Cerrados durante la pandemia

Madrid: los centros de mayores vuelven a la vida un año después

Permanecían cerrados desde el 6 de marzo. Ahora, reabren para actividades esenciales como podología y peluquería.

Asunción Salazar, vecina del barrio, acude al Centro de Mayores Manuel Alexandre
Asunción Salazar, vecina del barrio, acude al Centro de Mayores Manuel AlexandreCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

Parece que queda más lejano en el tiempo, pero todavía no ha transcurrido ni un año. Fue el 6 de marzo de 2020. Aquel día, la Comunidad de Madrid ordenaba el cierre de más de 200 centros de mayores, privados y públicos. Que el coronavirus era ya por aquel entonces una peligrosa amenaza era un hecho. Pero se desconocía hasta qué punto. La Consejería de Sanidad afirmaba que el cierre era preventivo y que se prolongaría por espacio de un mes, prorrogable «en función de cómo avanzara la pandemia». Nadie podría haber augurado que permanecerían clausurados por espacio de once meses.

Sin embargo, y no deja de ser buena señal, los centros de mayores han comenzado a retomar su actividad. De forma muy parcial, teniendo en cuenta la situación. Así, el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, que preside Pepe Aniorte, está impulsando la reactivación de unas actividades de las cuales los mayores se han visto privados. Y, ahora mismo, las necesitan más que nunca.

Para hacerse una idea, alrededor de 180 personas acudían diariamente al Centro Municipal de Mayores Manuel Alexandre, en Ciudad Lineal. Por calendario, ahora habrían celebrado el carnaval, tal y como hicieron el pasado año en el parque Calero. Del mismo modo, tendrían clases de taichí, el taller de teatro –fueron premiados el año pasado por el Ayuntamiento de Madrid por su actuación en la obra «Feliz Nochebuena»–; talleres de pinturas y manualidades... Entre las que acuden diariamente está Asunción Salazar. También es voluntaria del centro, ofreciendo su compañía telefónica a aquellos vecinos mayores que están solos. «Para nosotros, venir aquí es la vida. El trato, la amabilidad, sentirte integrado, tomarte el aperitivo...», dice Asun, que es como se presenta. Su esposo, ya fallecido, era también asiduo del Manuel Alexandre.

La situación, a la espera de que el panorama mejore, ha cambiado. Ayer, Asun acudió, pero con cita previa. Y lo hizo para obtener uno de los pocos servicios disponibles de forma presencial: el de podología. Se trata de uno de los más demandados por los usuarios y está funcionando ya en 28 centros. ¿El motivo? Muchas personas no pueden cortarse las uñas de los pies. Algunos lo intentan, pero han acabado provocando infecciones. Así, pronto se reanudará en los 35 centros que ha autorizado la autoridad sanitaria, en este caso la Comunidad de Madrid.

Otro de los considerados servicios «esenciales» es el de peluquería, que ya ha comenzado en Retiro y en Villa de Vallecas, mientras que en Chamartín se reanudará próximamente. En cuanto a los talleres virtuales, desde el Manuel Alexandre esperan retomarlos en breve. Durante estos meses de encierro forzado, han resultado un éxito. Más de 32.000 visualizaciones, lo que ha supuesto, afirman desde el centro, «que la brecha digital con los mayores se haya recortado diez años».

«Estos centros realizan una función terapéutica importante», afirma Ana Cruz, directora del Servicio de Centros de Día, Animación Sociocultural y Atención Podológica Asispa Los usuarios bajan a la calle, caminan, hablan entre ellos, te tomas un café... Pero todo eso está ahora mismo parado. Se les nota que hace mucho que hablan con poca gente y, desde un punto de vista psíquico, su estado ha empeorado», añade. De hecho, Ana de Miguel, coordinadora de los ocho Centros Municipales de Mayores de Ciudad Lineal, explica que la «socialización» de los mayores es uno de los objetivos a perseguir. No en vano, «los animadores y los monitores, si ven que alguno no está bien, ahí cuentan con una nueva vía de comunicación». Sin olvidar la labor de «seguimiento» que se realiza desde los centros para aquellas personas que precisan de compañía.

«El Ayuntamiento de Madrid se está volcando con las personas mayores desde que comenzó la pandemia. Durante el confinamiento tuvimos que emprender una reorganización de todos los recursos para garantizar su bienestar, dado que muchos se habían quedado solos en sus casas y todos se sentían más vulnerables», explica Pepe Aniorte, delegado del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social. Precisamente ayer, Aniorte visitó una de las actividades al aire libre para mayores impulsadas por el Ayuntamiento: el programa de Ejercicio al Aire Libre, liderado por la Dirección General de Mayores, y dirigido a los usuarios de los centros, que se desarrolla en 22 puntos de la ciudad. La iniciativa está siendo un éxito: ya hay 37 grupos de ejercicio.

Y es que, como apunta Aniorte, desde el cierre de los centros de mayores, «nos centramos en garantizar el funcionamiento seguro de los servicios de ayuda a domicilio y en reforzar el servicio de Teleasistencia para llegar a más hogares, especialmente de mayores de 85 años». Porque «comunicarnos con las personas mayores nos pareció esencial para atenuar los efectos del aislamiento, como son el miedo y la inseguridad».