Secuestros

Un alumno en prácticas en el Hospital de Móstoles, líder de una banda de secuestradores

Eduard Andrei Iosif, estudiante de 5º de medicina en la URJC, era uno de los cabecillas que secuestró en Lloret de Mar a un empresario

Un alumno en prácticas en el Hospital de Móstoles, líder de una banda de secuestradores
Un alumno en prácticas en el Hospital de Móstoles, líder de una banda de secuestradoreslarazon

Eduard Andrei Iosif, estudiante de 5º de medicina en la URJC, era uno de los cabecillas que secuestró en Lloret de Mar a un empresario.

La Policía Nacional detuvo hace una semana a Eduard Andrei Iosif por ser uno de los presuntos cabecillas de la banda que secuestró el pasado 13 de junio en Lloret de Mar (Gerona) a un empresario serbocroata con nacionalidad holandesa, quien fue liberado 11 días después en la localidad toledana de Casarrubios del Monte tras una importante operación policial.

La víctima del secuestro, que fue encontrada semiinconsciente como consecuencia de las drogas que el grupo le había suministrado y que presentaba contusiones y heridas en las muñecas de las atadura, fue trasladada al Hospital Universitario de Móstoles.

Si no fuera porque Andrei Iosif fue detenido en aquella operación policial, víctima y secuestrador podrían haberse llegado a cruzar en un pasillo del mismo Hospital de Móstoles, ya que Andrei Iosif, además de liderar esta banda de secuestradores, era alumno de 5º curso de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y se encontraba haciendo prácticas en el Hospital Universitario de Móstoles.

Puede parecer un perfil extraño, pero lo cierto es que Andrei Iosif, que había reclutado a un ejército de compatriotas rumanos con el objetivo de secuestrar a algún empresario, aprovechó sus conocimientos médicos y su acceso al Hospital de Móstoles para suministrar a la víctima barbitúricos y benzodiacepinas que, según adelanta el diario ABC, el secuestador había robado para mantener sedado al maltrecho empresario durante tiempo.

En concreto, la víctima ha llegado a estar 11 días en cautiverio y sedado, mientras los secuestradores se pusieron en contacto con su esposa para reclamarle un rescate de 1,5 millones a cambio de liberarlo con vida, y fue cambiado de lugar de cautiverio y trasladado a un punto entre Toledo y Madrid, según pudieron saber los investigadores.

Los secuestradores contactaron el 22 de junio con la familia y les dieron un ultimátum contra la vida del rehén, fijando un aparcamiento de un hotel de la autovía A-42 como punto para hacer efectivo el pago del rescate.

Gracias a los seguimientos y las investigaciones, los agentes pudieron localizarle ese mismo día y rescatarle en la localidad toledana de Casarrubios del Monte, en el que se arrestó in situ a cuatro personas, entre ellas a Eduard Andrei Iosif.