Elecciones autonómicas

Los municipios de izquierdas que votaron a Ayuso el 28-M

El PP se impuso en más de una veintena de localidades en las que los alcaldes del PSOE ganaron con comodidad en los comicios locales

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se fotografía con una persona este miércoles en Griñón, donde preside la reunión del Consejo de Gobierno, que de forma extraordinaria se celebra en el Centro de Recursos Juveniles de Griñón.-
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se fotografía con una persona este miércoles en Griñón, donde preside la reunión del Consejo de Gobierno, que de forma extraordinaria se celebra en el Centro de Recursos Juveniles de Griñón.-D.SinovaComunidad de Madrid

La magnitud de la victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas del pasado domingo va mucho más allá de los 71 diputados obtenidos en la Asamblea de Vallecas y de que Isabel Díaz Ayuso lograra, doce años después, una mayoría absoluta para la formación de centro derecha. La candidata del PP logró ser la más votada en 175 de los 179 municipios. Sólo se le resistieron a la presidenta madrileña El Atazar, Patones, Valderacete y Fuentidueña del Tajo. En estas cuatro «aldeas galas» ganó el PSOE.

Ayuso tiñó, por tanto, de azul el mapa de las elecciones autonómicas. Y ese efecto se concretó incluso en más de una veintena de localidades en las que los vecinos se decantaron mayoritariamente por el PSOE a la hora de elegir al alcalde. Los socialistas lograron ser los más votados en 26 municipios madrileños: en 23 de ellos, sin embargo, el PP ganó en la batalla autonómica. Esta circunstancia, además, se produjo tanto en municipios pequeños como en ciudades grandes. Como ejemplo, Fuenlabrada, el feudo más representativo del PSOE, como lo demuestra el hecho de que nunca haya cambiado el color de su gobierno municipal desde la recuperación de la democracia. El actual alcalde, el socialista Javier Ayala, se impuso con comodidad y obtuvo una mayoría absoluta incontestable, con 16 de los 27 concejales en liza. El PSOE logró el 54% de los votos, treinta puntos por encima de la segunda fuerza, que fue el PP. Sin embargo, los fuenlabreños respaldaron a Ayuso con fuerza en las autonómicas, con un 33% de los apoyos, cinco puntos por encima del PSOE.

28-M: municipios de izquierdas que votaron a Ayuso

El arma de la izquierda

Esta dualidad de Fuenlabrada, en donde el PP creció casi diez puntos en la urna autonómica sobre la municipal y el PSOE cayó 25 puntos, también se dio en otro municipio que, de alguna manera, ha sido protagonista durante la campaña electoral: San Fernando de Henares. Los tres partidos de izquierdas –Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos– utilizaron la situación de las familias afectadas por las obras de la Línea 7B de Metro como arma electoral contra Ayuso. De hecho, antes de que arrancara la campaña, la tensión entre Sol y Moncloa se disparó a raíz de la autorización por parte de la Delegación del Gobierno de una protesta contra el Ejecutivo regional impulsadas desde el gobierno de izquierdas de San Fernando de Henares, coincidiendo con el momento en el que se estaban celebrando los actos del Dos de Mayo en la Real Casa de Correos. La utilización política de esta situación no tuvo un efecto claro en las elecciones autonómicas. No en vano, Ayuso fue la candidata más votada: logró el 34,3% de los votos, más de ocho puntos por encima del cabeza de cartel del PSOE, Juan Lobato, que se quedó por debajo del 26%. Y eso se produjo en un contexto en el que el PSOE sí logró imponerse con claridad en las elecciones municipales para retener el bastón de mando. El alcalde Javier Corpa consiguió el 43% de los sufragios y sacó más de 20 puntos de ventaja al PP, que quedó como segunda fuerza.

Fortines del PSOE

Este mismo escenario se dio también en otros dos de los fortines «rojos» en los que el PSOE ha logrado conservar el gobierno municipal: Getafe y Parla. Ayuso ganó en ambos. En la primera de estas ciudades, la alcaldesa Sara Hernández podrá seguir gobernando la ciudad, aunque su victoria se concretó por un margen más estrecho que en Fuenlabrada o San Fernando de Henares. Consiguió el 36% de los sufragios, sólo tres puntos por encima del PP. Sin embargo, la aritmética arrojada por las urnas la permitirá mantenerse como regidora gracias a un más que probable acuerdo con Podemos y Más Madrid. El resultado en las elecciones autonómicas fue el inverso: Ayuso sacó más de trece puntos de ventaja al socialista Lobato, con un 37,7% de los votos frente a un 24,3%. En Parla, Ayuso logró 10 puntos de ventaja sobre el PSOE. Sin embargo, en las elecciones municipales, la candidatura socialista se impuso: un 37,8% para el actual alcalde, Ramón Jurado, frente al 30,5% de la lista popular.

Otras ciudades importantes de la región también vivieron un vuelco similar entre ambas urnas. En Navalcarnero, el PP creció 22 puntos de las elecciones municipales a las autonómicas; en Alcalá de Henares, casi diez puntos; en Estremera, más de 17; y en Soto del Real, casi doce. El efecto se reprodujo en otros municipios como El Vellón, San Martín de la Vega –aquí el PSOE se desplomó 35 puntos en las autonómicas respecto a las municipales–, Cenicientos, Cadalso de los Vidrios, Villanueva de Perales, Moraleja de Enmedio, Ciempozuelos, Titulcia, Velilla de San Antonio, Orusco de Tajuña, Mejorada del Campo, Los Santos de la Humosa, Talamanca de Jarama, Guadalix de la Sierra y Valdeavero.

Durante toda la campaña, Díaz Ayuso insistió, de hecho, en la necesidad de buscar el apoyo de los votantes de izquierdas. Y este martes, durante el balance de las elecciones del 28-M que realizó ante los miembros de la Junta Directiva Autonómica del PP de Madrid, volvió a insistir en ello: «Tenemos una mayoría absoluta otra vez, por tanto, hemos unido el voto de todo el centro derecha y de todos aquellos ciudadanos que a lo mejor nunca nos habían votado y que habían elegido anteriormente proyectos de la izquierda y que lo han hecho porque efectivamente han visto que el mensaje de unidad, pluralidad, prosperidad y libertad y una gestión excelente de los servicios públicos siempre mejorable, junto con una forma de ver la vida en torno a valores y principios, funciona».