Covid-19
«¿Miedo ante el test? Al revés, tenemos ganas de que nos lo hagan»
Comienzan las pruebas del Covid-19 a funcionarios de servicios esenciales en Madrid Las primeras se han realizado a agentes en cuarentena sin necesidad de que bajaran de sus coches
12:00, 12:05, 12:10... Los coches particulares van llegando a la Dirección General de la Policía Municipal de la Casa de Campo de Madrid. Recorren un circuito perfectamente vigilado por personal de la Policía y de Madrid Salud. A bordo de ellos van agentes del Cuerpo madrileño que no pueden salir del coche y que han sido citados a una hora específica. A través de la ventanilla, un enfermero les toma una muestra orgánica introduciéndoles un bastoncillo por la nariz. Tras rellenar una ficha, vuelven a arrancar su coche para regresar a sus domicilios. Tienen preferencia: son los agentes que se encuentran en cuarentena, debido a que han mostrado síntomas o a que han estado en contacto directo con enfermos del coronavirus.
Así transcurrió el día de ayer en la Casa de Campo, lugar donde el Ayuntamiento de Madrid comenzó a realizar los test rápidos de detección del Covid-19 a los trabajadores municipales de servicios esenciales: policías, bomberos, personal de Samur-Protección Civil y de la Empresa Municipal de Transportes. Unas pruebas que están siendo organizadas por el personal sanitario de Madrid Salud y que se analizarán en un laboratorio acreditado por el Instituto Carlos III de Madrid. La medida fue anunciada el pasado lunes por el Consistorio, después de haber adquirido una partida de 10.000 pruebas diagnósticas.
¿Hay miedo ante los resultados que puede arrojar el test? «Al contrario. Tenemos ganas de que nos la hagan. Es muy importante saber si la gente con la que trabajas, o tú mismo están contagiados», afirma Carlos Lozano, agente de la Policía Municipal que ayer se sometió a la prueba. «Nos han pedido los teléfonos. Los resultados están en unas 24 o 48 horas. Aunque si estás contagiado, te avisan antes», relata.
El equipo de Lozano consta ahora mismo de diez personas. «Tres están en cuarentena y otras dos de baja por otras patologías. Necesito saber si el resto del equipo está disponible, saber quién está bien o no. El problema es precisamente la gente que está contagiada y no lo sabe», explica.
En los «huecos libres» que había entre los análisis de hoy, en los que primaban los casos en cuarentena, Lozano y otros compañeros han pasado por la prueba diagnóstica de la Casa de Campo. Al contrario que los primeros, ellos no tenían una cita con una hora específica. Han ido siendo llamados, guardando una cola en la que se mantenía una separación «de unos tres metros», vigilada por Madrid Salud.
Las pruebas se han llevado a cabo dentro del «patio de armas» del edificio de la Jefatura. Se trata de un gran espacio al aire libre, algo que era necesario para realizar los tests, ya que las muestras deben tomarse reduciendo al mínimo las perturbaciones ambientales. Había tres puestos, cada uno de ellos ocupado por un miembro del personal sanitario. «Estaban cubiertos de arriba a abajo: traje, mascarilla, gafas... Cada puesto estaba separado por unos cinco o seis metros. Tenías que ir de uno en uno hasta el final, cuando solo había que sentarse y era entonces cuando nos sacaban la muestra», describe el agente.
Finalmente, Lozano no tuvo que esperar más de diez minutos de cola. Toda ha funcionado como una «cadena de montaje». «Ha sido rápido y muy ágil», dice. Y sobre todo, necesario. Estaba previsto que ayer pasaran la prueba alrededor de 300 funcionarios, pero no le sorprendería tal día como hoy pueda superarse esa cifra, teniendo en cuenta el dinámico dispositivo instalado en la Casa de Campo.
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