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Madrid

El «efecto frontera» de Madrid Central

El 23 de noviembre se activará el plan de movilidad de la zona centro. Vecinos de barrios periféricos como Chamberí denuncian su futuro colapso

La media para encontrar aparcamiento en la zona de Gaztambide o Vallehermoso supera los 15 minutos, según sus vecinos / Connie G. Santos
La media para encontrar aparcamiento en la zona de Gaztambide o Vallehermoso supera los 15 minutos, según sus vecinos / Connie G. Santoslarazon

El 23 de noviembre se activará el plan de movilidad de la zona centro. Vecinos de barrios periféricos como Chamberí denuncian su futuro colapso.

«El plan de Madrid Central lo único que busca es trasladarnos el problema de tráfico y de contaminación a los barrios periféricos. Descongestiona el centro para estrangular las zonas colindantes», afirman a este diario desde Chamberí Se Defiende, una plataforma vecinal que ha intentado en numerosas ocasiones conocer los planes del Ayuntamiento respecto a la movilidad de su barrio, pero que no han obtenido resultados: «Aún esperamos que nos muestren el estudio del impacto que han tenido actuaciones como las llevadas a cabo en la calle Santa Engracia o en Galileo». Eso sí, ellos ya han calculado que los maceteros colocados en las vías han terminado con unas 46 plazas y «si a ellas sumamos las que se han reducido por la colocación de los nuevos cubos de basura, podemos hablar de más de 500 en todo Chamberí», determinan desde la asociación.

Estos vecinos esperan con miedo la llegada del próximo 23 de noviembre cuando, como confirmó ayer Inés Sabanés, delegada de Medio Ambiente y Movilidad, empezarán las restricciones en la zona más céntrica de la almendra central. Eso sí, «por el momento sin sanciones», añadió. Esperarán hasta la entrada de 2019 para imponer las primeras multas. Las cuantías aún se desconocen porque este mes se espera que la nueva ordenanza de movilidad se apruebe en Pleno. Eso sí, lo que ha dejado claro tanto la responsable de Medio Ambiente como el titular de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, es que ninguna de las medidas plasmadas en el plan se van a modificar. «Buscamos reducir el espacio del coche para dárselo al peatón», insistió durante la presentación del Plan de Movilidad para este otoño, que no es más que una especie de «preaviso» de lo que ocurrirá desde finales de septiembre.

Y desde la plataforma de Chamberí insisten: «Lo único que van a conseguir es crear un ''efecto frontera'' que colapsará el eje de los bulevares, ya que muchos vehículos buscarán aparcamiento por estas calles».

Además de Chamberí, en especial la zona de Gaztambide, hay otros barrios limítrofes que pueden experimentar problemas de aparcamiento con la implantación de Madrid Central, como son Salamanca o Arganzuela. Pero, «sin duda, nosotros somos los grandes perjudicados porque no tenemos barreras como puede ser el Paseo de la Castellana».

Otra de las reclamaciones de este colectivo vecinal es que excluyan la calle Mártires de Alcalá al completo de la zona de restricción. «Sólo se permite el giro desde la calle Santa Cruz del Marcenado (en ella desemboca el túnel de Moncloa) hacia Alberto Aguilera, por lo que, los que entran por Princesa desde el Paseo de Extremadura se ven obligados a subir a Alberto Aguilera para poder llegar a Chamberí. Con ello sólo conseguirán que Princesa se colapse», sostienen desde Chamberí Se Defiende.

Además de este problema, están preocupados por la pérdida constante de plazas de aparcamiento. «En el proyecto del nuevo estadio de Vallehermoso estaban proyectadas 500 nuevas plazas de aparcamiento, pero el Consistorio las ha eliminado. Algo similar ha ocurrido en el proyecto inmobiliario de Raimundo Fernández Villaverde, a los que tampoco permiten construir nuevas plazas de garaje. El damnificado siempre termina siendo Chamberí, nuestra frontera es la más permeable».

Ellos manejan un dato importante: «Uno de cada tres vehículos que circulan por nuestro barrio está buscando una plaza de aparcamiento, con las novedades del plan de movilidad, ese dato sólo empeorará», recalcan.

Y es que Calvo dejó, de nuevo, muy claro el modelo de ciudad que quiere para la capital. Defendió que, mientras que Ahora Madrid busca equiparar la movilidad de la capital con la de ciudades como Copenhague o Estocolmo, el PP y C's quieren parecerse «a México DF o a China, donde además del coche tienes que coger la mascarilla». Para Calvo, Ahora Madrid pretende asemejarse a ciudades nórdicas donde el protagonista es el peatón o la bicicleta, un modelo necesario para cumplir con la Unión Europea, mientras que los otros partidos prefieren que domine el coche y «más tráfico y más ruido».

El concejal de Ahora Madrid considera que el mayor proyecto de transformación urbana llevado por Manuela Carmena en esta legislatura es el de la movilidad, donde detecta un cambio en la cultura de los ciudadanos, que «ya no se alarman ante medidas como la activación del protocolo ante altas emisiones». Los «gobiernos del cambio», en referencia a los Ejecutivos de Madrid, Barcelona y Valencia, «han conseguido que España no tenga que afrontar la famosa multa de Bruselas, al establecer medidas para mejorar la calidad del aire.

«Lo que está en juego es la salud pública, no la libertad de moverse cada uno en su coche particular», defendió. Como parte de su política de movilidad, el concejal destacó las nuevas redes ciclistas –tanto con ciclocarriles como con carriles bici segregados– las ampliaciones peatonales, o las restricciones al tráfico. Tanto el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible como Sabanés se mostraron optimistas respecto a los comicios de 2019, al considerar que el proyecto de Ahora Madrid está «asentado». Es más, la responsable de Medio Ambiente se mostró más que optimista y considera que sus políticas de movilidad pueden, incluso, «darnos más votos». E insistió: «Lo que tenemos es que darle continuidad al proyecto, a la transformación de la ciudad».