Historia de Madrid
Otra vida más para los muros de Cuesta de la Vega
El Ayuntamiento rehabilita 18 de estas paredes, con una inversión de 850.000 euros
Hoy lo olvidamos con frecuencia, pero Madrid siempre fue una ciudad amurallada, protegida de enemigos interiores o exteriores. Y en más de una etapa de su historia. De la época árabe, cuando nuestra ciudad era conocida como Magerit, conservamos restos del 850 d. C., levantada por mandato de Mohamed I, a cuyo honor se bautizó el parque donde hoy se ubican los vestigios. Ya en la época cristiana, en el siglo XI, se amplió aquel recinto con un nuevo cercado, quedando hoy como restos más destacados los situados desde los números 15 al 17 de la calle Almendro. Actualmente, además de estos tesoros, contamos con una serie de muros de ladrillo proyectados a mediados del siglo XIX, construidos sobre los antiguos cimientos y aprovechando parte de los mismos. ¿Su estado hoy? El parte es alarmante: fisuras de dimensión considerable; erosión tanto en el mortero de unión del mampuesto y del ladrillo como en el propio ladrillo; falta y deterioros en el material pétreo del mampuesto; falta de piezas de ladrillo; ausencia de mechinales (los huecos entre ladrillos para colocar vigas) en diversas zonas; desalineaciones... A todo esto hay que añadir además varias humedades que amenazan la durabilidad de la estructura.
Por todo ello, el Área de Obras y Equipamiento del Ayuntamiento de Madrid, con Paloma García Romero al frente, ya ha comenzado las obras de rehabilitación y mejora de los muros de la Cuesta de La Vega. Unos trabajos que se realizan con cargo al contrato de gestión integral de infraestructuras viarias de la ciudad de Madrid. El importe de la actuación asciende a 852.000 euros y los trabajos tienen un plazo de duración estimado de 6 meses.
¿Cuál es la finalidad de esta rehabilitación? Básicamente, la reparación de los elementos deteriorados de los 18 muros que conforman esta estructura de la Cuesta de la Vega, así como la subsanación de los mismos. En total, supone una superficie de actuación de 2.900 m2, y con la que se tratará de atajar su evolución, garantizando la seguridad de los usuarios y recuperando su vida útil así. Sin olvidar, por otro lado, la conservación de su aspecto original, respondiendo así a su condición de elemento histórico.
Hace 150 años....
Desde el Ayuntamiento recuerdan que la actual disposición de la Cuesta de la Vega es fruto de la reforma proyectada en Madrid hace unos 150 años. El objetivo entonces era resolver el gran desnivel de la cornisa de la capital. Para ello, se estableció una sucesión de dobles rampas, con espacios entre ellas que, inicialmente, iban a ser destinados a viviendas, aunque actualmente son ocupados por jardines. Concretamente, se trata de los parques de Azorín y de Boccherini.
La horizontalidad de aquellos jardines e inclinación de los viales se resolvió con una serie de terrazas soportadas por los actuales muros, realizados en su día con parte del material extraído de los restos de la muralla de la zona. En cuanto a los materiales empleados, se trata de muros de ladrillo y mampuestos con verdugadas de ladrillo, funcionando por gravedad.
Así, Obras y Equipamientos ha emprendido una serie de trabajos que incluyen el tratamiento de los ladrillos; el anclaje de muros con barras de cosido; el sellado de fisuras; la ejecución de mechinales de drenaje, así como la limpieza de drenajes existentes, y la ejecución de canaletas de drenaje a pie de muro.
Otras murallas
Hay que recordar que no son estas las únicas obras acometidas por el Ayuntamiento de la capital en lo que se refiere a sus murallas. También se ha llevado a cabo una renovación del tramo más visible de la muralla cristiana, en la ya citada calle Almendro. En este caso, estamos ante un enorme lienzo de mampostería de sílex y caliza, con una longitud de 34,80 metros. Situado al fondo de un solar, es visible desde la calle a través de una verja. Así, las obras tenían por objeto la restauración de la cerrajería y el murete de cerramiento de parcelas, así como la eliminación de grafitis en las medianerías, entre otros trabajos.
Además, tal y como adelantó LA RAZÓN, el Área de Cultura, encabezada por Andrea Levy, anunció a principios de este año su intención de consolidar los restos de la muralla árabe de los jardines de Larra, descubiertos en 2018, para preservarla del constante tránsito de personas y vehículos.
En este caso, el Área de Cultura, además de trabajar en un «proyecto de acondicionamiento y consolidación», se «planteaba la viabilidad» de crear una pasarela, situada a cierta distancia, «para contemplar los restos de las murallas desde un plano superior».
El motivo no es otro que la confirmación del «valor histórico» de aquel tramo de la fortificación. De hecho, y según las hipótesis que manejaban los técnicos municipales, ese punto de los jardines de Larra podría constituir un «codo», un punto de encuentro en el que se unieron todas las murallas de la ciudad de Madrid, incluidas la árabe y la aristiana. Así, aquel hallazgo confirmaría que el recinto fortificado de los musulmanes fue utilizado por los «reconquistadores» para ampliar el perímetro de la nueva muralla.
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