Medio Ambiente
El galápago europeo vuelve al Manzanares
La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad ha soltado en humedales de la Cuenca Alta 22 ejemplares de esta especie en peligro de extinción
La biodiversidad es uno de los factores clave para el mantenimiento del medio ambiente, ya que de ella depende el equilibro de los espacios naturales. Un medio sano es un medio diverso biológicamente, es decir, habitado por una determinada variedad de especies, tanto vegetales como animales.
Pero la acción humana es una de las mayores amenazas, ya sea de forma directa o indirecta. Entre estas amenazas de origen antrópico se encuentran la suelta de animales exóticos en medios naturales. Son muchos los ejemplos, desde algas del Atlántico llevadas al Mediterráneo, o las famosas cotorras argentinas en el caso concreto de Madrid.
Sin embargo, el impacto entre las especies autóctonas y su recuperación no es el mismo en todos los casos. Es el caso de los ríos y humedales europeos, en concreto de especies que las habitan como el cangrejo de río, que está en peligro de extinción por la competencia del cangrejo de río americano que llegó de forma accidental a los ríos ibéricos en los años setenta.
También ocurrió con los galápagos de Florida, unas tortugas de pequeño tamaño que han sido un regalo muy común y que en muchas ocasiones sus propietarios han terminado por soltarlas en los ríos. Esta especie invasora se ha adaptado muy bien al medio y se ha convertido en una amenaza para el galápago europeo (emys orbicularis). Y es que esta especie de tortuga de agua dulce típica de la Península Ibérica ha experimentado un declive en el número de ejemplares, también a nivel nacional.
Por eso, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha emprendido una labor de crianza en cautiverio y suelta de ejemplares para evitar que llegue a extinguirse. Así, en los primeros seis meses del año 22 ejemplares jóvenes, de entre dos y tres años, han sido liberados en dos sueltas en sendos espacios húmedos de Manzanares el Real y Soto del Real. De esta manera el Ejecutivo regional, en colaboración con el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), hace una apuesta por la conservación y el cuidado de esta variedad de tortuga propia de aguas dulces.
Como ha destacado la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, esta especie de reptil «es fundamental para mantener la conservación del hábitat y su entorno», uno de los ejes estratégicos de la Comunidad en materia medioambiental, promover y proteger la biodiversidad para preservar nuestro capital natural. Por su parte, el director general de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo, incide en que «la puesta en libertad de estos ejemplares criados en cautividad es fundamental para la repoblación del galápago europeo de agua dulce, así como para la recuperación de su hábitat y la conservación del medio natural».
Para las labores de cría, Grefa cuenta con un centro especializado, donde se combina la reproducción en cautividad con la estancia de las crías durante un año en sus instalaciones, por lo que los ejemplares que finalmente se liberan tienen un tamaño mayor y un caparazón bien calcificado, lo que mejora su posibilidad de supervivencia. Además, alguno de los ejemplares liberados está equipado con un radiotransmisor, lo que aporta a los especialistas información sobre los movimientos de este grupo en su nuevo hábitat y las zonas que elige tanto para pasar el verano como para hibernar.
A lo largo de este año se han realizado dos sueltas: una primera, el pasado mes de mayo, en una charca natural de Manzanares el Real, con la puesta en libertad de 11 ejemplares, dentro de una finca de Grefa y la segunda suelta se realizó el pasado mes de junio donde se liberaron 11 ejemplares en la charca del Arroyo del Mediano Chico en Soto del Real, zonas que permiten la conectividad con poblaciones naturales.
Pero no es la primera vez que se lleva a cabo esta acción, ya en 2019 se soltaron otros 55 ejemplares en humedales de Colmenar Viejo, Mataelpino, Soto del Real y Colmenar Viejo, y casi cincuenta ejemplares fueron liberados en los años 2013 y 2015 en Colmenar Viejo. Además otros 57 galápagos, entre los meses de junio y octubre de 2018, en localizaciones de Soto del Real, Colmenar Viejo y Mataelpino. Todas estas localidades están incluidas en el territorio del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, por tratarse de zonas con especies de plantas acuáticas, aguas limpias y abundancia de invertebrados, lo que aseguran el alimento de los ejemplares liberados. Además son espacios poco frecuentados y que permiten la conexión con la zona de población de galápagos que se encuentra en la cola del embalse de El Pardo.
La necesidad del galápago europeo, de contar con aguas limpias, bien conservadas y con abundancia de vegetación hace que su presencia en un lugar concreto asegure que otras muchas especies vegetales y animales habiten allí y que se trate de una zona limpia, como el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, que presenta una notable variedad de faunística.
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