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Medio Ambiente
Pablo Foncillas, profesor y divulgador: «El sector de generación de electricidad ha sido el que más ha reducido sus emisiones»
«Fact Energy» intenta combatir, de forma cercana y divulgativa, algunas ideas estereotipadas que nos hemos formado alrededor de la energía
«Las emisiones cero no existen». Esta es una de las afirmaciones que el profesor de escuela de negocios y divulgador Pablo Foncillas realiza en su último libro «Fact Energy, la sostenibilidad que viene». En él, el aborda la convulsa transformación que vive el sector energético. Editado por Deusto y la Fundación Naturgy, la obra estudia conceptos de rigurosa actualidad, como la necesidad de contar siempre con una energía disponible, algo que hoy por hoy no es posible solo con fuentes renovables. Para realizar estas aseveraciones, Foncillas aporta cifras oficiales al alcance de cualquiera, a través de las cuales va desmontando mitos creados a partir de ideas sesgadas. ¿El objetivo? Desgranar ideas y poner sobre la mesa los retos a los que se enfrenta el sector.
–En su obra sostiene que tenemos ideas estereotipadas acerca de la energía. ¿Podría poner un ejemplo?
–Cada día tomamos multitud de decisiones que no son racionales, porque las tomamos bajo la influencia de ciertos sesgos. Los números y las cifras, cuando los entiendes, ayudan a eliminar algunos de ellos. En cuanto a esas ideas estereotipadas, planteo planteo el debate en torno a, por ejemplo, que el sector energético español es caro, ofreciendo datos que demuestran que el recibo de la factura eléctrica está un 6% por debajo del promedio de países europeos analizados. De hecho, el sector de generación de electricidad ha sido el que más ha reducido sus emisiones.
–¿Las tecnologías de respaldo son imprescindibles en ausencia de las condiciones meteorológicas favorables para el funcionamiento de las renovables?
–La generación de energía por medio de renovables ha dado resultados extraordinariamente alentadores. Pero, ¿qué pasa si no hay viento y sol suficientes para poder mantener el sistema en marcha? ¿Podría asumir esta situación la población de un país? Mientras no seamos capaces de construir baterías competitivas en coste, además de gigantes, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo darle la máxima flexibilidad al sistema? La cuestión es que, si no hay viento ni agua ni sol en la cantidad necesaria como para abastecernos, y sabemos que las baterías no son aún competitivas, ¿cómo podemos prepararnos? Hasta ahora, parece que la mejor opción y la que más consenso genera son las plantas de ciclo combinado con gas natural. Mientras llega ese día, todo parece indicar que, al menos en España, necesitamos esa tecnología para transitar el presente hasta que su desarrollo haga aconsejable utilizar otros sistemas más orientados hacia las energías renovables.
–¿Cree que es posible llegar a un sistema de emisiones 0?
–El concepto «emisión cero», aun siendo maravilloso, en la actualidad es utópico. Construir un panel solar, un coche eléctrico o un aerogenerador también produce CO2, y no poco. Para medir de forma rigurosa el impacto de cualquier instalación de fuente energética (incluyendo las renovables) hay que tener en cuenta todo su ciclo de vida: la extracción de los materiales, la construcción de la planta, la gestión de los residuos producidos, etc. Por ello, tal vez tenga más sentido el concepto de «neutralidad de emisiones»: el CO2 que se genera se contrapesa con el que se reduce. Porque, aunque estamos mejorando en la reducción de emisiones de CO2, todavía seguimos generándolas. Y, lo más importante, seguiremos haciéndolo.
–¿Cuál es su opinión sobre el futuro del hidrógeno? ¿Moda u opción real?
–Parece razonable pensar que en el futuro, como ahora, dispondremos de un modelo que combine fuentes energéticas diversas. Si las exigencias de energía son variadas, las fuentes también lo son. En conjunto, vendrían a conformar un sistema, bien con menores emisiones o bien con emisiones neutras, como es el caso de los gases renovables para un período posterior, si se madura su tecnología. Se trata de entender la situación como un todo, rico y complejo, donde las redes de gas trabajan conjuntamente con las eléctricas. Creo que «complementación» es la palabra clave. También es importante tener en cuenta que los gases renovables se pueden almacenar durante más tiempo que otras energías renovables. Esto es crítico porque, para llegar a una economía neutra en emisiones en el año 2050, los gases renovables son imprescindibles. Por lo tanto, considero que debe ser una opción a tener en cuenta, pero que todavía queda ver su evolución y las inversiones necesarias para su implantación real.
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