País Vasco
Los restos serán analizados en el País Vasco
Una vez el equipo forense dirigido por el profesor Etxeberría acceda a la cripta, el espacio se convertirá en una suerte de laboratorio de campaña. Los nichos serán inspeccionados uno a uno. Se perforarán para introducir un endoscopio que permitirá ver si en el interior hay restos óseos. En caso afirmativo, se abrirá el nicho. Los restos, a partir de ese momento, serán analizados in situ para determinar la edad y el sexo. Se descartarán las muestras femeninas, los restos de personas menores de 60 años y los que no correspondan a la época de Cervantes. No será una fase exenta de problemas, ya que los restos humanos de los nichos pueden estar mezclados con los de otros enterramientos. También existe el riesgo de que los huesos de las personas enterradas en las Trinitarias estén disgregados o mal conservados.
De los restos que encajen en el «perfil Cervantes», se tomarán vídeos y fotografías que permitan tener pruebas para su posterior custodia. En ese momento, el proceso se adentrará en su tercera fase, ya que será necesario aplicar pruebas y análisis fuera del laboratorio de campaña instalado en la cripta. Los huesos serán trasladados, tras los preceptivos permisos del Arzobispado, a un laboratorio externo. Varias universidades ya se han mostrado dispuestas a colaborar en este punto. Entre ellas están la Universidad Complutense y la de Santiago de Compostela, aunque será la del País Vasco –de la que Francisco Etxeberría es profesor titular de Medicina Legal– la encargada de coordinar los trabajos y efectuar los análisis. Esta universidad cuenta, al igual que la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con una enorme experiencia en exploraciones en materia de arqueología funeraria.
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