El Ayuntamiento no perdona un euro al Orgullo Gay

Se acabó el ser magnánimos con el ruido que producen las fiestas del Orgullo Gay. Esta vez, el consistorio madrileño no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones que la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad (Aegal) hizo a las tres sanciones muy graves y una leve que se impusieron por las celebraciones del MADO 2012, entre el 27 de junio y el 1 de julio del pasado año.

En total, Aegal deberá pagar 14.000 euros por cada una de las tres infracciones muy graves por exceder en más de 7 decibelios en periodo nocturno, o de 10 decibelios en periodo diurno o vespertino, los límites de niveles sonoros permitidos. En el caso de la infracción leve, que supone una multa de 600 euros, el límite se superó en 3 decibelios. Dichos límites se habían incrementado respecto a los que exige la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica mediante una autorización expresa a Aegal por parte de la Dirección General de Control Ambiental, Transportes y Aparcamientos . En total, los empresarios para gays y lesbianas tendrán que pagar 42.600 euros.

Tras conocer el importe de las sanciones a finales de noviembre de 2012, Aegal interpuso un recurso de reposición que el pasado uno de febrero fue desestimado por los tribunales. Los empresarios organizadores del Orgullo Gay pueden interponer un nuevo recurso, esta vez contencioso administrativo, en un plazo de dos meses en el que podrán solicitar a su vez la medida cautelar de suspensión del pago de las cuatro multas. Sin embargo, debido a que la resolución de noviembre sobre las sanciones es firme en vía administrativa, Aegal tendrá que justificar que el pago de las multas, antes de que se dicte sentencia sobre este último recurso, supone y un perjuicio de imposible y difícil reparación.

Aunque el juzgado contencioso administrativo puede pronunciarse a favor de dicha medida cautelar, los empresarios de gays y lesbianas tendrán que presentar un aval de una entidad financiera que garantice el importe de las cuatro multas en caso de que, finalmente, la sentencia desestime su recurso y les obligue a cumplir con su abono.

Años de rebajas en las sanciones

Las fiestas del Orgullo Gay en la capital han estado en el punto de mira por la basura que generan y el ruido, que hace que muchos vecinos huyan de sus casas la última semana de junio. Lo llamativo es que, aunque no es la primera vez que reciben multas al respecto, las fiestas del 2012 son las primeras en las que el consistorio no perdona un euro del importe de las sanciones impuestas. La propuesta de multa de 35.000 euros del año 2010 se rebajó a 600 porque los dueños de los bares señalaron que el ruido se debió a las celebraciones del Mundial de Fútbol. La del año siguiente, de 60.000 euros, se archivó por defectos de forma, ya que estaba fechada el 31 de junio, fecha inexistente.