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Medio Ambiente
Nueva movilidad en la «nueva normalidad»
¿Cómo nos moveremos durante la desescalada y cómo será el transporte urbano después del confinamiento? El Gobierno cede espacio para el fomento de la bicileta en detrimento del coche
Concascos,mascarillasConcascos,mascarillas y bicicletas. Los niños pudieron disfrutar así de su primera salida tras el confinamiento. El ejecutivo de Pedro Sánchez autorizó a los pequeños y sus tutores a emplear también patines y monociclos; vehículos unipersonales que permiten ir de un lado a otro de manera sostenible. Las autoridades sanitarias situaron este transporte como primera solución a los contagios y todo apunta a que, al finalizar la desescalada y durante la «nueva normalidad», también se promueva el uso de esta «nueva movilidad» entre los adultos. Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, envió el pasado martes una carta a la Federación Española de Municipios y Provincias en la que incluyó una serie de propuestas para que las administraciones locales fomenten el uso de la bicicleta de cara a la desescalada, pues constituye «una alternativa de movilidad limpia y sostenible para la salida gradual de la crisis sanitaria provocada por Covid-19». Expone, asimismo, que «puede ayudar a descongestionar el transporte público y facilitar el distanciamiento social».
La vicepresidenta cuarta destaca el empleo de este medio para evitar el «uso masivo de automóviles particulares, que agravaría los problemas del aire en las ciudades» y hace alusión a estudios científicos que asocian la contaminación atmosférica con un mayor impacto de la Covid-19. ¿Significa esto que se restringirá el uso del vehículo privado? La ministra se muestra ambigua, pero no establece ninguna prohibición. Recuerda, no obstante, que «las obligadas restricciones en materia de movilidad han mejorado sustancialmente la calidad del aire en España».
El Gobierno considera que la salida de la crisis sanitaria ofrece una oportunidad para «cambiar las pautas de movilidad en los núcleos urbanos» y enumera posibles medidas a adoptar, principalmente, en las localidades de más de 5.000 habitantes. Entre otras, propone crear «infraestructuras provisionales» para la ampliación de zonas peatonales y ciclistas como, por ejemplo, reservar el carril derecho de las grandes arterias para la bicicleta o reducir la velocidad en la ciudad a 30km/h en vías de un solo sentido.
El objetivo de las medidas, revelan, es que «tengan continuidad y se consoliden en el tiempo»; en esa «nueva normalidad» en la que el trayecto de casa al trabajo no volverá a ser igual y la configuración de la ciudad podría haber cambiado.
Diversas organizaciones medioambientales consultadas, como Greenpeace o Ecologistas en Acción, se muestran a favor, mientras que desde Connected Mobility Hub aluden a que «el sector de la movilidad se encuentra en un escenario de incertidumbre que carece de un horizonte claro al que dirigirse».
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