Valencia

«Sin estampación no sería Francis Montesinos»

FRANCIS MONTESINOS. El diseñador vuelve reforzado al mundo de la moda. Cerca de cumplir el 50 aniversario de su firma, Francis Montesinos presenta nueva colección el 15 de septiembre en Cibeles. Un retorno a las pasarelas en el que su afán y ambición continúan latiendo como el primer día

«Sin estampación no sería Francis Montesinos»
«Sin estampación no sería Francis Montesinos»larazon

FRANCIS MONTESINOS. El diseñador vuelve reforzado al mundo de la moda. Cerca de cumplir el 50 aniversario de su firma, Francis Montesinos presenta nueva colección el 15 de septiembre en Cibeles. Un retorno a las pasarelas en el que su afán y ambición continúan latiendo como el primer día

«Si algo siempre ha estado presente en la moda es la calidad y el saber hacer», las mismas que llevaron a Francis Montesinos a las más prestigiosas pasarelas. Tras cinco décadas de una pletórica carrera, ni el tiempo ni las circunstancias le han arrebatado la devoción y el ímpetu que le anclan a su profesión: la alta costura. Tras un 2015 repleto de tormentos, Montesinos regresa no solo con más fuerza sino con la ilusión que le remonta a sus inicios, cuando sin apenas alcanzar la mayoría de edad, ya confeccionaba sus propios diseños. Pronto, la distinción que define y distingue sus creaciones hicieron que el nombre de Francis Montesinos pasara a ser sinónimo de vanguardia. Cuarenta y ochos años de aquel entonces, inicia una nueva etapa con la entrada de un equipo rejuvenecido. Un cambio de era que, a diferencia de la primera, arranca con experiencia, madurez y un talento curtido.

- ¿Qué le gustaría cumplir en esta segunda época que no hubiera obtenido en una primera?

- Que la marca esté mucho más representada en todos los países como en los portales y blogs que ha traído Internet y las nuevas tecnologías. Todo lo innovador me fascina, trabajar con China y en cinco minutos poder conocer lo que están haciendo, simplemente a través del teléfono, es algo que te catapulta y emociona. En aquella primera época era impensable. Ambas tienen sus cosas buenas y malas, que termine un desfile y que las imágenes de la pasarela estén al instante en todo el mundo también da miedo. Es una moneda de doble cara, pero yo creo que es el futuro y está ahí, hay que luchar por él.

- El mundo de la moda no cabe ni decir lo arduo que es. Pero, ¿qué resulta más complejo llevar su nombre hasta la cima del panorama internacional o mantenerlo?

- Mantenerlo, crearlo lo haces sin darte cuenta. Mi nombre y mis señas de identidad fueron creándose con los años y, a mí me gustaba que se reconocieran. Intuitivamente en los estampados encontré la clave. Sin estampación no sería Francis Montesinos. De hecho, creo que han sido los más copiados internacionalmente.

- ¿Cómo se concibe que le plagien?

- Al principio era un halago pero cuando se reitera, deja de serlo y se convierte en una puñalada trapera. Una cosa es copiar un patrón, pero muy distinto es robar la intelectualidad. Creo que debería estar penado. En cualquier tipo de arte lo está y, sin embargo, no en la moda. De hecho, estoy recogiendo un proyecto sobre derechos de autor.

- ¿El diseñador debe ajustarse a lo que es tendencia o imponer su estilo personal?

- Si no antepones tu estilo es muy difícil que te reconozcan y que tu marca posea sus valores.

- Hablando de imponer. En 2007 decidió dimitir como presidente de la Asociación Pret-A Porter de la Comunitat debido, en parte, a que rechaza las imposiciones. Un gesto que derrocha personalidad.

- Con más de 50 años de trayectoria me considero un profesional, por lo que no pueden decirme

cómo dirigir una pasarela, y más en moda que es un acto de libertad.

-Suscita la atención que la marca Francis Montesinos colabore, a su vez, con empresas especializadas en otros sectores.

- A veces el textil es lo que menos vendes, y acaban siendo más importantes las licencias o los perfumes. Los accesorios son lo que verdaderamente hacen que seas una marca. Si te quedas solo con un textil es porque no llegas a cruzar ese charco. Además, lo que más me gusta es cualquier cosa que aún no haya hecho como el cava de Montesinos o la Coca Cola, incluso una cerveza que estamos proyectando, los bombones que hicimos también. Todo lo nuevo motiva y halaga.

- En relación a la satisfacción, ¿qué es más gratificante que las grandes marcas admiren y apuesten por su trabajo o el halago del público al que se dirige?

- Cada cosa tiene su medida. Todo es de agradecer, hasta el halago del cliente más insignificante. Vestirse es una comunión entre dos partes y si no existe devoción mutua no terminan de casar.

- Y, ¿con respecto a los premios? Porque, sin duda, no los ha echado en falta.

- Tuve que hacer hasta una vitrina porque no me cabían. La Aguja de Oro, la Medalla de las Bellas Artes, la distinción que me otorgó el Rey. De entrada nunca pensé que los iba a recibir, ¿qué tenía yo que ver con el Cante de las Minas? Estaba extrañado con que me concedieran el premio del festival más importante del mundo del flamenco, pero cuando pasaron aquel video de las imágenes más flamencas de Montesinos durante más de 20 años, dije: ahora acabo de entender el por qué, por todas las aportaciones.

-¿Considera que las marcas que apuestan por los precios bajos le están ganando terreno a la alta costura?

- Me gustaría decir lo contrario, pero sí, es la realidad.

-Sin embargo, ¿comparte aquello de que lo barato acaba siendo caro?

- Es una verdad más que un santo. Si algo ha estado siempre presente en la moda es la calidad y el saber hacer. Una vez una clienta me dijo: «No sabes la ropa que guardo suya. Mis hijas están como locas poniéndoselas», y es porque resisten, pueden pasar de tu madre a ti y de ti a tu hija. Es ropa de corazón, una herencia. Aunque, por el otro lado piensas, qué rabia porque si se rompiera ya se habrían comprado otra.

- ¿Qué ha de tener un o una modelo para trabajar con usted?

- Saber hacer y que entiendan mi marca. Tan solo hay que ver la foto a doble página de Vogue que es un escándalo de bonita por la gracia y elegancia con la que está desfilando la modelo portando el abanico, que, por cierto, era de mi madre.

- Respecto al modelaje, ¿Qué opinión le merece los y las blogger?

- Están haciendo un gran papel pero yo creo que ver desfiles enseña más que cien fotos.

- ¿Qué sucede en este país que tanto apoyo se echa en falta en el mundo del arte y de la moda?

- Es un problema cultural, se tiende a valorizar más a lo de fuera que a lo de dentro y los primeros

en cambiarlo debemos ser nosotros. En España la cultura del arte y de la moda deja mucho que

desear.

- ¿Qué consejos le daría a los jóvenes diseñadores que persigan dar sus primeros pasos?

- Mientras trabajen todo va a ir hacia delante. El saber hacer solo se consigue equivocándote. El 80 por

ciento de mi moda está hecha a base de equivocaciones, por lo cual también es una virtud. Solo uno aprende a base de errores.