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Un piso en Lavapiés, el gran almacén de productos falsos

La Policía detiene a un hombre que tenía más de 11.600 artículos de imitación en su piso

Imagen del momento de la detención del distribuidor
Imagen del momento de la detención del distribuidorlarazon

La Policía detiene a un hombre que tenía más de 11.600 artículos de imitación en su piso.

Hace dos meses, la Policía Municipal detectó que la distribución y venta de productos falsificados estaba aumentando de forma notable, lo que alertó a los agentes y motivó la puesta en marcha de una exhaustiva investigación; el resultado, la incautación de la más amplia y variada mercancía para la venta ambulante hasta ahora vista en Madrid. Un total de 11.635 artículos que bien podrían ocupar los pasillos de unos grandes almacenes: prendas de ropa de todo tipo, complementos de moda como bolsos o relojes, equipaciones de fútbol al completo y, también, género de droguería. Todo ello guardado a buen recaudo en un piso en Lavapiés, hasta el que ha llegado la Policía siguiendo las pistas que comenzaron a estudiar en marzo la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial (UICJ) y la Unidad de Distrito de Centro Sur de la Policía Municipal.

La operación –anunciada ayer por la Policía Municipal– ha sido rápida y, por el momento, se ha cobrado un detenido dentro de esta trama con centro de operaciones en una zona en la que la venta ilegal en la vía pública comienza a ser la tónica del barrio. No obstante, tal y como ha podido comprobar la Policía a través de sus pesquisas, desde este piso de Lavapiés no sólo se abastecía individualmente a vendedores sin regulación que buscan a sus compradores a pie de calle, sino también a mercadillos e, incluso, a algunos establecimientos. Además, esta distribución «a gran escala» no sólo llegaba a Madrid, sino también a otros rincones de España, por los que se movían estas falsificaciones de las marcas más prestigiosas del mundo.

El hombre detenido era el nexo directo con los vendedores, el encargado de suministrar los productos a sus contactos, grandes y pequeños, pero, además de él –que ha pasado ya a disposición judicial–, hay dos investigados más por su implicación en un delito contra la propiedad industrial. Y es que, en el registro al piso en cuestión, se encontraron también 3.000 copias de etiquetas de una importante cadena de centros comerciales, así como también se halló dinero en metálico.

En cuanto a los daños económicos que podrían haber causado estos individuos con su práctica, la Policía los califica de «incalculables», pues estamos hablando de grandes perjuicios, por un lado, para las marcas falsificadas y, por otro, para el conjunto de la sociedad ante el fraude a la Hacienda Pública. Según cálculos de la investigación, la venta irregular de los más de 11.600 productos incautados habría dado unos beneficios de alrededor de 70.000 euros, aunque los artículos reales a los que pretenden imitar estas falsificaciones están valorados en un total de 400.000 euros.

Los otros golpes

La «Operación Dragón», en su fase más reciente, intervino hace unos días cerca de 2.000 artículos falsificados en el polígono industrial de Cobo Calleja, en Fuenlabrada.

Hace poco más de un mes, la Guardia Civil y la Policía desmantelaban en Madrid la mayor organización criminal china conocida en España. Entre sus actividades delictivas, estaba la falsificación de pantallas táctiles.

La «Operación Battery», del pasado mes de abril, destapó un almacén clandestino de pilas y memorias USB que gestionaban también ciudadanos chinos, de nuevo, en la nave Cobo Calleja.