Asamblea de Madrid

Rajoy espera una última encuesta para decidir los candidatos de Madrid

Rajoy, acompañado de Esperanza Aguirre e Ignacio González
Rajoy, acompañado de Esperanza Aguirre e Ignacio Gonzálezlarazon

La cena de Navidad del PP de Madrid se celebró anoche bajo la pesada incógnita de quiénes encabezarán la candidatura de la Comunidad y del Ayuntamiento en las elecciones del próximo año.

La cena de Navidad del PP de Madrid se celebró anoche bajo la pesada incógnita de quiénes encabezarán la candidatura de la Comunidad y del Ayuntamiento en las elecciones del próximo año. Nadie sabe nada, aunque todo el mundo habla y hace sus quinielas, sus pronósticos y algunos hasta dan a entender que sí están en la «pomada» de una decisión que no está adoptada. De hecho, ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, han hablado al respecto con el que está ya colocado en la línea de salida; es el caso del presidente de la Comunidad, Ignacio González, y candidato a repetir, o con quienes se postulan para estar, desde la presidenta de los populares regionales, Esperanza Aguirre, a otras opciones alternativas que han entrado en las «quinielas», como es el caso de la Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Sobre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, todos la ven como la opción más sólida, pero nadie apuesta por que Rajoy prescinda de ella en Moncloa.

En el partido están esperando a una última encuesta, que estará lista en los próximos días, y esperan que sea la base que anime a Rajoy a tomar una decisión definitiva sin esperar a la Convención Nacional del PP que se celebra a finales de enero. Las encuestas que se manejan ahora mismo son antiguas y cuentan lo ya sabido, la buena posición de Sáenz de Santamaría y que nadie de los que están en la «cartelería» tiene la mayoría absoluta garantizada. Lo mismo que decían antes del verano y antes de que Ana Botella actuara, ante la presión de los «codazos» internos, y anunciara, después de hablar con Rajoy, que se retiraba de la «pelea» por la candidatura municipal.

Rajoy está actuando en esta ocasión como él suele hacer. No dice nada y deja que unos y otros se vayan posicionando y, en algunos casos, hasta poniéndose en evidencia. Hasta que él, por fin, toma la decisión sin prisas, y, generalmente, después de haber valorado todos los escenarios. Sin embargo, la sensación que trasladan en su partido es que sí hay prisas por resolver esta cuestión de Madrid. El viento no sopla a favor a diferencia de otras citas con las urnas en las que las encuestas pronosticaban mayorías absolutas. El PP de Madrid se resiente del desgaste del Gobierno, de las cuitas internas y de los casos de corrupción que también han tocado a sus filas. Y esto hace que dentro entiendan que convendría actuar cuanto antes y empezar a hacer política con las «cartas» claras.

Mientras Rajoy guarda silencio, en el partido se ha instalado la sensación de que el actual presidente de la Comunidad tiene posibilidades de repetir. Dicen incluso que cuenta con el apoyo de Cospedal. Pero mientras Rajoy calla, dentro del PP también se hace mayoritaria la corriente que opina que el presidente del Gobierno debería aprovechar para meterse a fondo y renovar el control de la organización regional. Aguirre, por supuesto, mantiene un control absoluto del PP madrileño y desde fuera le reprochan a Rajoy que no aproveche la crisis que afecta a esta formación regional para tomar el mando y renovar los equipos.

Rajoy actuará pensando en la victoria y en quién tiene más posibilidades de ganar, al margen de sus afinidades personales. Que en el caso de Aguirre no es grande. Las formas se guardan, pero no hay relación de confianza. En el partido son muchos los que creen que la ex presidenta de la Comunidad no ganaría tampoco por mayoría absoluta y que ante esto, lo deseable sería hacer cambios con mayúscula. «Lo más cómodo es no hacer cambios, por lo que lo probable es que siga Ignacio González y haya sólo novedades en el Ayuntamiento. Con una/un tercero», sentencia un veterano miembro del PP madrileño. El miedo es que la oposición dirija la campaña a la corrupción, «lo peor para nosotros», apostilla.

A todo esto hay que añadir otra variable que Rajoy también tiene que considerar. La de que es muy posible que tras las elecciones, el PP esté obligado a pactar porque no obtenga la mayoría absoluta. «Una cuestión para nada menor», puntualizan desde Génova.