Decretazo

La Cibeles se prepara para el «apagón» de Sánchez

Técnicos municipales ya estudian la desinstalación de las luces nocturnas. El Ayuntamiento acatará su decisión

CELEBRACIÓN TÍTULO DE LIGA DEL REAL MADRID
La fuente, durante la última celebración liguera del Real MadridJavier LopezAgencia EFE

«Vamos a tratar de cumplir, de hacer las cosas bien», aseguró ayer Begoña Villacís durante una entrevista en Telemadrid. La vicealcaldesa confirmó lo adelantado estos días por otros concejales de la capital: el Ayuntamiento tiene la intención de acatar el decreto de ahorro energético promulgado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y eso incluye la fuente y el palacio de Cibeles. Así, técnicos del Consistorio madrileño ya estudian cómo apagar las infraestructuras para dar cumplimiento a la ley. A partir de ahí, «haremos lo que los técnicos nos digan. Si dicen que las apaguemos, las apagaremos».

En todo caso, la vicealcaldesa ha vuelto a incidir en un aspecto que, estos días, es objeto de debate: la relación entre la iluminación nocturna y la seguridad en las calles. «Los edificios públicos, si se apagan, generan zonas oscuras. La iluminación no se establece de forma arbitraria; si se apaga la Cibeles se generan sitios oscuros», subrayó. «Es probable que creemos zonas oscuras en Madrid. Algo que es desaconsejable, porque se asocia el descenso de la luz con el aumento de la inseguridad», argumentó.

Así, aunque desde el Ayuntamiento son «partidarios de cumplir la norma», Villacís critica que todo el decreto «se ha hecho de forma atropellada, poco pensada y con muy poco sentido común».

En su opinión, la gente «cumplirá» con la nueva ley, porque «está aterrada ante posibles multas». Algo, dice, que recuerda a un «estado policial». «Yo confío en la gente pero la gente cada vez sigue confiando menos en el Gobierno», apuntó.

Por ello, Villacís echó en cara al Gobierno central su falta de «sentido común» a la hora de elaborar este decreto ley «sin tener que pactar nada». A su juicio, han alumbrado «una norma imperfecta, muy poco realista porque no han querido hablar con nadie».

No hay que olvidar tampoco las infracciones, cifradas en 60.000 euros. «Los pequeños comercios luchan por sobrevivir. No es una medida sensible y son muchos los que no van a poder soportar esta situación», concluyó.