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El hombre que denunció a Ginés Jiménez en Coslada

La Razón
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Gervasio Villaverde comenzó su carrera policial en el Cuerpo Local de Coslada en 1987 como agente de base. Allí logró ascender a cabo y a sargento al lado del jefe de la Policía, Ginés Jiménez, a quien, once años después, denunciaría como principal acusado de la trama de extorsión de algunos agentes cosladeños denominada «operación Bloque». Por eso no es de extrañar que ayer, cuestionado sobre la detención de Villaverde, Ginés Jiménez asegurase que «ahora se está descubriendo la verdad sobre el "caso Coslada"y los que intervinieron».

Villaverde fue uno de los primeros que se atrevió a denunciar el trato de favor a algunos agentes, con los que presuntamente extorsionaba a comerciantes y prostitutas, apenas un año después de haber solicitado el traslado a la Policía Local de Pinto. Este cambio de destino, donde finalmente logró el ansiado ascenso a suboficial que no había obtenido bajo el mando de Ginés, fue interpretado por sus ex compañeros del «Bloque» como una «venganza» contra el jefe de la Policía Local de Coslada. Fuentes del cuerpo cosladeño explicaron a LA RAZÓN que Villaverde había intentado durante años conseguir la promoción a suboficial, pero que su mala relación con Jiménez supuso un obstáculo infranqueable. «Estaba enfrentado con gran parte de la plantilla y con el concejal de Seguridad por su carácter irascible», aseguraron algunos de sus ex compañeros, que señalaron que la falta de documentación a la hora de pedir el ascenso fue suficiente para denegar sus aspiraciones y que, en caso de que el juez o la Guardia Civil revisen el expediente de Coslada, Villaverde se enfrentará a un doble delito de falsedad documental.

Las mismas fuentes consideran que el sargento Villaverde se dedicó entonces a buscar otros lugares donde avanzar en su carrera profesional en la Comunidad de Madrid y Pinto tenía una vacante de suboficial. Ocurrió en los turbulentos meses después de las elecciones de 2007 en los que la candidata popular, Miriam Rabaneda, fue alcaldesa antes de que, tras ponerse al fin de acuerdo, una moción de censura le arrebatase el puesto. «Cuando logró el puesto se puso en contacto con CSIF –fue representante del sindicato en sus años en este cuerpo policial– y la Udyco de la Policía Nacional y actuó como topo sobre lo que ocurría en Coslada», explicaron algunos agentes que vivieron la «operación Bloque».