Gastronomía
¿Te gusta el dulce? Estas son las tartas y pasteles más caros de la historia
Hasta el momento, el pastel más caro del mundo fue realizado por Debbie Wingham en Dubái. Fue un pastel impresionante con incrustaciones de perlas comestibles y 2.000 flores.
Sin duda alguna, la noche de bodas es uno de los momentos más importantes en la vida de cualquier pareja. La unión del matrimonio es uno de los momentos más emotivos, singulares, fastuosos e inolvidables en la vida.
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta, tanto por los organizadores de la boda y el nuevo matrimonio, es la tarta nupcial.
El pastel de bodas siempre es esperado por todos los invitados para definir el toque original, soberbio y glamuroso que se distinguió entre todos los aspectos y sorpresas que una celebración de este tipo ofrece a sus invitados. Siempre se ha visto al pastel de bodas como uno de los detalles más recordados, dentro de las celebraciones y uniones de parejas.
Hasta el momento, el pastel más caro del mundo fue realizado por Debbie Wingham en Dubái. Fue un pastel impresionante con incrustaciones de perlas comestibles y 2.000 flores, además de cinco diamantes valorados en 164.000 euros aproximadamente, distribuidos en una figura de mujer comestible de pies a cabeza. El pastel medía 1.80 metros de altura y su peso fueron 120 Kg. Se usaron 20 kilos de chocolate y 1.000 huevos. El precio total de este original y excéntrico pastel sobrepasa los 820.000 euros.
Gucci Mane y Keyshia Ka’oir incrustaron 2.500 cristales de Swarovski en un impresionante pastel de tres metros de ancho y cuatro niveles. El pastel contó con un tiempo de preparación de tres días y estuvo adornado con 8.000 flores de azúcar hechas a mano. Medía más de 3.40 mts de altura y para cortarlo usaron una espada. El pastel fue una combinación de sabores, entre amaretto, nueces de plátano, zanahorias, terciopelo rojo y ron de jamaica. Fue realizado por Edda’s Cake. Su precio fue de 1.400.000 euros.
Y de nuevo Debbie Wingham realiza otro encargo impresionante. Un acaudalado empresario de los Emiratos Árabes quería dar un regalo original a su hija, por lo que le pidió a Debbie Wingham’s Runaway Cake que realizará esta sorpresa. El resultado fue una tarta en forma de pasarela de moda, con figuras comestibles y ropa con accesorios de moda con incrustaciones de piedras preciosas y diamantes.
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