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Acción

Un grifo gigante emana basura en la Conferencia de los Océanos de la ONU

La escultura de Von Wong invita a los actores de la cumbre a movilizarse contra la contaminación de plástico en los mares

La instalación, ubicada a un minuto de la sede de la UNOC en Lisboa, utiliza 250 kilos de plástico desechado
La instalación, ubicada a un minuto de la sede de la UNOC en Lisboa, utiliza 250 kilos de plástico desechadoCultura Inquieta

Un enorme grifo abierto que expulsa basura en lugar de agua, salpicando el suelo de botellas de plástico. La obra se titula Giant Plastic Tap (Grifo de plástico gigante) y es la última instalación escultórica medioambiental del artista canadiense Benjamin Von Wong, en colaboración con Iberdrola y Cultura Inquieta. Su autor, el enfant terrible de la fotografía digital y las obras hiperrealistas, es también una de las figuras internacionales más reconocidas en la lucha por el bienestar de los ecosistemas marinos.

La ubicación de la pieza no está escogida al azar: el montaje se sitúa a pocos metros del Altice Arena, sede de la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas (UNOC), que se celebra en Lisboa desde el 27 de junio hasta hoy. Esta cita intergubernamental persigue la movilización de los Estados, organismos financieros internacionales, empresas públicas, privadas y sociedad civil para que realicen acciones encaminadas a «salvar los océanos y proteger el futuro», tal y como reza el lema de esta edición.

La Conferencia sobre los Océanos, organizada conjuntamente por los Gobiernos de Kenia y Portugal, llega en un momento crítico. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda de la ONU deberían cumplirse antes de 2030, incluido el número 14 («Conservar y utilizar los océanos de manera responsable»). Sin embargo, para 2050, la comunidad científica estima que el volumen de plástico en el océano superará en peso al de pescado.

La instalación, ubicada a un minuto de la sede de la UNOC en Lisboa, utiliza 250 kilos de plástico desechado
La instalación, ubicada a un minuto de la sede de la UNOC en Lisboa, utiliza 250 kilos de plástico desechadoCultura Inquieta

Von Wong aborda el problema de la contaminación de los mares con su instalación, cuyo montaje duró cuatro días y precisó la ayuda de un nutrido equipo de voluntarios y activistas medioambientales. Para construir el grifo gigante, se utilizaron cerca de 250 kilos de plásticos desechados. Aunque nadie conoce la cantidad exacta de plástico –un material casi indestructible, que tarda en deshacerse cientos y cientos de años– acumulada en el océano, la mejor estimación, de 2015, calcula que son casi 150 millones de toneladas. Si la situación no cambia, este estudio llevado a cabo por un grupo de científicos de Londres (publicado por la ONG The Pew Charitable Trusts) estima que esa acumulación alcanzará los 600 millones de toneladas para 2040.

Durante estos días, el programa de la Conferencia sobre Océanos de la ONU ha puesto de relieve que el océano sustenta el 80% de la vida en el planeta, genera la mitad del oxígeno de la atmósfera y absorbe un cuarto de las emisiones de CO2 producidas por la actividad humana. Además, los océanos alimentan a una biodiversidad inimaginable y producen alimentos, empleo, minerales y recursos energéticos necesarios para que la vida en el planeta perdure y prospere.

Así mismo, la cumbre ha puesto de relieve que las soluciones para una gestión sostenible de los océanos precisan de la aplicación de tecnología ecológica y el uso innovador de los recursos marinos. El programa de la cita ha abordado distintos ejes temáticos con el objetivo de atajar las amenazas para la salud, la ecología, la economía y la gobernanza que surgen de una mala protección de los océanos, como la acidificación; la basura marina y la contaminación; la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; o la pérdida de hábitats y biodiversidad.

En el transcurso de la UNOC –en concreto, durante el Foro de Inversión en Economía Azul Sostenible celebrado en la ciudad Cascais, al oeste de Lisboa– más de 150 grandes empresas de todo el mundo (con Iberdrola como la primera entidad española en adherirse) han firmado los «Principios del Océano Sostenible» del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, mediante los cuales declaran su compromiso con un océano saludable.