Entrevista

Manuela Julia Martínez: «Pedimos al Gobierno que actúe con dureza ante la ocupación y los pisos turísticos»

A la recién nombrada Presidenta del Colegio de Administradores de Fincas le preocupa la salud mental y el cambio de la Ley de Propiedad Horizontal

Manuela Julia Martínez, presidenta del colegio de Administradores de Fincas de Madrid. © Jesús G. Feria.
Manuela Julia Martínez, presidenta del colegio de Administradores de Fincas de Madrid.© Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

Fue nombrada Presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid en el mes de mayo, pero es su segunda legislatura al frente de este cargo. Ser la primera mujer en ocuparlo y haber crecido en un despacho de administradores de fincas -su padre también lo fue- hace que Manuela Julia Martínez sepa de lo que habla y tenga bastante claro lo que quiere hacer en el sector. Estos primeros meses, los ha dedicado a crear una junta de gobierno potente y sólida, «un buen equipo», con el que poder proyectar todos los temas que tiene en mente. En seis años pueden pasar muchas cosas, pero tiene claro la dirección de sus primeros pasos.

¿Es fácil ser mujer en esta profesión?

Durante muchos años ha sido una profesión mayoritariamente masculina, ahora estaremos en torno al 30%. Que dos mujeres hayan presidido ya este colegio es un reto y un logro bastante importante. Es de agradecer que ya no exista esa distinción entre hombre y mujer, que la valía es igual para todos.

¿Qué tendría que cambiar para que hubiese más mujeres?

Creo que el principal problema está en el horario que tenemos y en lo complicado que hace la conciliación familiar. Principalmente trabajamos en horario de tarde- noche porque las juntas de propietarios se celebran cuando todo el mundo termina de trabajar, como si nosotros no hubiésemos hecho ya nuestra jornada laboral como el resto. Uno de los proyectos que tenemos para esta legislatura es la mejorar este punto. Intentaremos adelantar los horarios de las juntas de propietarios y que los ciudadanos entiendan que nosotras también tenemos derecho a llegar a las ocho de la tarde.

¿Qué más objetivos plantean para esta nueva legislatura?

Por un lado trataremos temas que afectan directamente a la ciudadanía, dónde estábamos ya inmersos y seguiremos con ello, principalmente con el cambio de la Ley de Propiedad Horizontal. Por otro lado, trabajaremos en todo aquello que concierne a los colegiados. Queremos cambiar los estatutos de la profesión, dar nuevos servicios a los colegiados, como el apoyo a los despachos cuando alguien cae enfermo o la salud mental, y los que vayan surgiendo.

¿Por qué el cambio de la Ley de Propiedad Horizontal?

Es muy antigua, no podemos seguir con una ley de 1960 porque no se asemeja a la realidad social actual. Surgen muchos conflictos por lo mal redactada que está, se cuenta con los legisladores pero no con los profesionales. No piensan en la casuística que nosotros conocemos. Queremos trabajar de forma conjunta en una nueva ley y ayudar al legislador. Y que se contemple desde las reuniones telemáticas, la regulación de viviendas de uso turísticos o el ir a convocatoria única, dónde ahora perdemos mucho tiempo todos.

¿Han aumentado los problemas de salud mental entre los administradores?

Si, ten en cuenta que tenemos una figura de mediación y los conflictos cada vez son mayores. Desde la pandemia la situación se ha agravado. La gente está más tensa, irascible... y todo eso se refleja en nosotros y lo proyectan contra nosotros.

La morosidad era algo que preocupaba mucho en la anterior legislatura, ¿cuál es la situación actual?

Era algo que nos preocupaba y que ha bajado gracias a un cambio de la Ley de Propiedad Horizontal donde por acuerdo de junta se puede prohibir a los propietarios el uso de aquellos servicios que no son imprescindibles para el día a día si tienen algún recibo pendiente. Esto ha motivado a que la gente se ponga al día.

Otros frentes actuales son la ocupación y los pisos turísticos, ¿qué hay de ellos?

Pedimos que el gobierno actúe con dureza y regule estas situaciones. Necesitamos una regulación seria, las viviendas de uso turístico son un problema para las comunidades ya que generan inseguridad y desperfectos en las zonas comunes y provoca conflicto en la comunidad. Desde el Ayuntamiento de Madrid se ha anunciado una nueva regulación para 2025 y estamos a la espera de que así sea. Y con la ocupación pasa lo mismo, si alguien entra en una casa ajena debería haber un desalojo inmediato no que se pasen durante años un proceso tan traumático.

Recalcan mucho la puesta en valor la profesión, ¿considera que está poco valorada?

El problema creo que viene un poco motivado por la ciudadanía. Hemos cambiado mucho en la educación, en el respeto y en la forma de dirigirnos unos a otros. Pero la figura del administrador de fincas parece que es el último elemento, como si todo el mundo supiese más que tú o estuviese por encima de ti. Queremos equiparar nuestra profesión a esa categoría profesional dónde se presupone que administrando el patrimonio o el bien más preciado que uno tiene, debemos tener un concepto totalmente diferente a lo que nos perciben. Creo que hemos subido de escalón y a través de la unión interprofesional tenemos un buen entendimiento con otros colegios profesionales, nos apoyamos unos a otros.

También lo hacen para despertar el interés de los jóvenes, ¿hacen falta nuevas generaciones?

Dentro de poco tendremos una feria en la Plaza de Colón, a través de la Unión Interprofesional destinada justamente a los jóvenes estudiantes. Nuestra profesión, al no ser una carrera universitaria es menos conocida, queremos fomentar el acceso a la profesión. Es muy bonita, nada aburrida y muy multidisciplinar.