José Císcar: «El agua de las desaladoras jamás irá a la agricultura»

Hace un par de meses sumó a sus ya muchas responsabilidades como portavoz y vicepresidente, las de conseller de Agricultura, un sector que se ha convertido casi en el motor de la economía valenciana en tiempos de crisis.

- Llegó hace poco a esta Conselleria, ¿cuál es su valoración inicial del estado de la agricultura valenciana?

- Tenemos un sector agroalimentario muy potente, que en estos momentos está tirando del carro de la economía valenciana. Es el único sector que en 2012 generó empleo neto y que lidera las exportaciones de la Comunitat, por lo que tenemos que considerarlo estratégico de cara a nuestro futuro. Todavía puede dar mucho más de sí.

- ¿No resulta un poco paradójico que teniendo un peso tan importante en el PIB de la región y en las exportaciones, los agricultores sigan quejándose de la falta de rentabilidad?

- Se han estado tomando medidas en los últimos años, pero creemos que la clave para mejorar viene de la mano de dos leyes estatales que están en trámite de aprobación, que es la futura ley de la cadena alimentaria y la de fomento del cooperativismo. Desde la Conselleria se han ido tomando algunas medidas que han ayudado, como las subvenciones para el seguro agrario.

- El sector se está convirtiendo en colchón del desempleo, ¿van a hacer algo para retener a esa gente en el sector?

- En la nueva PAC vamos a trabajar con todo el sector durante 2013 las líneas de ayudas para el periodo 2014-2020 y una de las medidas más importantes que queremos incentivar es la del relevo generacional y que se incorporen cada vez más nuevos y jóvenes agricultores al sector.

- ¿Cómo encaja la intención de la Generalitat de impulsar este sector, con la reducción en un 23 por ciento del presupuesto de la Conselleria de Agricultura para este año?

- Puede parecer paradójico, pero en unos momentos de tan grave dificultad económica tenemos que priorizar las políticas sociales básicas. A pesar de esa disminución, las ayudas que entendemos fundamentales para el sector las hemos mantenido. Queremos que los agricultores y las organizaciones que les representan sigan teniendo los incentivos necesarios para continuar. Nuestros agricultores no se van a ver perjudicados.

- Las asociaciones agrarias no dejan de reclamar la deuda contraída por la Generalitat, unos 300 millones de euros, ¿en cuánto tiempo cree que se les podrá pagar?

- Uno de los objetivos que me he marcado es que, en un sector tan necesitado como este, nos pongamos al día cuanto antes. De hecho, durante los últimos meses, hemos realizado pagos por encima de los 40 millones de euros y estoy convencido de que en los próximos meses nos pondremos al día.

- ¿Qué peso cree que debería alcanzar la agricultura en la economía valenciana?

- Tiene muchas posibilidades de crecimiento en la Comunitat. Tenemos que ser capaces de crear un sector agrario atractivo para la inversión de nuevos emprendedores.

- ¿Hasta qué punto ha influido la queja del presidente de AVA, Cristóbal Aguado, en la creación de la nueva Ley del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA)?

- La primera visita institucional que realicé como conseller fue al IVIA. Pensamos que este centro puede aportar muchísimo más, ha contribuido muchísimo a la agricultura valenciana y lo va a seguir haciendo. Queremos que sea el propio sector el que nos diga qué tiene que investigar de forma que esté más centrado en las necesidades del sector.

- ¿Tienen previsto algún cambio en los órganos directivos del IVIA?

- Tenemos previsto un cambio global en su gestión y funcionamiento.

- Ha repetido en varias ocasiones que no va a dejar de reclamar el agua que necesita la Comunitat, pero supongo que estará de acuerdo conmigo en que no es el momento económico más oportuno para trasvases...

- Sí creo que es el mejor momento porque por fin tenemos un Gobierno que es sensible a las necesidades de agua y con el problema que existe en esta Comunidad. El ministro ha dicho que quiere cerrar un gran pacto nacional sobre el agua, que se plasmará en un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN).

- Pero, ¿de qué manera llegará este agua?

- Somos receptivos a nuevas fórmulas. Lo que queremos es que llegue agua suficiente, de calidad y a unos precios que se puedan asumir.

- ¿Cree que veremos cómo riegan los agricultores valencianos con el agua de las desaladoras?

- El agua de las desaladoras jamás irá a la agricultura porque tiene un coste que los agricultores no pueden asumir. Lo que Zapatero y Narbona proyectaron como una solución, se ha convertido en un auténtico problema porque incluso para el abastecimiento humano puede llegar a ser cara. Las desaladoras son un ejemplo de despilfarro del Gobierno socialista, que actuó por intereses políticos y no dudó en cargarse un consenso que había costado mucho conseguir en materia hídrica.

- ¿Cómo se afronta el problema del reparto del Júcar con Castilla-La Mancha, sobre todo ahora que ya no es una autonomía políticamente enemiga?

- No consideramos enemigos a nadie. En el borrador de decreto de plan de demarcación hay algunas expresiones y matices que entendemos que pueden ser mejorados. Pero ya estamos en contacto con el Ministerio y estamos seguros de que la redacción definitiva atenderá estas cuestiones que creemos que en el decreto definitivo tienen que estar corregidas.

- A ese pacto nacional del agua, ¿podemos ponerle alguna fecha?

- No, es un logro de legislatura. No es fácil hacer un PHN y hacerlo sobre el consenso. Existe una nueva sensibilización en materia de agua pero lo primero, es cerrar los planes de cuenca. A nosotros nos afectan tres: el del Júcar, el del Segura y el del Tajo. En este último tenemos que estar porque de él va a depender el futuro de un trasvase que para nosotros es esencial e irrenunciable.

- ¿Recibe la Comunitat menos fondos agrarios de los que merece?

- Siempre vamos a exigir más fondos para la agricultura valenciana. Cuando se apruebe la PAC, serán los Estados los que tendrán que hacer la distribución interna de los fondos y vamos a estar ahí para conseguir la máxima aportación posible.