Educación
Los alumnos del María Moliner de Parla, a clase con abrigo
El termómetro en las aulas marca diez grados. El Ayuntamiento le pasa la pelota a la Comunidad y Educación recuerda que el mantenimiento es competencia municipal
Los padres de los alumnos del CEIP María Moliner de Parla se han acostumbrado a mandar a sus pequeños a clase con muchas capas de abrigo. Y no solo por las bajas temperaturas que marcan los termómetros a pie de calle estas últimas semanas. En plena temporada de invierno en Madrid, el frío en las aulas de este colegio público, que está ubicado en un edificio antiguo, hace que el día a día de los niños sea aún más duro. La situación se ha recrudecido desde la vuelta de las vacaciones de Navidad. Tanto que los afectados incluso han iniciado una petición en la página web «change.org» para instar a las autoridades competentes a solventar la situación lo antes posible. Según la versión de los padres, el Ayuntamiento señala a la Comunidad. Mientras, el Ejecutivo regional justifica que el mantenimiento de los centros es competencia municipal.
Francisco Javier Díaz, presidente de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa), relata la situación en una conversación con LA RAZÓN. «El calor se escapa por las ventanas y, aunque esté funcionando la calefacción, nunca se llega a alcanzar la temperatura indicada para el interior de un colegio», asegura, a la vez que recuerda que la calificación energética del centro es, cuanto menos, deficiente. Es un problema que viene de lejos, pero que, en lugar de solucionarse, parece que se agrava con el paso del tiempo. La gota que colmó el vaso llegó a principios de esta misma semana, cuando el diferencial de la caldera saltó y ésta no arrancó a la hora programada. De hecho, nadie se percató del percance hasta un tiempo después. ¿El resultado? Aulas congeladas con temperaturas en torno a los diez grados. «Hay muchos niños que se tienen que quedar en casa en estas fechas porque se constipan», cuenta.
De momento, y tras reunirse con el concejal encargado de Educación del Ayuntamiento de Parla, José Manuel del Cerro (Unidas Podemos/ Izquierda Unida), los responsables del centro han encontrado una solución temporal. Pero no es más que un parche. «Han decidido arrancar la caldera antes para que dé tiempo a que se caldee el edificio. Por ejemplo, ahora la encienden los domingos a las ocho de la tarde para que el lunes por la mañana no haga tanto frío», explica Díaz, que reconoce que durante esta última semana la situación de los pequeños (los alumnos matriculados van desde los tres hasta los doce años) ha mejorado.
Pero los padres no se conforman y continúan luchando para que esta problemática no se repita el próximo curso. Para ello, el presidente del Ampa asegura que es necesario acometer obras de mejora para que el calor no «se escape». «Sería tan sencillo como instalar dobles ventanas», afirma Díaz. De esa manera se ganaría temperatura para los pequeños y, de paso, se ahorraría una gran cantidad de energía porque se reducirían de forma drástica las horas que sería necesario mantener la caldera encendida.
Guerra de competencias
Entre tanto, el Ayuntamiento (encabezado por el socialista Ramón Jurado) y la Comunidad se pasan la pelota. Según Francisco Javier Díaz, hace unos años los responsables del centro solicitaron al Gobierno regional que acometiera obras de reforma para mejorar la eficiencia energética del inmueble. Pero fuentes de la Consejería de Educación recuerdan que, al tratarse de un inmueble de titularidad municipal, la responsabilidad de que las instalaciones se encuentren en buenas condiciones compete al Consistorio.
«Por lo general, la falta de mantenimiento hace que pequeñas cosas se acaben convirtiendo en un problema estructural», afirman responsables de Educación, que recuerdan, además, que el Ayuntamiento de Parla recibió en 2015 una partida extraordinaria del presupuesto regional de un millón de euros para este tipo de actuaciones. Y es que este centro no es el único que vive esta situación en el noveno municipio de la Comunidad de Madrid por volumen de población. Un dinero que parece que no llegó a las aulas del colegio María Moliner.
«Las obras de eficiencia energética, las de mantenimiento, las de aislamiento, son competencia del Ayuntamiento. Aún así, aún no siendo su responsabilidad, la Comunidad también ayuda por medio del Plan Regional de Inversiones. Para ello, los Consistorios deben justificar que se trata de una actuación necesaria», concretan fuentes regionales.
Entre tanto, los pequeños y los profesores continúan pasando un frío «exagerado», de acuerdo a la petición que sigue abierta en «change.org». Casi medio millar de personas han mostrado ya su apoyo para que las instituciones busquen una solución conjunta.
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