Moncloa

El decálogo del NO-DO sanchista

Imaginemos, como la peor de las pesadillas posibles, las noticias en las se basarían las retransmisiones de ese NO-DO –Noticias Domesticadas- del sanchismo

Sánchez y su mujer, en Bali
Sánchez y su mujer, en BaliWilly KurniawanAgencia AP

Considera la ministra Portavoz que cuanto dice y hace el Gobierno de Sánchez es el Bien absoluto y que, por tanto, convendría imponer a los medios un espacio para transmitir a los ciudadanos esa Verdad revelada. Así lo manifestó Isabel Rodríguez, con naturalidad y desparpajo, en el curso de un coloquio: “Igual que tenemos un espacio para el tiempo, para saber si va a llover, ante la necesidad de que la ciudadanía acceda con veracidad, tendríamos que reservar un espacio de información pública en cada informativo”, con el fin de evitar, según ella, “intereses sesgados”. La sugerencia sonó, claro, a “Aló Presidente” o a NO-DO. Pero casi peor que su atrevimiento al formular la idea fue la manera de justificarla a posteriori: la reflexión, dijeron los portavoces monclovitas, era únicamente parte de una charla y no se trata, por tanto, de una propuesta formal. Ni se negó ni se desmintió su pertinencia. Para echarse a temblar.

Imaginemos, como la peor de las pesadillas posibles, el decálogo en el que se basarían las retransmisiones de ese NO-DO –Noticias Domesticadas- del sanchismo:

1. “La sanidad sólo tiene problemas en la Comunidad de Madrid”. Faltan médicos únicamente aquí y sólo por culpa, cómo no, de Isabel Díaz Ayuso. En otras autonomías no se sufre la escasez de facultativos, ni hay complicaciones en la atención primaria o en las listas de espera quirúrgicas. Y, si las hay, no importan.

2. “No falla la ley del “sí es sí”, los que fallan son los jueces, esos machistas. La ley se ha redactado a patadas y sin rigor, pero no importa: para eso tenemos a la ministra de Igualdad, la jurista ciruela, dispuesta a dictar ella misma lo que deben hacer los magistrados. Porque, como ha dicho Sánchez, esta ley es tan buena que nos la copiarán en medio mundo.

3. “Tranquilos, españoles, la inflación está bajo control gracias a la excelsa acción de Pedro Sánchez”. Somos los campeones de Europa en la moderación de los precios. Sí, es verdad que el gasto de los hogares se ha elevado un 19% con respecto a hace sólo un año, pero hay que estar muy agradecidos. Si no alcanza el dinero en el supermercado o no se llega a fin de mes por las facturas de la luz y el gas, siempre deberemos pensar, con íntima satisfacción, que los estonios y los eslovacos están peor.

5. “La educación avanza imparable”. Muchos más alumnos pasarán de curso, muchos más obtendrán títulos. Que para ello haya habido que suprimir aprendizajes básicos y recurrir al aprobado general o a la promoción automática es una cuestión menor. Conviene hacerlo. No se puede incomodar a quienes no desean molestarse en estudiar, pobrecillos. Así estarán más contentos y, en el caso de los que tienen la suerte de cumplir ahora 18 años, dispondrán de más tiempo para disfrutar de los videojuegos comprados con el bono-regalo del Gobierno y, de paso, votar a Sánchez.

6. “Es necesaria una armonización fiscal”. Lo cual, traducido del “sanchés” al castellano, quiere decir: “Vamos a pasarnos por el forro las competencias autonómicas para arrebatar a Ayuso la potestad de bajar los impuestos”. Que todos los demás presidentes regionales hayan seguido su ejemplo y lo hayan hecho también es lo de menos. “Es que ella lo hace para desmantelar los servicios públicos”, nos tocará escuchar.

7. “Cataluña está mucho mejor ahora que en 2017, dónde va a parar”. La región se ha empobrecido sustancialmente por el “procés” y las sentencias judiciales se incumplen allí de forma sistemática, pero eso da lo mismo, qué tranquilidad respiran unos a costa de asfixiar a otros con el beneplácito del Gobierno. La total erradicación del español de las aulas es el gran símbolo de la “paz social” sanchista.

8. “¿Sedición, qué sedición? Tenemos que homologarnos con Europa” es el argumento “ad hoc” para la erradicación de este delito en el Código Penal. No es así en absoluto, pero qué más da. Conviene explicarlo en clave de NO-DO sanchista: si unos cuantos políticos de la Baja Sajonia se revolvieran contra Alemania Federal o Córcega se proclamara república independiente de Francia, Scholz y Macron se limitarían a dar un cachete a esos traviesillos. Hay que ver, aquí, cómo nos ponemos por nada.

9. “Ayuso le disputa la silla a Feijóo”. Mantra recurrente, óptimo como leitmotiv general del NO-DO sanchista. Un Partido Popular unido, con un líder fuerte y varios cuerpos de ventaja en las encuestas es un enemigo a batir a cualquier precio y con cualquier necedad.

10. “Instamos al PP a cumplir la Constitución”. La apoteosis. Ya que estamos conchabados con quienes incumplen el ordenamiento jurídico a conciencia y quieren dinamitarlo, demos siete vueltas de tuerca al argumento, y digamos que sucede exactamente lo contrario de lo que está a la vista de todos.

Impresionante. Este decálogo absurdo es el día a día de la posición que el gobierno y sus medios afines defienden por trazo grueso y falta de sutileza. Ahora sólo nos falta esperar a que la ministra Rodríguez, seguramente frustrada porque ningún medio quiere emitir la docuserie hagiográfica de Sánchez, nos sirva en bandeja este nuevo NO-DO.

Enrique Ossorio es vicepresidente de la Comunidad de Madrid