Medioambiente
La educación ambiental, clave para la sostenibilidad
Una mayor conciencia medioambiental fomenta y facilita el cuidado y la conservación del planeta
Cada 26 de enero el calendario registra dos citas importantes con el futuro del planeta: el Día Mundial de la Educación Ambiental y el Día Internacional de la Energía Limpia. Las dos citas tienen como objetivo poner el foco en la importancia de fomentar una buena educación ambiental y en la necesidad de transitar hacia modelos energéticos más sostenibles.
El día mundial de la educación ambiental fue proclamado en 1972, por Naciones Unidas y ratificado por la UNESCO en 1975, con el fin de construir en torno a ella una buena base sobre la que sustentar, mediante la sensibilización, la trascendencia para la vida en el planeta de proteger el medio ambiente.
Por su parte, el Día Internacional de la Energía Limpia, proclamado por Naciones Unidas en 2012, pone el acento en la importancia de transitar hacia el uso de energías más limpias.
Desde 1972, hasta hoy se han celebrado numerosos congresos y encuentros internacionales que han ido redefiniendo los planes y objetivos pedagógicos medioambientales y la hoja de ruta de la llamada transición energética.
La educación ambiental y la transición energética constituyen un binomio muy interrelacionado. La educación ambiental ayuda a crear conciencia sobre el valor de las energías limpias y a promover su uso y la transición energética favorece la implantación y uso de fuentes de energía renovable, mas acordes con el cuidado medioambiental.
Además, ambas conmemoraciones parten de dos premisas, la primera es la urgencia de hacer frente a los desafíos que enfrenta actualmente el mundo -ya sean crisis sociales, económicas, sanitarias o ambientales- que representan un peligro para la vida. La segunda, está relacionada con el papel que juega la educación, como motor de cambio, a la hora de ayudar a comprender las dimensiones y repercusiones sociales, ambientales y económicas que tiene adoptar modelos de vida más sostenible.
Formación educativa para más empleos verdes
Muchos países son los que vienen incorporando la sostenibilidad a sus planes de estudio en la formación reglada, las empresas también vienen aplicando, cada vez en mayor numero, criterios de sostenibilidad tanto a sus planes de negocio como a sus estructuras organizativas. Del mismo modo, instituciones de carácter social vienen incorporado o ampliando tareas de formación y divulgación en materia de sostenibilidad.
Este es el caso de la Fundación Naturgy, que desde 2018 promueve la formación y mejora de la empleabilidad en el sector energético, a través de su Programa de Formación Profesional para la Empleabilidad, con el objetivo de impulsar la capacitación de los nuevos profesionales del empleo verde.
Además, Fundación Naturgy trabaja también en la transferencia de conocimientos especializados sobre las nuevas tecnologías energéticas y las claves de la transición hacia un sistema de energía más sostenible, así como en la divulgación de valores de preservación del medio ambiente y el consumo responsable de energía.
La idea central de esta actividad formativa multidisciplinar para el empleo gira en torno a tres objetivos muy concretos, por un lado, pone en marcha acciones formativas dirigidas al profesorado de las enseñanzas de formación profesional relacionadas con el sector energético. Por otra parte, da acceso a los contenidos del Módulo “Sostenibilidad aplicada al sistema productivo”, desarrollado por la Fundación junto con el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. Y finalmente, desarrolla proyectos formativos, en formato piloto, que contribuyan a la mejora de la empleabilidad del sector energético.
Fundación Naturgy desarrolla también recursos educativos inéditos, orientados a la formación profesional y elaborados junto a especialistas de cada materia, como la colección de libros teórico-prácticos “Vocational Education and Training in Energy, Formación profesional para la empleabilidad” y la adaptación de las publicaciones a cursos en formato e-learning, junto a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
La propuesta formativa en Formación Profesional de Fundación Naturgy, por la que es miembro de la Alianza por la Formación Profesional, está alineada con la Estrategia de Transición Justa, y cuenta con el reconocimiento y la colaboración del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, las administraciones competentes en educación y empleo de 9 comunidades autónomas, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), el Instituto Nacional de Cualificaciones (INCUAL) y la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa
Desde la puesta en marcha de esta iniciativa en 2018, más de ciento cuarenta mil personas, entre profesorado, alumnos y profesionales, se han beneficiado de este programa de formación para el empleo verde.
Cinco objetivos de la educación ambiental y la energía limpia
Despertar la conciencia ambiental ayuda a comprender la importancia de conservar los recursos naturales y a ser conscientes del impacto que determinadas decisiones pueden tener sobre el medio ambiente, especialmente de aquellas relacionadas con las fuentes de energía.
Facilitar la sostenibilidad. Conocer maneras alternativas de producir bienes y servicios aprovechando los recursos y reduciendo el consumo de materias primas y recursos naturales, así como la utilización de fuentes de energía renovables ayuda a considerar opciones más respetuosas con el medio ambiente.
Propiciar la eficiencia sostenible. Tener mayor conocimiento sobre usos y tecnologías eficientes como la gestión de residuos o la conservación de energía en hogares y edificios contribuye a la preservación medioambiental.
Luchar contra el cambio climático. La educación ambiental ayuda, a entender la relación que existe entre la generación de energía de fuentes no renovables, las emisiones de gases de efecto invernadero y su impacto en los cambios climáticos, facilitando una comprensión más profunda de los problemas ambientales globales.
Fomentar la participación. Educar medioambientalmente, facilita la formación de una opinión propia y critica, lo que, a su vez, contribuye al desarrollo de personas más informadas y comprometidas en la protección y mejora del planeta.