Bochorno en la Asamblea por una sala no accesible a sillas de ruedas

La Comisión de investigación sobre la situación provocada por la Covid-19 en las residencias de la Comunidad de Madrid y la gestión que se hizo durante la primera ola de la pandemia tendrá que esperar. Por lo menos, dos o tres semanas hasta la próxima sesión por una cuestión que ha generado indignación y bochorno y que ha obligado a intervenir incluso al presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad. El viernes pasado era el turno de intervención de Óscar Moral, el presidente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid (Cermi). Había sido llamado a intervenir a petición del Grupo parlamentario Ciudadanos. Del Moral es uno de los «habituales» de la Cámara de Vallecas, ya que al menos acude tres o cuatro veces al año por alguna circunstancia y lo hace en silla de ruedas. Siempre que se cuenta con su presencia se solicita una sala accesible: la José Prat, que cuenta con una rampa de acceso al estrado desde el que intervienen los comparecientes o el presidente de la comisión correspondiente.

Pero el viernes pasado la Comisión sobre la situación de las residencias se había convocado en la sala Caserón de San Bernardo que resulta particularmente pequeña y con un escalón de acceso al estrado que no permite salvar una silla de ruedas. «El presidente de la Comisión, el socialista José Ángel Gómez Chamorro, se olvidó de solicitar la sala José Prat, la accesible, como todo el mundo sabe, así que no se pudo celebrar la comisión”, señalaron fuentes parlamentarias.

Chamorro ofreció al presidente del Cermi comparecer sin subir al estrado, pero éste se negó en rotundo precisamente para evitar discriminaciones. Ese día también estaba prevista la comparecencia de Carlos Mur, encargado de los triajes de los mayores. No pudo ser. El presidente de la Asamblea tuvo que pedir disculpas a Moral.

Fuentes del Grupo Socialista aseguraron, sin embargo, que la distribución de las salas es competencia de la Mesa de la Asamblea. “Lo que es indignante es que en esta institución todavía haya salas que no son accesibles”, señalaron.