Gastronomía

Las compañías gourmet se decantan por calidad, sostenibilidad e innovación

Atlas Gourmet, un encuentro del sector premium de la gastronomía para analizar y responder a las nuevas demandas del sector

José Vicente Riesgo, de Atlas Gourmet.
José Vicente Riesgo, de Atlas Gourmet.Cedida

Atlas Gourmet no es solo un distribuidor de productos exclusivos, sino un puente entre el talento gastronómico y una alimentación más responsable, consciente de su entorno. El próximo 30 de septiembre, en el Hotel Escuela de la Comunidad de Madrid, Atlas Gourmet celebrará su VIII encuentro gastronómico, el cual viene celebrándose cada dos años.

En el competitivo y exigente sector de la gastronomía gourmet, Atlas Gourmet se ha posicionado como un referente en la distribución de productos exclusivos. Desde hace más de dos décadas, ha sabido mantener su liderazgo apostando por la calidad, la innovación y el compromiso con los productores artesanales. Hoy, Atlas no solo conecta a chefs y profesionales con ingredientes excepcionales, sino que también promueve una gastronomía sostenible y responsable.

Desde LA RAZÓN exploramos cómo varias de las marcas que forman parte de su ecosistema se alinean con estos valores y cómo Atlas busca evolucionar frente a los desafíos del sector. Tras la pandemia, el mundo de la gastronomía vivió una transformación ya hoy incuestionable. Los eventos, una de las principales fuentes de negocio de Atlas Gourmet, fueron los últimos en recuperarse, lo que obligó a la empresa a replantear su estrategia y buscar nuevos proveedores y clientes. «Tuvimos que adaptarnos rápidamente, salir de nuestra zona de confort y buscar soluciones que nos permitieran mantenernos a flote. Fue un reto, pero también una oportunidad para diversificar y ampliar nuestro catálogo», comentan desde la propia organización de Atlas.

El compromiso con la sostenibilidad ha sido uno de los pilares fundamentales en esta reinvención. Atlas no solo ha renovado su flota de vehículos por modelos más eficientes y ha invertido en fuentes de energía renovable, sino que también ha colaborado estrechamente con sus proveedores para garantizar que los productos que distribuyen cumplan con altos estándares ambientales. «Son los propios fabricantes quienes están haciendo los cambios más significativos, adaptando sus embalajes y procesos de producción para minimizar su impacto en el medio ambiente», subrayan.

Joan Solé, de Gastrocultura
Joan Solé, de Gastrocultura Cedida

Entre los colaboradores de Atlas, encontramos empresas que destacan por su visión innovadora y su apuesta por la calidad. Gastrocultura Mediterránea, por ejemplo, ofrece productos que van más allá de lo convencional, integrando ciencia y gastronomía para crear ingredientes que optimizan los recursos y minimizan el desperdicio. Uno de sus productos estrella, el TÖUFOOD Pectinase, permite aprovechar partes de vegetales que normalmente se descartan, como los tallos o la piel de las alcachofas. «Nuestro objetivo es ofrecer soluciones técnicas que permitan a los chefs aprovechar al máximo cada ingrediente», explican desde Gastrocultura. Para ellos, la colaboración con Atlas ha sido clave para llevar estos productos innovadores a las manos de los mejores profesionales de Madrid.

Arturo Rodríguez, de CESAL.
Arturo Rodríguez, de CESAL.Cedida

La sostenibilidad no solo es una cuestión técnica para estas empresas, sino también un valor fundamental. CESAL, ONG que además de su labor social produce helados artesanales, destaca por su compromiso con el kilómetro cero. Utilizan materias primas locales como la leche de la Sierra de Madrid y el pistacho de Arganda del Rey para elaborar sus helados, que no solo deleitan por su sabor, sino que también contribuyen a la integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión. «Cada helado que vendemos es parte de un proceso que busca no solo la excelencia culinaria, sino también un impacto social positivo», comenta un representante de CESAL.

Armando Barrio, padre e hijo, de Agromar.
Armando Barrio, padre e hijo, de Agromar.Cedida

Otro ejemplo de tradición y sostenibilidad es Agromar, una empresa asturiana dedicada a la elaboración de conservas de pescado y marisco. En su caso, la frescura y el origen de la materia prima son fundamentales. «Trabajamos con pescado de lonja asturiana, como el bonito del norte o la merluza, y utilizamos ingredientes locales como la faba asturiana, para defender nuestra identidad frente a la estandarización global», destacan desde Agromar. Su colaboración con Atlas les ha permitido llegar a un público que valora la autenticidad y la calidad, algo cada vez más apreciado en el mercado gourmet.

Fabrice Broucaret, de Rougié.
Fabrice Broucaret, de Rougié.Cedida

Uno de los socios más longevos de Atlas es Rougié, una empresa francesa especializada en foie gras. Su relación con la distribuidora española se remonta a más de 30 años. Rougié cuenta a La Razón que se distinguen por su compromiso con el bienestar animal, criando sus patos en libertad y alimentándolos exclusivamente con cereales. Para ellos, Atlas es mucho más que un distribuidor: «Es un socio estratégico que nos ha permitido expandirnos en España y mantener nuestra reputación en el sector», comenta un representante de la firma.

A lo largo de su trayectoria, Atlas Gourmet afirma que ha mantenido su capacidad para adaptarse a las demandas del mercado, sin perder de vista sus valores. Uno de los mayores retos que enfrenta el sector de la gastronomía premium hoy en día es equilibrar la demanda de productos artesanales y de proximidad con las presiones económicas y logísticas que esto conlleva. A pesar de ello, tanto Atlas como sus colaboradores apuestan por seguir adelante, convencidos de que la calidad, la sostenibilidad y la innovación son el futuro.