España

Caso mascarillas

La Policía encuentra una placa del CNI en el registro de la casa de Luceño

La Fiscalía investiga si Luceño o Medina se encuentran detrás del supuesto San Chin Choon que posee la empresa que vendió material sanitario al Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia

Medina y Luceño declaran hoy ante el juez por cobrar 6 millones en comisiones en la venta de material sanitario
Medina y Luceño declaran hoy ante el juez por cobrar 6 millones en comisiones en la venta de material sanitarioEUROPA PRESS/TWITTEREUROPA PRESS/TWITTER

La Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Judicial ha intervenido una “placa de agente del Centro Nacional de Inteligencia” al empresario Alberto Luceño, imputado en el “caso mascarillas”. Los agentes realizaron un registro en su vivienda el jueves de la pasada semana porque tanto la Fiscalía Anticorrupción como el juez Adolfo Carretero sospechan que él o alguna tercera persona puede estar detrás de la identidad de San Chin Choon. Este empresario con sede en Malasia es supuestamente la persona que envió el material sanitario al Ayuntamiento de Madrid y que terminó en una millonaria estafa en plena pandemia. Luceño y su socio Alberto Medina se embolsaron algo más de seis millones de euros por la transacción que está bajo la lupa de los tribunales.

El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, a cargo del caso, abrió una pieza separada que declaró secreta el pasado 13 de septiembre para poder practicar la entrada en casa de Luceño. En la documentación -a la que ha tenido acceso LA RAZÓN- la Policía detalla que se ha encontrado un maletín Louis Vuitton de cuadros color gris y negro con diversa documentación, un “portaplacas negro con placa de agente de la Autoridad Centro Nacional de Inteligencia”, una tarjeta blanca con las letras “CNI” y la foto de Luceño, además de “seis hojas con impresiones de imágenes” del “CNI, DSN (Departamento de Seguridad Nacional), Ministerio de Defensa y Cuerpo Nacional de Policía”.

Los agentes comenzaron el registro a las ocho de la mañana y, después de pasar por la vivienda del investigado en Pozuelo acudieron también a la calle Lagasca para analizar la empresa (Tamaka Invest S.L). De allí también sacaron teléfonos móviles, en uno de los cuales encontraron “acceso a multitud de cuentas de correo”. La Policía ha remitido todo el material a la Fiscalía Anticorrupción para su análisis.

Sospecha tras los correos de San Chin Choon

Esta diligencia fue acordada a petición del fiscal Anticorrupción Luis Rodríguez Sol que vio muy sospechosa la aparición repentina de San Chin Choon en el caso. Cabe recordar que desde el Ministerio Público se hizo una petición formal a Malasia para que el empresario contestara a una serie de preguntas como si realmente Medina y Luceño trabajaron para él como “agentes exclusivos” y si la comisión que cobraron fue legal. El país asiático contestó que habían localizado a San Chin Choon, pero que este no quería colaborar y, de repente, el mes pasado el malayo remitió una serie de correos directamente al Juzgado para exculpar a los dos investigados de todo delito (se les investiga por estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales).

Tal y como avanzó este diario, Anticorrupción tenía todas las dudas sobre la veracidad de estos correos y así lo plasmó en un informe a principios de este mes. “El correo está redactado en inglés y Luceño manifestó en su declaración que San Chin Choon no habla inglés”, dice el fiscal. “Presenta además varias incorrecciones gramaticales que evidencia que ha sido redactado por alguien que no solo no habla correctamente inglés sino que tiene el español como lengua materna”. Y pone ejemplos, como que aparece el término “indefensión” cuando es algo que no existe en lengua inglesa o que a la pregunta sobre si conoce a Luceño y a Medina él responde ‘to Mr. Alberto Luceño yes, to Mr. Medina no’, “que vuelve a ser una burda transcripción de la respuesta que se daría en castellano cuando en inglés el objeto directo de persona no lleva nunca preposición”, acierta el fiscal.

Asimismo, el supuesto San Chin Choon defendía que Luceño ha participado en varias operaciones de comercio internacional con la empresa Leno desde 2018, en que fue designado agente exclusivo de esta. “Sin embargo, esta afirmación contrasta con el hecho de que las cuentas corrientes de las sociedades del Sr. Luceño presenten un saldo de cero euros a lo largo de todo el año 2019″, remacha el escrito de la Fiscalía. Además, añade que el resto de testigos -han declarado varios funcionarios del Ayuntamiento de Madrid responsables de la compra o el primo del alcalde José Luis Rodríguez Almeida que puso en contacto a ambas partes- han aportado mensajes de correos o Whatsapp de cómo se gestó la operación. No así Luceño. “Llama la atención que el Sr. Luceño por el contrario no haya aportado ni un solo mensaje que corrobore lo manifestado en sus declaraciones cuando parece evidente que tuvo que cruzar varios mensajes con San Chin Choon u otros responsables de la empresa Leno”, expone.

Con todo esto sobre la mesa, el juez Carretero vio procedente que había que entrar en casa del que consideran principal cerebro de la trama para saber si estaba detrás de la llegada de San Chin Choon. Por su parte, el magistrado contestó que no podía incorporar dichos correos a la causa, que si quería el malayo viniera a España a declarar formalmente. Ahora la Policía analizará todo lo intervenido.