
Madrid
De histórica fábrica de yogures a centro científico de referencia en dos años
Las obras para transformar las instalaciones de Clesa en Fuencarral-El Pardo comienzan este mes

Donde hoy hay desconchados, oscuridad y silencio, en dos años habrá ajetreo, actividad y, sobre todo, vida. Las obras para transformar la antigua fábrica de Clesa en un centro científico y de innovación comienzan este mes. Se trata de un proyecto que parecía condenado al abandono debido al alto grado de protección de su edificio principal: una de las primeras centrales lecheras de Madrid, puesta en marcha por Clesa a principios de los años sesenta en la avenida del Cardenal Herrera Oria. En desuso desde 2011, tras varios traspasos, el complejo ideado por Alejandro de la Sota se convirtió en una referencia obligada del modernismo arquitectónico. De hecho, tras la demolición de la fábrica de Mahou, es uno de los pocos edificios singulares que permanecen en pie en la capital.
Después de varias modificaciones del régimen urbanístico, su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) supuso que los futuros usos de la fábrica debían estar supeditados a la conservación de sus valores arquitectónicos, artísticos e históricos. Con la concesión de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Madrid el pasado julio, la compañía Kadans Science Partner -especializada en facilitar la innovación y el desarrollo empresarial- ha confirmado su compromiso. Su propuesta, seleccionada en 2019 mediante concurso, tiene como objetivo convertir el espacio en un centro de referencia en ciencias de la vida, que abrirá sus puertas en la segunda mitad de 2027. Así nace Clesa Innovation Center.

Acompañado por representantes de Kadans, el delegado del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, visitó las instalaciones, donde anunció que el inicio de las obras se producirá en cuestión de días. La parcela, de 17.095 m² y con una edificabilidad de 18.000 m², se distribuirá de la siguiente manera: 9.500 m² para el centro de I+D de biomedicina; 1.600 m² para un centro de congresos; 800 m² para un centro cultural; 800 m² destinados al coworking y 1.500 m² de zonas comunes y áreas de restauración. Todo ello respetará los elementos más representativos del conjunto, tal y como establece la declaración BIC: la estructura original, la configuración interior de las dos naves, la volumetría, las fachadas principales y la escalera.

El proyecto contempla, en primer lugar, obras de acondicionamiento general del edificio, conservando la distribución de las naves principales y recuperando espacios originales. Propone nuevas distribuciones en planta con instalaciones «que buscan dar funcionalidad», y la recuperación de los materiales originales «cuando sea posible». Asimismo, se ejecutarán obras de ampliación tanto en el subsuelo -para incorporar el aparcamiento obligatorio- como en la tercera planta del edificio de laboratorios. Para ello será necesaria una reestructuración parcial que incluya la creación de escaleras y pasarelas de evacuación, con el fin de cumplir la normativa de seguridad. También se instalarán ascensores para garantizar la accesibilidad.
Una de las principales novedades será la renovación del entorno del distrito de Fuencarral-El Pardo. Se configurará una gran zona verde de uso público y nuevos viales, mientras que el resto de las parcelas acogerán servicios terciarios y actividades sociales, culturales o educativas para los vecinos del distrito. Entre las nuevas infraestructuras se incluyen una residencia de estudiantes y un hotel.

Desde Kadans señalan que este nuevo centro supondrá un espacio multidisciplinar dedicado al I+D+i, que integrará laboratorios de última generación, salas blancas, oficinas y áreas de intercambio de conocimiento. Todo ello, destacan, en un enclave estratégico de Madrid: cercano a los hospitales públicos de La Paz y Ramón y Cajal, así como al proyecto de la Ciudad de la Salud de la Universidad Autónoma y el CNIO. Un ecosistema que, en palabras de la compañía, posiciona al Clesa Innovation Center «como el futuro polo de innovación biomédica de la capital».

Para Miguel Muñoz Padellano, director de Kadans Science Partner Spain, el proyecto es un «hito para Madrid y para todo el ecosistema de innovación en ciencias de la vida». «Nuestro objetivo es ofrecer un espacio de referencia internacional que, además, involucre a la comunidad local. Queremos que sea un lugar donde se generen soluciones para mejorar la salud de las personas y, al mismo tiempo, se fomente la interacción con el entorno urbano», añadió. La empresa cuenta con la concesión demanial de la parcela por 75 años, con un canon anual calculado sobre un porcentaje de su facturación.
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