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Vandalismo, amenazas y 20 gallinas decapitadas: la cara B del ‘caso Pantano’ en San Martín de Valdeiglesias

La regidora del municipio golpeado esta semana por la «Operación Pantano» relata a LA RAZÓN el origen de las irregularidades del Gobierno socialista

La alcaldesa de San Martín de Valdeiglesias, María Mercedes Zarzalejo
La alcaldesa de San Martín de Valdeiglesias, María Mercedes ZarzalejoRafael BastanteEuropa Press

Toda una trama de irregularidades en las contrataciones, malversación, prevaricación y falsedad documental en la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias, desembocaba en que, a primera hora de la mañana del pasado miércoles, 15 de diciembre, los efectivos del Grupo de Delitos Económicos de la Comandancia de la Guardia Civil acudían al Ayuntamiento con una orden judicial de entrada y registro. Poco después, eran detenidos la ex alcaldesa del PSOE, María Luz Lastras; el ex teniente de alcalde, Luis Haro; el ex edil de Festejos, Pablo Luis Lastras; así como los ex concejales Mónica Martín y Félix González. Más tarde, serían también detenidas otras doce personas entre concejales, familiares y empresarios de la localidad.

La «Operación Pantano» llegaba a este punto tras dos años de investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción, la cual comenzó después de que la actual alcaldesa, Mercedes Zarzalejo (PP), presentase una denuncia, en la cual se incluían informes de la intervención municipal. En ellos, se podía observar evidentes desajustes en las tasas y precios públicos, así como la existencia de una cuenta, la 413, en la que se facturaban gastos del Consistorio sin que estos fueran aprobados y fiscalizados previamente. Esto se suma a contrataciones opacas en el Ayuntamiento, y al manejo del mismo por parte de varias familias locales que, desde hace más de 20 años, se encontraban en el poder. LA RAZÓN habla con la actual regidora, Mercedes Zarzalejo, quien explica la situación en la que se encuentra el municipio, y cómo han sido estos dos años de legislatura en los que, incluso, ha llegado a temer por su seguridad y la de sus allegados.

La «Operación pantano», que ha llevado a la detención de la ex alcaldesa, comenzó tras su denuncia ante la Fiscalía. ¿Cómo fue el proceso que les llevó a interponer la denuncia?

A lo largo de la legislatura pasada, entre 2015 y 2019, fuimos viendo cosas. De hecho, en muchísimos plenos advertíamos al equipo de gobierno que los informes de intervención eran graves, demoledores. Que no se podían solucionar esas irregularidades a golpe de decreto, que hay una responsabilidad que cumplir y que había que subsanar todo aquello, impulsar la contratación pública… Hicimos nuestra labor de oposición, pero el equipo de gobierno hizo caso omiso. Incluso hubo burla y mofa hacia nosotros. Entonces, en 2019, pusimos en manos de la Fiscalía los informes de intervención, diciendo que se estaban cometiendo una serie de irregularidades, incluso posibles delitos. Parece ser que, de esa puesta en conocimiento de los hechos ante la Fiscalía, el fiscal se querella en noviembre de 2019 y, a partir de ahí ha habido una investigación de dos años.

¿Qué fue lo que hizo que les saltaran todas las alarmas?

Lo que me llamó la atención es que todo fueran contratos menores. Es decir, en procedimientos de licitación pública, los pocos que hubo se declaraban siempre desiertos. Y eso es algo que puede ocurrir, pero no de forma tan habitual. El otro día a nosotros se nos quedó desierto el contrato de colaboración bancaria, es decir, el de la entidad que nos emite los recibos. Puede pasar que a los bancos les parezca escasa la retribución y no se presenten, por ejemplo. Pero es muy raro que todos los procesos de contratación pública se te queden desiertos.

Cuando eso ocurre, ¿qué se puede hacer?

Según la legislación, cuando esto pasa puedes hacer una contratación menor directa en las mismas condiciones. Es decir, se puede elegir al proveedor, y es lo que estaban haciendo. Me extrañaba mucho, al igual que el hecho de que intentasen solucionarlos con decretos. Yo se lo decía muchas veces a la anterior alcaldesa: que había que subsanar lo que se estaba haciendo. Por ejemplo, los informes señalaban que toda la contratación de los trabajadores se estaba haciendo en fraude de ley, y yo le pregunté mil veces que por qué no se aprobaba una relación de puestos de trabajo. Después de eso contrataron –también con contrato menor– a una empresa para hacer esa relación, y resulta que, aun estando terminada, porque nos enviaron una copia como oposición, nunca se llevó a pleno.

¿Qué hicieron entonces?

Desde la oposición se los advertimos muchas veces, pero les daba igual porque tenían mayoría absoluta. Pasaban las cosas por pleno, se aprobaba y punto. Pero es verdad que a mí lo que más me llamó la atención es que había una evolución en la gravedad de los informes y, ya llegando al final de la legislatura, esos informes eran casi sentencias. Cuando uno tiene un cargo público tiene el deber de perseguir ciertas cosas y, por lo menos a mí, mi conciencia me pedía poner en conocimiento de la Justicia esto que estaba ocurriendo.

¿Se van a personar como acusación en el proceso?

Ya lo hemos hecho, pero también como perjudicados, porque dentro de los delitos que se imputan está el de fraude a la Administración. En el momento que me llegó el auto llamé a los abogados para que se personaran en los juzgados y así lo hicieron. Además, quería que fueran a ver en qué punto estaba la investigación.

¿Con qué se encontraron?

Pues, por lo que nos han enviado, que no he podido descargármelo entero porque es inmenso, calculo que con unos 5.000 folios de expediente de manifestaciones de la interventora, de empresarios del municipio… Otra cosa que me parece gravísima es que esto lo sabía todo el mundo en el pueblo. A mí me lo contaban los vecinos el asunto que había a la hora de conceder licencias de actividad.

¿Podría poner algún ejemplo?

Había un ingeniero desde hacía muchos años, falso autónomo, lo cual es otra de las irregularidades que la interventora hace constar en los informes. Era el encargado de informar las licencias de actividad. Por lo que me manifestaban los vecinos que habían abierto sus negocios en el municipio, para obtener la licencia de actividad casi que se les obligaba a hacer el proyecto de actividad en la empresa de este señor, y ese proyecto valía dinero, evidentemente, con lo cual había que pagar también a ese señor. Era un secreto a voces en el municipio. Por mi parte, desde que entré a la alcaldía y vi un poco lo que había, prescindimos de los servicios de este señor en el ayuntamiento. Y esa decisión la tomé aun a riesgo de que nos demandase reclamando la laboralidad de su relación, porque claro, llevaba 25 años. Lo mismo hice con el técnico de catastro, que era otro falso autónomo. Si el juez me dice que esa relación laboral se tiene que mantener, perfecto. Pero yo en esas condiciones no lo iba a tener aquí. De hecho, al poco de prescindir de sus servicios vino un oficio del juzgado para notificarle una comparecencia, advirtiéndole además que, en el caso de no personarse, se emitiría una orden de busca y captura y detención. Así que aquello corroboró un poco las sospechas que teníamos. Ese procedimiento parece que no siguió adelante, pero ahora está también en lo que ha pasado ahora. No sabemos cómo acabará.

Entonces, ¿cuenta con el respaldo de los vecinos?

Es lo que me han transmitido desde el pasado miércoles, salvo esa pequeña minoría que son familiares, amigos y demás. El resto del pueblo lo que expresa es que «ya era hora», «menos mal», «si es que ya lo sabíamos».

¿Cómo vivieron lo sucedido el pasado miércoles?

Aquel día fue un poco de lío, con la Policía en el ayuntamiento y los vecinos preguntándose qué ocurría. Al principio hubo un poco de confusión porque las primeras informaciones fueron que se había detenido a la alcaldesa, así que mi familia se preocupó un poco, pero enseguida se solucionó.

La mayor parte del pueblo está en shock. Llevamos unos días con un clima social muy extraño. La gente ha preferido tener prudencia y serenidad. Los del PSOE sí que salieron a la calle a aplaudir a sus concejales. Fue un poco bochornoso, porque además había pleno. Parecía que los demás teníamos que guardar silencio y ellos recibir con aplauso a los concejales.

¿Hubo aplausos a pesar de conocer ese “secreto a voces”?

Sí. De todas formas, llevamos ya dos años así. Soportando insultos, calumnias. Mi coche me lo han reventado tres veces, la finca de mi padre la han destrozado… vamos, todo tipo de vandalismo y sabotaje en los elementos municipales. El otro día un vecino que estuvo conmigo en una inauguración de una pista de petanca, pues al día siguiente, 20 gallinas que tenía el hombre, 20 gallinas que aparecieron con la cabeza arrancada de cuajo. Esto lo llevamos sufriendo dos años. Lo de ayer no fue nada en comparación.

Parece que va mucho más allá del color político…

Esto es así. Es un municipio que lleva décadas gobernado por las mismas familias y ahora quieren recuperar el que ellos creen que es su hogar. No es solo cuestión de color político, se trata de que son familias en el poder. Ayer cinco hombres, si se les puede llamar así, fueron a por una chica. Una de mis concejalas salió ayer a ver unas obras en el polígono. Aparcó el coche y según iba por la acera se le acercaron a insultarla, a decirle de todo… Es tremendo. De hecho, la noche del miércoles le pedí a la policía que vigilara la casa de mis padres, porque, sinceramente, tenía miedo. No me preocupan los daños materiales, que llevamos sufriéndolo dos años, sino los daños personales.

¿Cómo ha sido el proceso para poner solución a lo que han encontrado en el Ayuntamiento?

Desde el Ayuntamiento, para solucionar lo que nos hemos encontrado, estamos haciendo un trabajo titánico. Es difícil. Tenemos muy poco personal. Una de las cosas que más me sorprendió cuando llegué es que había una secretaria nueva, y una interventora y un secretario que llevaban unos 8 años. Según llegué yo, se fueron. Entonces, durante estos dos años he estado sin habilitados. Solo con personas en comisión de servicio, que se han ido. Y, ahora mismo, tengo a los tres habilitados a tiempo parcial. La verdad es que trabajan muchísimo, pero poner en orden este Ayuntamiento ha sido bárbaro. Lo primero en solucionar fue el tema presupuestario. Nos encontramos un más de un millón de facturas en el cajón, el presupuesto de 2019 totalmente hipotecado... Nos llegan oleadas de sentencias, la pérdida del castillo, el medio millón de euros que tenemos que pagar. También sentencias que condenaban al Ayuntamiento, del año 2013, que ahora llegan y ejecutan, cuando entramos nosotros en el gobierno, y nos obligan a pagar 300.000 euros solo en intereses. Esa ha sido la primera labor, controlando el gasto público al céntimo. Hemos estado saneando cuentas, pagando las deudas de esa cuenta 413, que ahora mismo están a 0. Y hacer un plan de ajuste y cumplirlo. Una vez hecho todo esto, hemos comenzado con la contratación pública. Pero nos queda mucho por delante. Y todo esto con el Covid de por medio, y con un pleno que te lo tumba todo. Es muy difícil. Un bloqueo constante.

Y, ahora, ¿qué van a hacer?

Vamos a seguir trabajando. La actividad tiene que continuar. Los vecinos se merecen que sigamos trabajando para ellos. Eso sí, con honradez y transparencia.