Operación Policial

Intervienen 574 puros caliqueños en un piso donde trabajaban 9 mujeres

La Policía Local de Valencia ha intervenido 574 puros caliqueños de un piso convertido en una fábrica sin licencia donde trabajaban nueve mujeres durante nueve horas y media diarias.

La Policía Local de Valencia ha intervenido 574 puros caliqueños de un piso convertido en una fábrica sin licencia donde trabajaban nueve mujeres durante nueve horas y media diarias.

El dueño del negocio, que ya fue denunciado el año pasado por contrabando, puede haber cometido un delito contra los derechos de los trabajadores, defraudación de fluido eléctrico, una posible infracción de contrabando y varias posibles infracciones contra la Seguridad Social por tener trabajadores sin estar dados de alta, ha informado la Policía.

El pasado miércoles la Policía Local realizó la inspección de un inmueble de la calle Marqués de Guadalets, al haber indicios de que en su interior se podían estar elaborando puros caliqueños sin la preceptiva licencia.

Cuando los policías entraron en el bajo encontraron a nueve mujeres sentadas en sillas frente a dos mesas, cortando hojas de tabaco y elaborando puros caliqueños.

Sobre las mesas había picadura de tabaco, hoja entera, engrudo para pegar la hoja y cintas de papel de cierre para los mazos de puros elaborados.

Según la Policía, la respiración en el lugar era difícil por las partículas de tabaco que flotaban en el aire y como para el secado de la hoja utilizaban cal viva, el fuerte olor que desprendía irritaba la garganta.

Para todos los trabajadores había un grifo con agua corriente y un retrete, y el piso no contaba con botiquín de primeros auxilios ni extintores.

Además, parte de un falso techo se encontraba caído y el inmueble estaba totalmente cubierto de polvo.

En total se intervinieron 574 puros caliqueños y 13,440 kilos de hoja seca picada.

Tras consultar los archivos, los agentes comprobaron que el dueño del negocio ya fue denunciado el 13 de junio de 2013 por una infracción de contrabando ante Aduanas y ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por tener a siete trabajadoras en otra fábrica clandestina de tabaco en la calle Francisco Baldomá de Valencia.

Se da la circunstancia de que cuatro de estas trabajadoras son las mismas que las que durante esta inspección se encontraban trabajando en el inmueble.