Madrid Arena

La defensa de Flores: «El Madrid Arena era inevacuable»

Las familias de dos de las víctimas piden la condena por negligencia de los doctores Viñals.

Los abogados de Miguel Ángel Flores, de dos de las familias afectadas y de la empresa Kontrol 34, ayer en el Tribunal Supremo
Los abogados de Miguel Ángel Flores, de dos de las familias afectadas y de la empresa Kontrol 34, ayer en el Tribunal Supremolarazon

Las familias de dos de las víctimas piden la condena por negligencia de los doctores Viñals.

La «inexistencia» de pruebas en relación con la sobreventa de entradas, la «carencia» de licencia municipal que existía sobre el recinto del Madrid Arena y la «falta» de medidas de seguridad que se impuso tanto dentro como fuera del perímetro «por culpa del Ayuntamiento», fueron los tres puntos sobre los que se sostuvo ayer la defensa del empresario, Miguel Ángel Flores, condenado a cuatro años de cárcel como principal responsable de lo ocurrido el pasado 1 de noviembre de 2012 en la fatídica fiesta de Halloween donde cinco jóvenes murieron tras ser literalmente aplastadas por una avalancha humana.

La vista pública se celebró durante toda la mañana de ayer en el Salón de Plenos del Alto Tribunal con el fin de revisar los 18 recursos presentados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, tanto por los condenados como por las familias de dos de las niñas fallecidas durante las avalanchas, Katia Esteban y Cristina Arce.

Deficiencias estructurales

El letrado de Flores, José Luis Fuertes, negó todas y cada una de las responsabilidades que recaen sobre su cliente y afirmó rotundamente que «no existía ni una sola prueba de cargo» que permitiese condenar al acusado por lo ocurrido. Por ello, toda la carga de la culpa fue directamente lanzada hacia el Ayuntamiento de Madrid (propietario de la infraestructura) ya que la defensa considera que las causas de la tragedia fueron las «deficiencias» estructurales de un «edificio radicalmente ilegal», cuya pista central definió como «inevacuable» en caso de producirse cualquier tipo de incendio. Fuertes, recalcó en varias ocasiones que el recinto «nunca tuvo licencia, porque siempre se le denegaba». Además, el letrado aseveró que, antes de cederle el recinto al acusado, las deficiencias «nunca fueron subsanadas» y esto fue un hecho que «imposibilitó» el control del aforo y la afluencia de gente en cada uno de los accesos al espacio.

Esta no fue la única bala que el abogado de Flores disparó contra el Ayuntamiento que entonces dirigía Ana Botella. Según expresó Fuertes en el juicio, Seguriber, la empresa de seguridad que impuso el consistorio para el evento, no desplegó efectivos ni vigilantes suficientes, puesto que Flores, el principal acusado y promotor del evento, sólo dispuso de «un servicio de orden sin autoridad» compuesto por el personal del servicio de ropero, los porteros y las azafatas. Con todas estas cartas sobre la mesa, el abogado de Flores no dudó en volver a defender la inocencia total de su cliente pidiendo, no solo la absolución de éste, sino que también, la de Santiago Rojo y Miguel Ángel Morcillo, otros dos responsables de la promotora del evento, Diviertt, que defiende.

Por su parte, las letradas encargadas de defender a dos de las cinco familias afectadas por el terrible suceso pidieron de nuevo ante la Sala que se condenara a los médicos Simón y Carlos Viñals por considerarles «directamente responsables» de la muerte de las cinco jóvenes de entre 17 y 20 años. Mantuvieron que las víctimas fueron «erróneamente diagnosticadas» debido a la avanzada edad del doctor Carlos Viñals que tenía 77 años en el momento de la catástrofe. Según la abogada de la familia de Cristina Arce, este hecho influyó decisivamente en la supervivencia de las víctimas porque en el caso de esta chica, de 18 años, la reanimación cardiopulmonar que debe ser de 30 minutos, «sólo duró 22». A este respecto la defensa de los Viñals manifestó que una actuación médica diferente no hubiera evitado las muertes en la fiesta del Madrid Arena.