Cuatro mítines y dos incógnitas en el debate sobre la ciudad

Carmena reaparece tras su accidente y «venderá» sus logros de cara a las elecciones. La oposición, sin candidatos firmes en PP y PSOE, podría anticipar la oferta de su partido para los comicios

Hoy se escenifica el debate sobre el estado de la ciudad, después de ser aplazado por el accidente que la alcaldesa, Manuela Carmena, sufrió en su casa al tropezar con los cables del ordenador. Es el último debate del actual mandato y, en consecuencia, una representación en dos actos: balance de lo que se ha hecho o dejado de hacer, y apunte de lo que se puede prometer de cara al futuro, que nos llevará al encuentro con las urnas, el próximo mes de mayo. De seguro el gobierno de Ahora Madrid va a hacer un diagnóstico extraordinario sobre el estado de la ciudad. En cuanto a la oposición, PP y Ciudadanos, coincidirán en una situación inquietante que puede hacer que Madrid acabe en la UVI, mientras que el PSOE se situará en zona de nadie, a fin de evitar roces con el gobierno al que apoyó, y con el que puede cohabitar durante el próximo mandato.

Desde el punto de vista político, se puede decir que hoy se da el pistoletazo de salida a la precampaña electoral. Tradicionalmente lo ha sido en mandatos anteriores y, en esta ocasión, con mayor intensidad, dada la igualdad de fuerzas y lo ajustado de los sondeos sobre intención de voto.

El gobierno de Ahora Madrid, formado por una amalgama de partidos de la izquierda radical, hará un diagnóstico triunfalista sobre el estado de la ciudad. Llegaron al gobierno de Madrid con la promesa de hacer una ciudad más justa, abierta y equilibrada, y buscarán argumentos para demostrar que lo han conseguido, aunque la realidad es bien distinta desde el análisis de distintos expertos:

Madrid es hoy una ciudad más insegura en el orden ciudadano y jurídico, repleta de ocurrencias que no han dado su fruto, o que, simplemente, no se han llevado a cabo; una ciudad que carece de un proyecto de futuro porque el gobierno de Manuela Carmena no ha presentado ninguna idea de ciudad, no ha bosquejado qué quiere que sea el Madrid de los años veinte de nuestro siglo, sólo ha salido adelante, con más pena que gloria, con muchos sudores y lágrimas, la Operación Castellana Norte, sin ninguna referencia a la otra gran actuación urbanística que duerme el sueño del desinterés: la Operación Campamento.

Seguro que en el balance de «fin de carrera», el gobierno municipal mostrará como dos de sus logros principales, el de una nueva política de lucha contra la contaminación y las medidas «anti coche» privado, para ganar espacio para el peatón, restándoselo al vehículo. Y en este capítulo cobrará especial relieve el proyecto de la Gran Vía y Madrid Central.

Será el debate de hoy una especie de reivindicación de la alcaldesa con su compromiso de cambiar la ciudad, y la promesa de seguir haciéndolo si en mayo de 2019 los partidos, agrupaciones, plataformas o similares que la apoyan, consiguen llevarla de nuevo a la alcaldía. Es posible que Manuela Carmena haga un guiño de intenciones, de cara al futuro, y de forma disimulada, o no, pida un voto de confianza. Esperemos que hable de fiscalidad municipal, de exigencias al gobierno central de Pedro Sánchez, de la suciedad que denuncian los vecinos de los distritos del sur, de las quejas de los comerciantes por la permisividad con el top manta y de la falta de coordinación en su equipo de gobierno, lo que la obligó al cese de algunos de sus concejales.

Cuarenta minutos de «Obras son amores»

Carmena asistió el jueves a la Junta de Gobierno, pero su primer acto público será hoy en el debate, donde buscará poner en valor el trabajo realizado desde junio de 2015. El debate comenzará con una intervención de la alcaldesa sin tiempo limitado, a la que sucederán los parlamentos de los portavoces de los grupos por un tiempo máximo de 20 minutos.

A la réplica de Carmena, también de 20 minutos, le seguirá una segunda intervención de cada uno de los portavoces, de diez minutos, que cerrará de nuevo la regidora.

Fuego cruzado

PP

Un discurso que también irá dirigido a Génova

Para el Partido Popular este no va a ser un debate cualquiera. Tiene el reto de recuperar el gobierno perdido. Se la juega José Luis Martínez Almeida. Es la ocasión que tiene de mostrar, con su análisis, que puede ser el candidato de Génova, contar con la confianza de Pablo Casado. Tiene mucha tela que cortar, porque el gobierno de Ahora Madrid tiene mucho por criticar, y hacer un buen resumen de la sombras puede evidenciar el grado de seguimiento, oposición y trabajo realizado por los populares en el Ayuntamiento, pero sobre todo, en la calle. Deberá obligar al Gobierno a desvelar algunas incertidumbres: ¿Qué plan alternativo de refuerzo del transporte público tiene pensando para salvar los efectos colaterales de la entrada en vigor de Madrid Central? ; ¿La idea de futuro de Carmena es cerrar toda la ciudad al tráfico privado?; ¿Hay un plan fiscal y un nuevo sistema impositivo?, y como colofón, hacer un balance exhaustivo sobre el grado de incumplimiento del programa de Ahora Madrid. Es más que probable que Martínez Almeida realice un anticipo de lo que puede ser la oferta de su partido de cara a los comicios, aunque no esté en la certeza de que sea el candidato.

PSOE

Último intento por ser críticos... pero sin excederse

El debate es la última oportunidad que tiene el PSOE para ser crítico con el gobierno al que ha venido apoyando durante toda la legislatura, y de esta manera, intentar «desmarcarse» de su responsabilidad en temas que podrían haber cambiado el rumbo de algunas decisiones podemitas. Los socialistas intentarán desvincularse de la izquierda radical, de cara al electorado y a los comicios, pero les queda un precipicio difícil de salvar: los presupuestos, cuyo apoyo no pueden negar al gobierno de Carmena, porque sería hipotecar acuerdos de futuro, no sólo en el Ayuntamiento, sino en la Comunidad. El gran problema al que se enfrenta el PSOE en este último debate es el de la incertidumbre sobre quién será su candidato/a a la alcaldía, conscientes de que, o ganan por mayoría absoluta, o tendrán que apoyar de nuevo a la izquierda radical, si quieren que Podemos lo haga con Ángel Gabilondo, como aspirante a la presidencia de la Comunidad. Se espera que en su intervención, Puri Causapié –que casi seguro no será la candidata–, haga gestos de crítica, pero sin excederse; eso sí, es previsible que anuncie algún apunte de cara al futuro, aunque, sin candidato, no será fácil.

Ciudadanos

A la búsqueda del voto del centro-izquierda socialista

Como corresponde a la situación electoral, a la cercanía de la cita con las urnas y al futuro del partido naranja, Ciudadanos intenta el máximo de aprovechamiento en esta última gran oportunidad que es el debate. Begoña Villacís, quiere ser la próxima alcaldesa, y buena parte de ello pasa por conseguir protagonismo. Es la única que tiene fuerza moral para presentarse como alternativa, porque ya tiene el papel de candidata por parte de su partido. El discurso de Cs será crítico, muy severo con el gobierno de Ahora Madrid y con el papel desempeñado por el PSOE, como partido que lo ha apoyado. Villacís intentará conquistar votos del centro-izquierda socialista, y, principalmente, del PP, consciente de que hay espacio para ganar las elecciones y después negociar la alcaldía. Villacís no coincidirá totalmente con el análisis crítico del PP, aunque lo comparta en buena parte, pero tratará de darle un tono diferente, quizá más beligerante, ofreciendo alternativas pare salvar los problemas que no ha sabido resolver la izquierda radical. Ciudadanos quiere ser diferente a Podemos, pero sin parecerse al PP, y ahí es donde su portavoz va a centrar la crítica, en el análisis de gestión, y de cara al futuro, en un apunte de oferta.