Ciempozuelos

El cocido y el chotis, fuera de los temarios de Primaria

El nuevo currículo de Historia eliminará los localismos. Las guerras mundiales y la Revolución Francesa sustituirán a los contenidos sobre folclore madrileño

El cocido y el chotis, fuera de los temarios de Primaria
El cocido y el chotis, fuera de los temarios de Primarialarazon

El nuevo currículo de Educación Primaria iniciará su andadura en septiembre con el inicio del nuevo curso. Al refuerzo de la Lengua, las Matemáticas y el Inglés, se une, en aplicación de la LOMCE, la supresión de la asignatura de Conocimiento del Medio como principal novedad. La desaparición de «Cono» significará, sin embargo, el desdoblamiento de su contenido entre las materias de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, en la que los alumnos de Primaria estudiarán Historia y Geografía. Y es precisamente en este punto en uno de los que la Consejería de Educación de la Comunidad ha querido dar un nuevo enfoque a los contenidos. El temario de Historia se organizará de forma cronológica con el objetivo esencial de que los escolares sean capaces de situar los hechos y personajes clave de la historia y la cultura de España. Y con una máxima por encima de todo: huir de los localismos. «Nos parece muy bien que un niño madrileño conozca el Manzanares o la sierra de Guadarrama», reconoce la consejera de Educación, Lucía Figar, «pero nos parece igualmente importante o más que sepa lo que es el Ebro, el Guadalquivir, el Guadiana, el Tajo o la Cordillera Cantábrica».

La aplicación de la LOGSE y de la LOE facilitaron precisamente la multiplicación de contenidos históricos y geográficos en los que lo regional primaba sobre lo español. Tras un intenso trabajo entre los responsables educativos de la Comunidad e historiadores de prestigio, la conclusión fue clara: el conocimiento global de la historia de España debe imponerse a los localismos. De entre los contenidos que se estudiarán a partir de ahora destacan hitos de la historia española y universal como la caída del Imperio romano, el descubrimiento de América, la Revolución francesa, el Dos de Mayo o las guerras mundiales.

De esta forma, el nuevo currículo de Primaria –que en septiembre comenzará a aplicarse en 1º, 3º y 5º de esta etapa– desterrará contenidos como los relacionados, por ejemplo, con las fiestas de la Comunidad. En uno de los manuales de Conocimiento del Medio utilizados en 4º de Primaria –de Anaya– los alumnos debían aprender, además de que en Madrid las festividades principales son las del Dos de Mayo y las de San Isidro, la importancia de «la fiestas de los Melones de Villaconejos». En otro de los libros de texto, de la editorial SM, también tenían su espacio la celebración del entierro de la sardina o los carnavales de Cadalso de los Vidrios, San Martín de Valdeiglesias y Canencia. El temario de los alumnos del cuarto curso de Educación Primaria también incluía apartados dedicados a la gastronomía madrileña, en los que se destacaba como típicos «el cocido, los callos, las rosquillas del santo, los buñuelos de viento, las almendras garrapiñadas, las torrijas y los churros». Y dentro del amplio apartado que estos manuales dedican al folclore, los niños estudiaban desde los bailes y danzas –«como la jota, el chotis, el bolero o las seguidillas»– hasta los trajes típicos, pasando por la artesanía, la alfarería o la forja, así como por el repaso de leyendas de Madrid –«narraciones cuya certeza nunca se ha comprobado», aclara el propio texto– como «La pisada del diablo», en las cercanías del Monasterio de El Escorial, o «La cueva de la mora», en la Pedriza.

En lo que respecta a los contenido de Historia, el temario constituye un sucesión de los hitos que marcaron cada época, pero sólo en lo que afecta a los límites de la región. Algunos de los manuales, por ejemplo, hacen hincapié en el estudio de cómo «del Neolítico, se han encontrado restos en las cercanías de Ciempozuelos, Arganda del Rey, Torrelaguna o Alcalá de Henares». De la etapa romana en la Península –a la que se dedica apenas unas líneas–, el foco se pone en cómo afectó su llegada a Madrid, que, como recuerdan los libros de texto, «pertenecía a la provincia Tarraconense». De las calzadas romanas únicamente se destacan las madrileñas; de los acueductos se precisa que no se han conservado en la región –«pero sí en la cercana ciudad de Segovia», se añade– y entre los puentes se destacan los de Fuenfría, Cercedilla y Talamanca del Jarama. En el manual empleado para Conocimiento del Medio en 4º de Primaria, se menciona, dentro del capítulo dedicado a la Edad Media, que «de los visigodos conservamos en el territorio madrileño pocos restos. De los musulmanes, en cambio, algunos más. Uno de los más importantes es lo que queda de la fortaleza o alcazaba que áun podemos ver en la ciudad de Madrid». Sobre la época musulmana, se subraya que existió una atalaya en Torrelodones «para controlar los pasos de las sierras madrileñas ante posibles invasiones cristianas». De la Edad Moderna, se subraya que «los madrileños vivieron épocas de bienestar y riqueza y otras de pobreza y crisis», al tiempo que se destacan como hitos el hecho de que Madrid se «convierta en la capital del reino» o que «los madrileños sufrieran en el siglo XVII epidemias graves». En lo que afecta a la Edad Contemporánea, el libro de texto pone de relieve la llegada a «nuestro territorio» de los primeros ferrocarriles, los tranvías eléctricos y la creación de nuevos barrios como los de Salamanca, Argüelles o Embajadores. Como acontecimientos destacables del siglo XX se pone en valor «la aprobación del Estatuto de Autonomía».

Sobre Geografía, los manuales insistían también en circunscribirse a los límites de la Comunidad. El estudio se centraba en las sierras de Somosierra –«su montaña más elevada es Peña Cebollera, con 2.129 metros de altitud»–, la de Guadarrama –respecto a la que se precisa que «es la más importante de las tres»– y la de Gredos. Y se completa esta información con la relacionada con la llanura en la que, destacan los manuales, «se hallan los páramos más importantes: el de la Humosa y el de Chinchón».

Educación respalda el criterio de empleo en la admisión de alumnos

El Gobierno regional ha indicado que el otorgar un punto en el proceso de admisión en el caso de que los padres del candidato tengan trabajo, como sucede en el colegio María Martín de Navalcarnero, «no es discriminatorio» con respecto a las familias en situación de desempleo porque ese criterio contemplado en la Ley Orgániza de Mejora de la Calidad Educativa. Educación explica que en lo referente a la admisión se contempla esta situación como criterio «público» y «objetivo» a la hora de establecer la baremación de la admisión en los centros públicos. En el mencionado colegio, tal y como establece la normativa vigente, su consejo escolar aprobó e hizo público con anterioridad al inicio del proceso el referido criterio complementario de cara al proceso de admisión de alumnos.