Inversión

Los fondos garantizados, una buena opción para el inversor conservador

Tras las subidas de tipos, Mapfre lanza productos con rentabilidades aseguradas y el capital 100% protegido en diversos formatos

Fondos de retorno absoluto, para todos los «climas» de inversión
Fondos de retorno absoluto, para todos los «climas» de inversiónlarazonMapfre

Los mercados financieros registraron fuertes caídas en 2022, provocadas principalmente por la guerra de Ucrania, el alza de la inflación, las subidas de tipos de interés y la incertidumbre sobre el crecimiento económico. Si bien los analistas no se muestran tan pesimistas de cara a 2023, sí recomiendan tener cautela a la hora de realizar inversiones y elegir bien aquellos activos que pueden funcionar en este contexto.

El Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en febrero por quinta vez consecutiva, hasta situarlos en el 3% con el fin de seguir conteniendo una elevada inflación que merma la capacidad adquisitiva. Y es previsible que se produzcan próximos incrementos. En esta situación, el director de inversiones de Mapfre, José Luis Jiménez, señala que los inversores deben buscar activos con rentabilidades garantizadas o protegidas, pues “proteger nuestro patrimonio financiero es un objetivo prioritario para preservar todo lo posible su poder adquisitivo en este entorno”. Un entorno que ha puesto fin a la rentabilidad negativa de las Letras del Tesoro, muy demandadas en la actualidad por los inversores conservadores que también confían en otros productos como cuentas remuneradas o renta fija.

Jiménez ha añadido que en Mapfre "siempre hemos sido muy conservadores en las inversiones y muy activos en el terreno del ahorro inversión y con la actual situación tenemos margen para batir la rentabilidad de las Letras del Tesoro”. El nuevo panorama generado por el aumento de tipos provoca que las inversiones alternativas de los últimos años pierdan atractivo y dejen paso a otras opciones muy diferentes a los ilíquidos. En este sentido, la compañía va a lanzar “numerosos productos garantizados, en distintos formatos, porque es lo que demanda la mayoría de los inversores conservadores y no tan conservadores".

Por su parte, Eduardo Ripollés, director de ventas institucionales de Mapfre AM, señala que “en este momento, como ha sido tan vertical la subida de tipos de interés, la entrada en fondos garantizados ha sido muy rápida”. Y es que los distintos productos sacados en las últimas semanas, tras el aumento de tipos, con rentabilidades superiores a los depósitos se agotaron en dos horas.

Diferentes opciones

Hay diferentes opciones en el mercado que están llamando la atención en este periodo y por los que Mapfre apuesta, aunque no todos ofrecen la misma seguridad. Dos ejemplos son los fondos garantizados y los fondos de rentabilidad objetivo.

Los fondos garantizados son productos que aseguran que, como mínimo, en una determinada fecha futura se conservará la totalidad o parte de la inversión inicial. No garantizan la rentabilidad en todo momento, sino solo en la fecha de vencimiento, por lo que si se abandona el producto antes del plazo se pierde la garantía.

Precisamente, el punto fuerte y la diferencia con otros productos de ahorro o inversión es que hay un garante que avala “pase lo que pase” la inversión inicial más un porcentaje. “Para eso, la garantía tiene que ser validada, demostrar que el garante es solvente y tiene que ser aprobado por la CNMV (Comisión Nacional de Mercado de Valores). Estas garantías solo las pueden presentar al mercado entidades solventes con una liquidez y unas ratios de solvencia”, señala el director de ventas institucionales de Mapfre AM.

Los principales activos en los que invierten son, principalmente, letras y bonos del estado, aunque las carteras pueden incluir también algunos bonos corporativos e incluso bonos indexados, por lo que se perfilan como la opción ideal para los ahorradores más conservadores.

Por su parte, los fondos de rentabilidad objetivo son productos de renta fija que también ofrecen un rendimiento fijo a vencimiento, aunque no existe una garantía formal como ocurre en los fondos garantizados. Este último matiz los hace menos atractivos que los garantizados, al asumir un mayor riesgo a cambio de un potencial de rentabilidad más bajo que otros activos. En este caso, la cartera sí puede incluir posiciones en renta variable, aunque suele estar conformada principalmente por renta fija destinando un pequeño porcentaje a renta variable para dar la oportunidad de una rentabilidad adicional. Se apuesta, de esta forma, por el rendimiento variable. De ahí que la CNMV haya propuesto nuevas obligaciones a estos fondos para dar una mayor transparencia a los partícipes.

Mapfre siempre ha optado por los garantizados y, dentro de estos, por los más conservadores, tanto en formato fondo como plan de pensiones, es decir, aquellos que garantizan realmente el 100% del capital.

Ripollés concluye que estos productos “están diseñados para aquel inversor que no entiende los mercados financieros, que no invierte en fondos porque la volatilidad diaria le da miedo, que confía en depósitos en cuentas remuneradas y que busca una rentabilidad determinada en un plazo determinado sin asumir ningún tipo de riesgo”. Un cliente para un producto estructurado que no está a expensas de la volatilidad que hay en el mercado a diario.