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Opinión

Cómo tenemos que afrontar la sequía

Alberto Garrido, Catedrático de la Universidad Politécnica y director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín

Una de las consecuencias del cambio climático es el aumento de los fenómenos climatológicos extremos, como la DANA del pasado mes de septiembre, que contrasta con las recurrentes épocas de sequía
Época de sequíalarazonLa Razón

Ante la gravedad de la situación de la sequía, el Gobierno ha convocado estos días un Consejo de Ministros Extraordinario. Bienvenida sea esta decisión, pues es el momento de adoptar medidas para resolver situaciones de dificultad en lugares específicos, y dotar de poder y medios a las administraciones públicas para ejecutarlas.

España ha vivido situaciones parecidas en 2004-2007 y más gravemente en el sexenio 1990-95, seis años consecutivos con precipitaciones inferiores a la media. Tan traumática y lesiva fue esta sequía que todo cambió desde entonces: hoy contamos con Planes Especiales de Sequía de segunda generación, y una tercera en consulta pública, gran capacidad para desalinizar aguas marinas y salobres, regadíos tecnificados, cultivos más adaptados, consumos de agua en hogares más reducidos, pozos de emergencia, y, sobre todo, administraciones preparadas para actuar, gestionando los recursos disponibles con prudencia y precisión. Los ciudadanos debemos consumir menos agua, lo mismo que la agricultura de regadío, la industria y demás sectores que usan el agua para sus actividades.

Hace falta unidad de acción, transparencia y coordinación entre todas las administraciones y, por favor, absténganse los medios de publicar informaciones sensacionalistas. Seamos responsables, no sabemos si seguiremos en el ciclo seco en lo que queda de 2023 y en 2024, agravando aún más la situación. Cuando salgamos de esta, saquemos las lecciones que corresponda.