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Medio Ambiente

COP-27 en África

Ramón Tamames
Ramón Tamames Cristina BejaranoLa Razón

La COP-27, en Egipto, se enfrenta a una crisis energética y financiera internacional, a un alza brutal de los precios alimentarios y, además, a la crisis propiamente climática», afirmó hace pocos días el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry, que presidirá esa importante conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el clima de la Tierra. Con perspectivas todavía peores que en la COP-26 del año 2021, en Glasglow, donde tuvo un telón de fondo tenebroso.

Ciertamente, entre Glasgow y Egipto, el Presidente de EE.UU., Joe Biden, refrendó una ley más que importante sobre el clima, que va a acelerar el crecimiento de las energías renovables. Un contexto en el que, sin embargo, no cabe darse por sentado que los combustibles fósiles caerán en el olvido en Rusia o en China, grandes contaminantes de CO2.

Como recuerda Gloria Pallarés, de cara a la COP-27, en África, el cambio climático en el continente negro se verá agravado por la malnutrición y la salud, con enfermedades más que abrumantes, como el dengue, la malaria y el ébola. Y a semanas de empezar la COP-27, 50 publicaciones médicas africanas, han instado a los países ricos a financiar con la respuesta a los problemas de calentamiento global en la gran región entre el Mediterráneo y el Cabo de Buena Esperanza.

Por último, ha de recordarse que el continente anfitrión de la COP27, es responsable de solamente un mínimo del 3 por 100 de los gases de efecto invernadero desde el arranque de la revolución industrial (circa 1850). Y, en cambio, es uno de los más afectados por el calentamiento global; en medio de una fuerte explosión demográfica y una de las mayores tasas de desertificación.

Por supuesto hay muchos más temas para la COP-27 que los de África. Iremos viendo algunos de ellos de aquí al tiempo mismo de celebrarse la Conferencia en cuestión.