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Desarrollo sostenible

La geopolítica que está detrás de los televisores inteligentes

Corea del Sur anuncia que considerará el sistema OLED como «tecnología estratégica nacional», junto a semiconductores o vacunas. Lo hace en plena guerra comercial entre EE UU y China por los chips, tras pérdidas millonarias en ventas al gigante asiático

Televisores inteligentes, smart tv
La diferencia entre las tecnologías Smart TV se basa, sobre todo, en la capacidad para reproducir los colores lo más reales posiblesDreamstime

El gobierno de Corea del Sur acaba de hacer un curioso anuncio: quiere proteger la hegemonía de sus empresas en el sector del mercado OLED y para ello ha decidido que considerará este sistema como «tecnología estratégica nacional». El sistema OLED sobre el que se basan algunos modelos de televisiones inteligentes o Smart TV se añadiría a una lista de hasta 30 tecnologías que el país quiere proteger y que van desde los semiconductores a las vacunas y las baterías para movilidad.

Pero, ¿qué importancia tiene para el consumidor que se imponga una tecnología u otra en su televisor y qué diferencia le supone ver una tele OLED o LCD o cualquier otra? Hay dos respuestas que explican la decisión de Seúl: la cuota de mercado y su posición en el tablero geopolítico mundial.

Para empezar, «la diferencia entre unas tecnologías y otras tienen que ver con cómo se representa lo mejor posible los colores reales. Ahí tecnologías más baratas y sencillas, pero que tienen menos detalle en cuanto a calidad de imagen y luego está el OLED que tiene más contraste y es más efectivo. Sin embargo, hasta ahora ha sido más caro y tenía un problema, una vida útil más corta... al ser un material orgánico se degrada con el uso. Estas diferencias cada vez se notan menos, porque la tendencia es que la gente cambie de televisión cada vez más a menudo», explica Ángel Barbero, profesor de EAE Business School. Grosso modo, mientras que las pantallas LCD cuentan con una fuente de iluminación externa a la que se añade un filtro para reproducir cada color, en las OLED se puede encender y apagar de forma individual cada diodo emisor de luz (en teoría esto también reduce el consumo eléctrico).

El de las Smart TV es algo más que un mercado interesante. El 51% de los hogares mundiales (eso son 1.100 millones) tendrá en 2026 un televisor inteligente, según informa Business Insider. Además, el televisor está ganando peso como electrodomésticos. Así se espera que en los próximos años sea el centro del hogar conectado y se comunique con todos los aparatos de la casa y con internet y controle, por ejemplo, el encendido y apagado, el consumo energético de cada casa o nuestra interacción o conexión a redes sociales.

Por otro lado, no hay que olvidar las posibilidades de la calidad óptica. Si la tecnología de visualización OLED es buena, ¿por qué no usarla en otros dispositivos electrónicos como los ordenadores o los teléfonos móviles? Samsung y LG, ambas coreanas, dominan la fabricación de OLED en el mundo, pero solo hay que recordar que la estadounidense Apple lleva varios años estudiando su propia tecnología para sus dispositivos o que China promete colarse como actor gracias al desarrollo de su propia tecnología OLED. «Hay pocos fabricantes de Smart TV: Sony, LG, Philips, Samsung y Panasonic. Los que se reparten el mercado, como vemos, son casi todos orientales. Hasta ahora se consideraba la tele un electrodoméstico secundario, pero desde que se han hecho inteligentes están ganando conectividad. Cada vez hay más aplicaciones para estas teles inteligentes que van más allá de los contenidos audiovisuales. Además, están todos los desarrollos de realidad virtual que están por venir. La calidad de las gafas es cada vez mayor y habrá que ver cómo afecta su aparición a las Smart TV», dice Barbero.

Guerra comercial

A un nivel más de mercado internacional, las tecnologías son la clave para dominar el comercio mundial y la llamada cuarta revolución industrial. En los últimos años es fácil escuchar oír hablar de la geopolítica que hay detrás del despliegue de las redes 5G o de los teléfonos móviles, las tierras raras o los microchips. De hecho, la guerra comercial entre China Y EE UU a costa de los chips está ya afectando ya a las exportaciones de Corea del Sur. La administración Biden ha introducido restricciones a la exportación de chips de última generación a empresas chinas. La idea es ralentizar el desarrollo tecnológico del gigante asiático y en medio de esta refriega están países como Corea del Sur, Japón y Taiwán. Según datos publicados por medios especializados, Corea del Sur ya ha perdido el 50% de sus ingresos por ventas a China en semiconductores debido a las presiones de EE UU para que reduzca sus exportaciones al gigante asiático. «El ganador de esta guerra global controlará la seguridad económica, mientras que los perdedores se convertirán en colonias tecnológicas», decía recientemente una directiva de Samsung al periódico The Korea Herald.

Teniendo todo esto en cuenta se entiende que Seúl esté dispuesta a favorecer a sus empresas ofreciendo descuentos fiscales tanto a Samsung como a LG (de hasta el 8% anual) y les otorgue créditos de hasta el 25% si construyen una nueva fábrica de paneles OLED en suelo surcoreano.