La colección Landspeed de Rolls-Royce rinde homenaje al Thunderbolt olvidado

El 19 de noviembre de 1937, el Capitán George Eyston se subió al coche de récord de velocidad en tierra Thunderbolt, con aletas y forma de avión, que descansaba en las extensas Pistas de Sal de Bonneville, en Utah. Impulsado por dos enormes motores de avión Rolls-Royce V12, estableció un nuevo récord de velocidad en tierra de 312 mph (502 km/h). Casi un año más tarde lo volvería a hacer, esta vez alcanzando las 357,5 mph (575 km/h). Ese récord se mantendría hasta 1939, momento en el que la Segunda Guerra Mundial puso fin a este tipo de cosas.

Eyston no volvió a batir récords después de la guerra, pero Rolls-Royce quiere revivir su memoria más de 80 años después con la Landspeed Collection. Dos versiones especiales del Wraith y del Dawn, cada una de ellas con la insignia negra, están equipadas con adornos y marcas únicas que rinden homenaje a los récords de Eyston. Lamentablemente, no se incluyen los clásicos motores V12 de 37 litros utilizados en el Thunderbolt, pero se sigue contando con la potencia V12 del conocido motor de 6,6 litros con doble turbocompresor utilizado en ambos modelos.

En cuanto al tratamiento especial, el ambiente de la Bonneville es la principal fuente de inspiración. La textura fisurada de numerosas superficies interiores se asemeja al suelo agrietado y salado de Bonneville. El revestimiento del techo Starlight del Wraith recuerda el cielo nocturno de Bonneville del 16 de septiembre de 1938, fecha en la que Eyston estableció su último récord de velocidad. El elegante reloj situado justo a la derecha de la pantalla táctil está modelado a partir de los indicadores utilizados en el Thunderbolt, y las siluetas del coche que estableció el récord están grabadas con láser en el túnel delantero. En el invernadero hay más insignias, y la puerta del conductor recrea los colores de la cinta de los honores especiales concedidos a Eyston.

En el exterior, el Dawn y el Wraith lucen un acabado bicolor especial que incluye un nuevo tono denominado apropiadamente Azul Bonneville. Las salpicaduras ocasionales de amarillo y negro también rinden homenaje al Thunderbolt, ya que la máquina con carrocería de aluminio llevaba marcas amarillo-negras para que el equipo de cronometraje fotoeléctrico de la época pudiera “verlo” al cruzar la línea de meta.

“Con esta colección, hemos revivido la memoria de Eyston y hemos vuelto a contar su extraordinaria historia”, dijo el director general de Rolls-Royce, Torsten Müller-Ötvös. “A lo largo del Wraith y del Dawn Landspeed, los clientes encontrarán numerosos y sutiles elementos de diseño y detalles narrativos que recuerdan y conmemoran sus increíbles logros, su gran visión y su excepcional valor”.

Como es de esperar, la Colección Landspeed será excesivamente rara. Sólo está prevista la producción de 35 versiones Wraith Black Badge y 25 versiones Dawn Black Badge.