Memoria blanca del Penedés

Nacer en una familia dedicada a la viticultura desde hace siglos, impone una genética, como una llamada de vocación irresistible. Así, estos tres hermanos han retomado toda la historia, y las lecciones de la experiencia y la tradición, a la que han sumado avances que aportan a esa precisión, fundamental para acompasar la mente.

Este vino no es solo monovarietal xarel.lo, además, es de una sola viña, Les Julies, organizada en vaso tradicional desde 1954, y en un plano generado en la depresión prelitoral del Penedés. Este tipo de viñas que ya no gastan volumen, pero sí exhiben una calidad excepcional, son especialmente agradecidas en años cálidos y sin prisas como este 2019.

Ese mismo ritmo se impone en una crianza, donde el objetivo es dominar las lías y pedirles que aporten esas notas amargas que convierten el vino en una continuación de lo autóctono. Roble francés y acero inoxidable aportan, sin distorsión y sin eliminar sus excelentes propiedades mediterráneas, un espacio para que todo ese mundo de hierbas aprenda a convivir con el cítrico y la vainilla que persisten largamente en boca. Este blanco gastronómico combina con la cocina meridional y la oriental. Gustoso.

Bodega: J. Fortuny Fàbregas.

Vino: Blanc de Mayte 2019.

D.O: Penedés.

Precio: 15,85 euros.

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