Tradiciones

Qué es el Motín de Arganda y porqué se quiere declarar Fiesta de Interés Turístico Regional de Madrid

El enfrentamiento data del siglo XVII y tiene como protagonista al duque de Lerma

Arganda del Rey celebra este fin de semana la recreación histórica del Motín de Arganda AYUNTAMIENTO DE ARGANDA DEL REY 24/05/2024
Fernando Cayo ('La casa de papel') protagoniza la recreación histórica del Motín de Arganda como Duque de LermaAYUNTAMIENTO DE ARGANDA DEL REYEuropa Press

El alcalde de Arganda del Rey, Alberto Escribano, ha estado liderando los esfuerzos para que el Motín de Arganda sea declarado Fiesta de Interés Turístico Regional en la Comunidad de Madrid. Durante la presentación del evento en las instalaciones del Centro de Turismo de Sol, el alcalde confirmó que se continúa trabajando en los trámites iniciados en la pasada legislatura para lograr este reconocimiento. El objetivo es darle mayor entidad y visibilidad a esta festividad histórica, que se celebra con una semana llena de conferencias, visitas teatralizadas, mercadillos y actuaciones, entre otros eventos.

¿Por qué existe ese interés? El Motín de Arganda es un suceso histórico que marcó la villa de Arganda del Rey en 1613. Este reconocimiento no solo preservaría la memoria de este evento, sino que también impulsaría el turismo y la economía local, enriqueciendo la experiencia cultural tanto para los residentes como para los visitantes.

El Motín de Arganda, fue motivado por la pérdida del privilegio de ser villa de realengo, tuvo como protagonista al duque de Lerma, Francisco de Sandoval y Rojas. Hasta 1581, Arganda formaba parte del Arzobispado de Toledo. No obstante, en ese año, el monarca Felipe II concedió a Arganda la condición de Villa Realengo tras el pago de 10.000 ducados, lo que implicaba que la villa quedaba bajo jurisdicción directa de la corona. Sin embargo, después de cuatro siglos de vasallaje hacia el Arzobispado, los ciudadanos de Arganda optaron por endeudarse para servir única y exclusivamente al Rey. Treinta años después, la villa cayó bajo el dominio del duque de Lerma, quien tenía el derecho de administrar justicia, recaudar impuestos y nombrar a los oficiales de la villa.

En 1613, Arganda estaba sumida en deudas y en la ruina, y fue adquirida por el valido del rey Felipe III. La transacción se llevó a cabo en la Casa del Rey, antes conocida como la Quinta del Embajador, un lugar frecuentado por personajes de la Corte. Sin embargo, el duque de Lerma enfrentó un constante desprecio por parte del pueblo. En Arganda, este descontento se manifestó en una revuelta general. El viernes 13 de septiembre de 1613, día en que el duque llegó a la villa, fue agredido. En la comitiva del duque iba el cardenal-arzobispo de Toledo, Bernardo Sandoval y Rojas, sobrino del propio duque. La multitud atacó los carruajes, zarandeándolos y proferiendo gritos e insultos a sus ocupantes. Este episodio vergonzoso obligó a la embajada a retirarse al día siguiente con rumbo a Madrid.

El cronista real Luis Cabrera de Córdoba documentó este acontecimiento en 1626 en su obra "Relaciones de las cosas sucedidas en la Corte de España desde el año de 1599 hasta el de 1614". Cabrera describió cómo el duque y el cardenal de Toledo llegaron a Arganda para tomar posesión de la villa, pero se encontraron con una población hostil y descontenta. Aunque se celebraron toros y fiestas esa tarde, al día siguiente el duque y el cardenal abandonaron la villa.