Sucesos
Madrid: así manipulaban los cajeros esta banda criminal
Compuesta por cinco personas, actuaba en la capital y en las localidades de Parla, Fuenlabrada, Móstoles y Leganés

Cinco detenidos, cuatro hombres y una mujer, con un total de 21 hechos delictivos y que actuaban en la capital y en las localidades de Parla, Fuenlabrada, Móstoles y Leganés. La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal dedicado a estafar a personas vulnerables mediante un novedoso método de manipulación de cajeros automáticos. Una banda que mantenía un contacto constante, tanto visual como telefónico, con funciones claramente diferenciadas, informa Europa Press.
Para inutilizar los teclados de los cajeros, utilizaban chapas de refrescos, lo que impedía el uso normal de las teclas. La investigación se inició el pasado agosto tras la denuncia de un hombre mayor que, al intentar realizar un reintegro, observó un supuesto fallo en el teclado del cajero. Dos varones se ofrecieron a ayudarle, sugiriéndole que usara la opción de pago sin contacto o el segundo cajero de la sucursal. Poco después, el cliente comprobó que se había retirado el máximo dinero disponible de su tarjeta.
Las pesquisas policiales permitieron descubrir que el grupo actuaba con un patrón similar en todos los casos: un fallo aparente en el teclado, la "ayuda" simulada de varias personas y la vulnerabilidad de las víctimas, previamente seleccionadas. Los detenidos agobiaban e intimidaban a los usuarios para que realizaran sus operaciones con rapidez, tanto en cajeros situados en la vía pública como en el interior de las sucursales. Las víctimas solían percatarse de la estafa al intentar hacer otras operaciones más tarde, comprobando que no podían retirar efectivo o realizar compras por haber superado el límite de sus cuentas. El grupo establecía un reparto previo de tareas. Uno de los miembros vigilaba en el exterior para alertar de la presencia policial o de potenciales víctimas. Otro manipulaba los cajeros clavando las chapas en los teclados, mientras un tercero observaba el código PIN que las víctimas intentaban introducir, comunicándolo por teléfono a los demás, que se encargaban de distraerlas o fingir ayuda.
En todos los casos, los estafadores instaban a las víctimas a usar el sistema contactless, lo que abría la sesión de usuario sin que estas lo advirtieran. Una vez marchaban, los delincuentes retiraban las chapas e introducían el PIN para extraer el mayor dinero posible en cuestión de segundos. Por estos hechos, los cinco detenidos han sido puestos a disposición judicial como presuntos autores de delitos de estafa y pertenencia a grupo criminal, decretándose el ingreso inmediato en prisión de tres de ellos.