Política

Sevilla

La familia del niño fallecido en la montería estudia pedir más imputaciones

El organizador de la cacería testifica que el cazador investigado no era el titular del puesto autorizado para disparar

El padre del menor fallecido en una cacería en Guillena /Foto: Manuel Olmedo
El padre del menor fallecido en una cacería en Guillena /Foto: Manuel Olmedolarazon

El organizador de la cacería testifica que el cazador investigado no era el titular del puesto autorizado para disparar

La acusación particular que ejerce la familia del niño de 4 años fallecido el pasado enero estudia pedir nuevas imputaciones en la causa en la que de momento es investigado por homicidio imprudente el cazador cuyo disparo mató al menor. La abogada de la familia, Rosario Serrano, explicó que las declaraciones de los diversos testigos que han pasado por el Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla evidencian que el día del trágico suceso se produjo “una infracción tras otra”, después de que el organizador de la montería declarara este viernes que el cazador investigado, un arquitecto argentino afincado desde hace años en El Puerto de Santa María (Cádiz), no era el titular del puesto número 1 sino un “acompañante” que como tal “no está autorizado” para disparar ya que sólo los titulares pueden participar activamente en la cacería. Por ello, la letrada señaló que estudia pedir más imputaciones si bien eludió “señalar a nadie” a la espera de que el próximo viernes 22 de marzo concluyan las testificales previstas, con más cazadores participantes en la montería, el guarda del coto y una mujer acompañante de uno de los organizadores.

Este viernes, además del organizador de la montería en la finca La Lapa de Guillena (Sevilla), también declaró el postor, que dijo que explicó al titular del puesto número 1 su ubicación y la zona y dirección que tenía reservada para disparar a las presas. Igualmente han declarado los realeros encargados de los perros que recogen las piezas, que al igual que otros cazadores que testificaron el miércoles, confirmaron, según la acusación particular, que el investigado se salió unos “25 o 30 metros del puesto” y disparó “en dirección contraria” a la que tenía asignada ese puesto.

Además de las testificales pendientes, el juez está a la espera de recibir el informe de balística después de que el atestado preliminar de la Guardia Civil apuntara al uso de un tipo de munición prohibida en la caza.