momento. A partir de entonces, se aceptó convocar al grupo.