Política

Ayuntamiento de Madrid

Carmena desmantela el único punto morado permanente

Acampada Feminista lleva desde el 22 de junio asentada en Sol. Afirman que han intervenido en agresiones sexuales y de acoso callejero, pero el Ayuntamiento no les renueva el permiso.

Mujeres se congregaron ayer en Sol para evitar el desalojo de las carpas
Mujeres se congregaron ayer en Sol para evitar el desalojo de las carpaslarazon

Acampada Feminista lleva desde el 22 de junio asentada en Sol. Afirman que han intervenido en agresiones sexuales y de acoso callejero, pero el Ayuntamiento no les renueva el permiso.

Hoy se cumplen 70 días desde que un grupo de mujeres decidiera montar un punto de apoyo a otras chicas y visibilizar las diferentes situaciones de machismo que sufren las madrileñas a diario. Concretamente, fue el 22 de junio cuando montaron un pequeño «campamento» cerca del metro de Sol desde el que da asistencia a todas las mujeres que se decidían a acudir a él. «Somos el primer punto morado permanente que existe en España», aseguran desde su organización de Acampada Feminista. «Durante estos 69 días, se ha trabajado en visibilizar las violencias machistas, redactar propuestas concretas que llevar a las administraciones pertinentes y servir de punto de encuentro feminista, organizando eventos públicos y gratuitos. Pero, sobre todo, sus integrantes han intervenido en numerosos casos de agresiones sexuales, acoso callejero y otras violencias», dicen en la petición que iniciaron ayer y que, pasadas las 20 horas ya recogía 3.500 firmas en la plataforma Change.org.

¿Su demanda? Que el Ayuntamiento les permita seguir en Sol. La agrupación explica que «desde la coordinación del Distrito Centro de la ciudad se ha decidido alterar la renovación de su permiso, limitando su funcionamiento a un número concreto de horas al día e imposibilitando tener una estructura. Se impide de esta forma la continuación del trabajo de estas personas y, sobre todo, se les prohíbe la asistencia que ofrecen por las noches, momento de mayor afluencia de agresiones».

Desde el Ejecutivo de Carmena, sin embargo, la única opción que se les da es que busquen otra ubicación y se la comuniquen a la Junta del distrito Centro, que deberá aprobarla.

El Ayuntamiento, como explican a LA RAZÓN, no consideran este movimiento si no como «un punto informativo» y «cuya autorización deberá cumplir las condiciones habituales en estos casos: permitir el tránsito peatonal de la zona, el acceso a fincas y vados, salidas de emergencia, transporte público y zona de peatones, y permitir el desarrollo de los servicios públicos habituales (limpieza y gestión de residuos, entre otros)». Es este último punto el que argumentarían que incumplen. El Consistorio insiste en que «el punto de información sigue autorizado, en horario de 10 a 22 horas», es decir que, cada noche, desmonten las tres carpas que tienen instaladas y las vuelvan a erigir al día siguiente.

«El único requisito que le exigimos al coordinador de Centro cuando solicité el permiso es que nos permitieran estar 24 horas porque son las horas de madrugada cuando más necesarias somos», explica a este diario Myriam, una de las portavoces de Acampada Feminista. El Ejecutivo madrileño insiste en que el permiso que han tenido siempre ceñía su horario de 10 a 22, sin embargo, «yo tengo un papel firmado por el coordinador en el que se indica que podemos permanecer todo el día», insiste la portavoz mientras se dirige a la Puerta del Sol donde convocaron una sentada a partir de las 22, hora en la que finaliza su permiso. «Tememos que la Policía Municipal actúe y nos desalojen, por eso hemos pedido el apoyo de todas las mujeres que pudieran venir», dice Myriam.

Para este colectivo, permanecer durante la noche es básico porque «es cuando más actuaciones hemos realizado». Aunque no llevan una contabilidad exacta, «habremos atendido a unas 20 chicas», por casos relacionados con acoso o de violencia de género. «Unas compañeras pudieron evitar una agresión en un portal cercano donde dos chicos intentaron violar a una chica». Otra madrugada, «detuvimos una situación de violencia de género».

Myriam, durante esta semana, ante la previsión de que se les agotaba el permiso, insistió «varias veces a la coordinación de Centro para que nos renovaran el permiso. Al principio me aseguraron que no había problema, pero tras varias llamadas me dijeron que ya no podíamos estar 24 horas». La portavoz asegura que el Ayuntamiento ha estado jugando todo este tiempo a «una guerra de desgaste». «Nos hemos ido adecuando a todas las condiciones que nos han puesto y nosotras nos íbamos adaptando porque lo que buscábamos era una relación cordial para mantenernos en Sol».

Hace algo más de un mes, «ya sufrimos un intento de desalojo por parte de la Policía Municipal, que nos mandaron a los trabajadores de limpieza, pero conseguimos detenerlos».

Empezaron siendo un grupo de entre 15 y 20 mujeres y ahora superan el medio centenar. «A nosotras lo que nos gustaría, como le explicamos al Ayuntamiento, es convertirnos en un punto fijo, que permanezca todo el año».