Taxi

Cuando ser un héroe es lo normal

Ninguna ventana, ningún balcón se ocupa cada tarde para aplaudir al taxista

Taxistas de Madrid agradecen a Midas, que a través de AirFree, puedan utilizar máquinas para desinfectar sus vehículos
Imagen de taxis de MadridJesús HellínEuropa Press

Escribo estas líneas como oda personal a unos héroes que no aparecen en los medios, que no son motivo de conversación alguna, que hacen lo que hacen, sencillamente porque es lo que saben hacer y siempre están a la altura sin pedir nada a cambio, sin recibir un salario y sin que nadie se lo imponga.

Lo hacen porque hay momentos en que las personas deben estar a la altura, y ellos siempre están, es lo normal.

Ninguna ventana, ningún balcón se ocupa cada tarde para aplaudir al taxista.

Que yo sepa, al menos tres taxistas han perdido la vida por este infame virus. Taxistas que trasladaban a personas enfermas a los hospitales de forma totalmente gratuita. Ahí no cabía ninguna duda, todos los ciudadanos trasladados estaban enfermos, y los taxistas ayudaban a estas personas sin tener obligación ya que se trata de trabajadores autónomos, y sin recibir salario alguno, lo hacían y lo hacen, porque así es el silenciado taxista.

En contrapartida vemos a la empresa Cabify, que cuando el ciudadano ha dejado de ser un negocio, han puesto sus insaciables miras en el transporte de paquetería a domicilio. No solo no se ponen al servicio de sus clientes, sino que invaden de forma ilegal otro sector que legítimamente presta un servicio fundamental para quienes estamos confinados, arriesgando su salud. Para estos tiburones, el motorista, el ciclista, o el trabajador de cualquier empresa de paquetería, sencillamente es eliminable.

Gracias al Secretario Técnico de FEDETAXI y hoy por hoy, la mayor eminencia de este país en materia de transporte, Emilio Domínguez (grande), la administración fue informada y este nuevo intento de atropello fue paralizado. Ya lo ven, también el Secretario Técnico de una organización de taxistas, salvando del aplastamiento a otro sector diferente, y a sus trabajadores.

Y que nadie entienda que mi deseo es que las merecidas ovaciones a nuestro personal sanitario se difuminen, en absoluto. Que no se apaguen nunca, y que futuras generaciones conozcan esta gesta, es nuestro deber.

Usted solo tenga la tranquilidad de que ese taxi que ve pasar, está a su servicio cuando desee realizar un viaje, pero sobre todo si; Dios no lo quiera, se encuentra en una situación crítica. En ese caso, solo le pedimos que salga de esa, el resto corre de nuestra cuenta.

Porque usted y solo usted es la razón de nuestra existencia como sector.

Jamás le cambiaremos por un paquete.

Lo que es cotidiano y normal, no se ve como una heroicidad.

Mejor así