El megaproyecto

Así será el soterramiento de la A5, la gran obra de Almeida

El alcalde de Madrid presentaba esta mañana el proyecto que urbanizará el espacio que quedará disponible tras las obras de soterramiento de la A5, que mejorará la comunicación entre los barrios del Suroeste

Paseo Verde A-5
Paseo Verde A-5Antonio Cruz / Miguel RosellóLA RAZÓN

Uno de los proyectos estrella de esta nueva legislatura de Almeida en Ayuntamiento de Madrid es ya una realidad. El soterramiento de la A5 y el desarrollo del Paseo Verde del Suroeste, será una de las mayores transformaciones que experimentará la capital en los últimos tiempos, cuyas obras comenzarán a finales de este mismo año y cuyas líneas maestras se exponían hoy en la rueda de prensa del alcalde. Este soterramiento mejorará la comunicación entre distintos barrios de la capital, perjudicados históricamente por la brecha que suponía esta autovía, así como habilitará un nuevo espacio para peatones y otros usos mientras se reducen drásticamente las emisiones en dicho radio, perdiendo un tráfico en la superficie de 800.000 vehículos diarios.

Este proyecto supone una inversión de casi 350 millones de euros, repartida en varios años. Además se plantean otros casi 60 millones, destinados a la urbanización de este nuevo espacio habilitado. Este Paseo Verde contará con conexiones con la M-30, mientras comunicará también por primera vez desde los años 60 los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas con los de Campamento. De la misma forma, dará continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer, en una actuación que comprende un total de 3,2 kilómetros.

Las obras, que comenzarán dentro de solo unos meses, están divididas en dos lotes prácticamente homogéneos presupuestariamente. El primero, que constará de casi 176 millones de euros, abordará desde Padre Piquer a Batán. Incluye obra civil, instalaciones y el viario en superficie, incluyendo una nueva glorieta en avenida de los Poblados, imprescindible para redistribuir la movilidad en el entorno. El segundo lote constará de 171 millones de euros, y se le asignará el espacio desde Batán a la avenida de Portugal. Incluye instalaciones como las de la conexión con el túnel de avenida de Portugal. En este lote también se recogen las comunicaciones y conexiones telemáticas del nuevo túnel con el resto de la red de gestión de Calle 30. El plazo de ejecución de toda la obra oscila los 25 meses.

Además de recuperar el espacio en superficie para los vecinos, se va a mejorar la movilidad peatonal, en transporte público y la viaria, garantizando a la vez la mejora también de la seguridad vial en el entorno. Además, se pretende acabar así con los problemas de retenciones en conexiones conflictivas como el paseo de Extremadura, Batán y Boadilla.

Lo que el Ayuntamiento denomina «movilidad blanda» se fomentará gracias a la construcción de un carril bici bidireccional semaforizado de 3,5 km, que empezará en la calle Illescas y conectará con el de la avenida de Portugal, enlazando a su vez con Madrid Río, lo que facilitará el acceso al centro de la capital. En superficie habrá aceras más amplias y 33 nuevas conexiones peatonales, frente a las 16 actuales.

El proyecto bajo tierra

Con este proyecto se busca optimizar la utilidad de toda la capacidad que esconde el subsuelo madrileño, mientras se mejoran las condiciones de vida, de sostenibilidad y movilidad en la superficie. Así, Madrid tendrá más que nunca una ciudad bajo tierra y una ciudad sobre la superficie. El nuevo túnel contará con una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan como carriles BUS–V.A.O., dotados con una señalización variable que permitirá regular su tráfico, en función de las necesidades del movilidad en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.

Al mismo tiempo, en superficie se prioriza la movilidad peatonal y ciclista, dejando una vialidad para atender los recorridos locales del vehículo privado y el transporte público urbano. Todo ello permitirá dotar a la zona de una enorme permeabilidad para el peatón entre ambas márgenes de la autovía actual y la conexión entre Casa de Campo, cuña verde de Latina y el entorno de Puerta del Ángel y Madrid Río, generando siete nodos condensadores de actividad a lo largo de todo el trazado. Estos siete nodos serán: El enlace del Parque de Atracciones, El Greco, Enlace de Batán, Lourdes, Enlace Yébenes–Cuña Verde, Casa de Campo–Boadilla y Padre Piquer.

Por su parte, el Paseo Verde del Suroeste incorporará sistemas de generación de energía con fuente renovable. El objetivo es buscar la sostenibilidad energética de la infraestructura de forma global y optimizar sus recursos para lograr que su balance energético en fase de explotación sea cero. En este sentido, el proyecto contempla la instalación de infraestructuras de energía geotérmica y fotovoltaica que permitirán compensar, e incluso superar, todo el consumo del túnel subterráneo por el que discurrirá la A5 ya soterrada.

En primer lugar, se va a aprovechar el hecho de que la cimentación del túnel se ejecute mediante una solución de pantallas profundas, que se activarán mediante la instalación de sondas geotérmicas ancladas a su armadura para poder aprovechar este tipo de energía. Se va a implementar además una instalación fotovoltaica para la generación de energía limpia en la superficie una vez se lleve a cabo el soterramiento. Se trata, por un lado, de conseguir una generación media anual de energía que ayude a equilibrar el consumo del túnel y, a su vez, genere espacios de sombra integrados a lo largo del Paseo Verde. La solución más factible es ejecutar las instalaciones fotovoltaicas sobre pérgolas.

En materia medioambiental, el proyecto de ejecución del Paseo Verde del Suroeste permitirá la creación de nuevas zonas verdes para los vecinos de este entorno en la superficie de 80.000 m2 creada sobre el nuevo túnel de la A5 ya soterrado. El principal reto en esta materia es conseguir un gran volumen de espacios verdes para modificar las condiciones ambientales del Paseo de Extremadura, sumando 7.200 árboles.