Encuesta
La debacle de Podemos en Madrid: Mónica García se queda con el 15% de sus votos del 4-M
La fuga de electores hacia Más Madrid amenaza la supervivencia de los morados en la región
Mañana se cumplirá el primer aniversario de las elecciones autonómicas del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. Una cita anticipada con las urnas, que se celebró en martes, en la que la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, consiguió una victoria incontestable: el PP se quedó al borde de la mayoría absoluta, con más votos y más diputados que las tres formaciones de la izquierda unidas (Más Madrid, PSOE y Podemos). Ayuso logró así su objetivo de conformar un gobierno en solitario tras la mala experiencia de su coalición con Ciudadanos, cuyo colapso, tras la moción de censura apoyada por los naranjas en Murcia, terminó provocando que la jefa del Ejecutivo madrileño activara el botón electoral desde la Puerta del Sol.
Junto a la contundente victoria de Ayuso, el otro titular que dejó la noche del 4-M fue el anuncio de Pablo Iglesias de abandonar la política y renunciar a todos sus cargos en Podemos. El ex vicepresidente del Gobierno con Pedro Sánchez daba un paso al lado tras no lograr la meta que se había marcado en su aterrizaje en la política madrileña: frenar la «amenaza» de un Gobierno de Ayuso con Vox e impulsar una alternativa de izquierdas junto a Ángel Gabilondo (PSOE) y Mónica García (Más Madrid). No recogió, por tanto, Iglesias su acta como diputado en la Asamblea de Vallecas. La bancada morada tuvo entonces que decidir cuál de sus 10 diputados debía asumir la labor de portavoz en el parlamento regional. Y optó por una portavocía que ejercen al alimón Carolina Alonso y Alejandra Jacinto.
En apenas un año, Unidas Podemos, como el resto de partidos políticos, volverá a enfrentarse al examen de las urnas. Y, desde luego, no está nada claro cuál será el cabeza de cartel de la formación de Ione Belarra para una cita que se antoja decisiva para la supervivencia de los morados en la Comunidad de Madrid. El horizonte que dibujan las encuestas no es ni mucho menos tranquilizador. La publicada este lunes por LA RAZÓN, elaborada por NC Report, otorgaba a Unidas Podemos una representación de 8 diputados. Lo que significa un retroceso de dos escaños respecto al resultado obtenido por Pablo Iglesias hace tan sólo un año. Pierde un punto Podemos en este tiempo al pasar del 7,2% cosechado el 4-M al 6,2% que le otorga el estudio de NC Report. Esta caída se explica, según los datos de la encuesta, a partir de la pérdida del apoyo de casi 35.000 madrileños. Se trata de una proyección preocupante teniendo en cuenta que la normativa electoral madrileña deja sin representación parlamentaria a todas aquellas candidaturas que no logran superar el umbral del 5% de los votos. Es decir, Unidas Podemos, a doce meses de las elecciones –tendrán lugar el 28 de mayo de 2023–, está sólo un punto y dos décimas por encima de quedarse fuera del parlamento regional. El dato es especialmente preocupante teniendo en cuenta la tendencia experimentada en el último año, en el que precisamente se ha retrocedido ese mismo terreno: un punto en apoyo popular.
Otro dato de la encuesta de NC Report publicada por este diario que supone una llamada de alerta para Unidas Podemos es el que concierne a la fidelidad de sus votantes. El 75% de los madrileños que apoyaron a Iglesias el 4-M repetirían el sentido de su voto. Sin embargo, el 25% restante no lo haría. ¿Y a dónde van esos votos? La mayoría tiene un destino claro: Más Madrid. Hasta un 14,7% de los electores que votaron a Unidas Podemos en mayo de 2021 ahora respaldarían a Mónica García como su opción favorita para presidir la Comunidad de Madrid. Se trata de una fuga notable de votantes en apenas 12 meses, teniendo en cuenta además que García el 4-M rechazó abierta y públicamente la propuesta de Iglesias de conformar una candidatura de unidad para hacer frente al PP y a Vox. A a ello se une que el 5,7% de los ciudadanos que votaron a Unidas Podemos el 4 de mayo ahora respaldaría en las urnas al PSOE. Y hasta un 4,5% de su antiguo electorado pasaría ahora a engrosar la abstención. En sentido inverso, apenas se produce trasvase de votos. Podemos sólo lograría convencer al 1,8% de los votantes del PSOE el 4-M y al 0,5% de los electores de Más Madrid ese día.
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